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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

LAS REGLAS DE LA BUENA ALIMENTACION

 

Cuando el médico nos recomienda mejorar nuestra alimentación, o nosotros mismos tomamos la iniciativa, con dietas más o menos estrictas nunca resulta agradable. Y no porque nos hagan comer poco, sino porque el comer es todo una ceremonia en la que tendemos a satisfacer nuestros gustos y/o lo asociamos con encuentros sociales. En el momento en el que esas costumbres son modificadas por un plan de nutrición, no nos gusta. Por ello, el portal alimenacion-sana.com propone interiorizar cuatro sencillas normas o leyes para evitar esta serie de problemas.

1. Ley de la cantidad: La cantidad de alimentos debe ser suficiente para cubrir las necesidades calóricas del organismo. Los alimentos que proveen fundamentalmente calorías (energía) son los hidratos de carbono y las grasas. La cantidad de calorías deberá ser suficiente como para proporcionar calor para mantener la temperatura corporal, la energía de la contracción muscular y el balance nutritivo. Desde el punto de vista calórico, una dieta puede ser: suficiente, insuficiente, generosa o excesiva.

De acuerdo a esta ley, los regímenes adelgazantes se consideran "insuficientes", ya que permiten un descenso de peso a expensas de un contenido calórico reducido. El requerimiento calórico para cada persona en particular deberá ser determinado por un profesional en nutrición, considerando edad, sexo, contextura, actividad, situaciones especiales: diabetes, obesidad, desnutrición, etcétera.

2. Ley de la calidad: Toda dieta deberá ser completa en su composición, asegurando el correcto funcionamiento de órganos y sistemas. En todo régimen deberán estar presentes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua. De acuerdo a esta ley, los regímenes se clasifican en completos (variados) e incompletos.

3. Ley de la armonía: Las cantidades de los diversos principios que componen la alimentación deberán guardar una relación de proporción entre ellos, de manera tal que cada uno aporte una parte del valor calórico total. Se recomienda que toda dieta normal contenga del 12 al 15% del valor calórico total en proteínas, del 30 al 35% en grasas y del 50 al 60% en carbohidratos.

4. Ley de la adecuación: Toda dieta deberá ser la apropiada para cada individuo en particular, considerando: edad, sexo, actividad, estado de salud, hábitos culturales y economía. Ello implica una correcta elección de los alimentos, así como una correcta preparación.

Qué hacer para no comer compulsivamente - Las siguientes pautas implican cambiar el pensamiento que tenemos de nosotros mismos. Se trata de moderar nuestra conducta ante los alimentos manteniendo la calma, sin fustigarnos porque vamos a comer y nos sobra peso.

1. Relájese. Piense que el comer es un derecho humano, no un privilegio de los flacos.

2. Piense que puede comer aquello que desea. Comemos sin poder parar porque comemos desde un lugar de privación, no de abundancia. Cuando comemos pensando que no deberíamos comer, nos atracamos.

3. Cuando haya mucha comida delante, decida con tranquilidad qué es lo que más le gustaría comer y sírvaselo. No decida no comer.

4. No se hable negativamente mientras come. Por ejemplo: "No puedo creer que estoy comiendo, no tendría que hacerlo, estoy gordo, etcétera".

5. Piense que tendrá muchas oportunidades para comer lo que le gusta.

6. Sepa que comerá menos si no piensa que no debería comer mientras come.

Fuente: alimentacionsana.com - elconfidencial.es

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