Una sorprendente serie de explosiones de sandías registrada en las últimas semanas en China podría estar relacionado con la utilización de un producto químico, según los medios de comunicación.

Unas 50 hectáreas de cultivos de sandías en la ciudad de Danyang, en la provincia oriental de Jiangsu, se echaron a perder de este modo, lo cual podría deberse al uso de forclorofenuron, un producto que acelera el crecimiento de la fruta.

"El 7 de mayo, tenía 80 (sandías que habían explotado), y por la tarde, había 100", declaró un agricultor, Liu Mingsuo, según la televisión CCTV.

Liu dijo haber rociado la víspera las sandías con este producto químico autorizado que favorece la división celular y aumenta el tamaño de la fruta, mejorando el color y el rendimiento.

No obstante, según CCTV y otros medios de comunicación, las explosiones también podrían haber sido provocadas por fuertes precipitaciones, ya que campesinos que no habían usado forclorfenuron también han tenido el mismo problema.

Esta ola de explosiones de sandías seguramente menoscabe más aún la confianza de los chinos en la agricultura de su país, en el que se usan grandes cantidades de abono químico.

Desde el escándalo de la leche contaminada con melanina, una sustancia química tóxica que simula un aporte de proteínas y permite rebajar la leche con agua y aumentar las ganancias, en 2008, se han dado a conocer otros casos, como el del arroz con metales pesados.