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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

21 APRENDER A COMER

HORRIBLE COCINA DE AVION

Cocina de avión: horrible por naturaleza

 
¡Paren las rotativas! Un grupo de investigadores ha llegado a la conclusión de que la comida de avión es científicamente detestable. Pero no necesariamente por que esté mal preparada, peor condimentada, pobremente seleccionada, horriblemente empacada e incómodamente degustada. La culpa se la hechan al característico zumbido de las turbinas de la nave que de alguna manera atrofian nuestro sentido del gusto. En pocas palabras, no importa cuánto se esmeren las aerolíneas en ofrecernos buena comida, toda nos parecerá desabrida gracias al "ruido de fondo" de la cabina. Esto se demostró a través de dos grupos de voluntarios: un grupo comió utilizando audífonos protectores experimentando sabores más intensos en los alimentos dulces y salados, que aquellos expuestos directamente al ruido distractor de abordo. Al parecer, tenemos que concentrarnos en nuestra comida para que sepa más rica. Apoyando esta teoría están los especialistas de la NASA, que se ven en la necesidad de ofrecer a los astronautas alimentos de sabores fuertes al paladar, ya que por alguna desconocida razón perdían en el espacio el sentido del gusto. Ahora están casi seguros que es por el famoso y persistente ruidito. Aunque por otro lado, puede que la comida del avión sea fea y ya. ¿Qué opinan?
 
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MALA COMIDA CHATARRA

Neomundo para Periodismo.com

La comida chatarra aumenta el riesgo de deprimirse

Es lo que hallaron investigadores británicos, que aseguran que por otro lado otro tipo de alimentos ayudan a protegerse contra la enfermedad.

La comida chatarra aumenta el riesgo de deprimirse

Generalmente se piensa que una dieta poco equilibrada sólo afecta el bienestar físico. Sin embargo, un equipo de investigadores de Gran Bretaña encontró que alimentarse con muchas comidas procesadas aumenta el riesgo de desarrollar una depresión.

A su vez, recalcaron que una dieta rica en frutas, vegetales y pescado protege a las personas de sufrir este mal.

La depresión consiste en una seria alteración del estado de ánimo que puede durar un corto tiempo o ser más permanente. Se expresa con varios síntomas, como la tristeza profunda, la irritabilidad, una disminución en el rendimiento general, el decaimiento, entre muchos otros.

Para averiguar la incidencia de la dieta en la depresión se trabajó con 3.500 personas de alrededor de 55 años de edad. Al comenzar el estudio, se presentó a los voluntarios un cuestionario donde detallaron su tipo de dieta y alimentación. A su vez, se analizó el riesgo sufrir una depresión en cada uno de ellos.

Al pasar cinco años, los científicos de la Universidad de Londres volvieron a encontrarse con ellos y analizaron cuáles tenían síntomas de depresión. Aquellos que solían comer alimentos procesador mostraron un riesgo 58% mayor de sufrir este mal.

Por el contrario, los amantes de las frutas, verduras y pescados resultaron tener muchas menos posibilidades de desarrollar este tipo de tristeza. Los autores publicaron sus resultados en la <i>Revista Británica de Psiquiatría</i>.

Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué los alimentos como la comida chatarra, los productos lácteos con mucha grasa o las papas fritas aumentan el riesgo de deprimirse, los científicos creen que la causa sería que esta dieta promueve males cardiovasculares e inflamaciones.

Además, los muchos nutrientes presentes en las frutas y verduras, así como los ácidos grasos poliinsaturados de los pesados podrían ser la razón por la cual estos alimentos protegen contra la depresión.

De cualquier manera, los investigadores británicos aclararon que hay que estudiar aún más cómo ejercen su efecto beneficioso o nocivo los distintos tipos de alimentos.

Periodismo.com

COCINA DE INVIERNO

Por Alicia Anavi y Leticia Radavero / ES, http://www.grupoq.com.ar/

Prepárate para estar bien alimentado en los meses invernales

Al descender la temperatura el organismo pide alimentos más calóricos así como también se necesita una alimentación bien variada para obtener aquellos nutrientes que mantendrán el sistema inmune trabajando a toda máquina para evitar los resfríos tan habituales en esta época.

Calóricos, ricos y nutritivos

Calóricos, ricos y nutritivos

El frío húmedo sumado a las casas y oficinas calefaccionadas, los pies helados, el estrés, una alimentación monótona y poco variada junto a una inadecuada hidratación pueden disminuir las defensas contra las infecciones, tornándote vulnerable a contraer cualquier virus que ande rondando. La buena noticia es que puedes  hacer algo para prevenir esta situación. 

Cuando el clima se va volviendo cada vez más fresco se comienzan a consumir menos alimentos de verano como ensaladas y frutas frescas y pasamos a ingerir platos más calóricos. La “dieta de invierno” se caracteriza por sus comidas nutritivas y calientes, priorizando los alimentos cocidos. Es esencial el consumo adecuado de proteínas magras (carnes, pescados, mariscos, huevos, carne de caza) y de aceites de alta calidad como el que encontramos en las semillas, frutas secas, aguacate y aceites vegetales. Se pueden consumir platos a base de cereales integrales o legumbres con el agregado de nueces y semillas, pucheros, sopas con cereales, guisos  de verduras, etc. Los mejores cereales son los integrales o los que se encuentran mínimamente procesados. Cocínalos en agua lentamente con especias y agrégales un poco de aceite. Mijo, maíz, centeno, arroz, cebada y avena son ejemplos de estos.

Semillero nutritivo

Las semillas son un excelente alimento para incorporar en los meses fríos por su riqueza en aceites esenciales. Cuando estas se consumen trituradas o aplastadas en el mortero, liberan los aceites esenciales aromáticos, otorgándoles un sabor extraordinario y diferente a tus comidas. Prueba  incorporar semillas de hinojo, cardamomo, comino, cilantro, mostaza, anís, sésamo o ajonjolí, apio o zapallo a tus platos. El aceite de sésamo, de sabor extraordinario, es excelente para cocinar, así como también lo es el aceite de girasol, de sabor más neutro. Es recomendable que incluyas fuentes de omega 3 diariamente (ácidos grasos esenciales que aumentan la inmunidad) como semillas de lino, de chía y los pescados grasos o azules.

A su vez, la naturaleza regala en invierno verduras como las zanahorias, puerro, calabaza y zapallo, remolacha, chauchas, brócoli, repollo, y coliflor, siendo todos ellos nutritivos y fuentes de vitaminas, minerales y fitonutrientes esenciales para  mantener y cuidar de tu salud. También contamos con frutas como las cítricas, tales como la naranja, mandarina o el pomelo, que son ricas en vitamina C, así como la manzana y el aguacate o palta.

Para estar sano durante el invierno debes seguir los siguientes consejos:

- Mantente hidratada: los ambientes calefaccionados hacen que las membranas mucosas se sequen, lo que significa que se pierde efectividad para  proteger contra los virus y bacterias. La deshidratación pueden provocar cansancio y es común confundir la sed por el hambre, provocando un consumo extra de calorías llevando al aumento de peso. Se recomienda consumir  8 vasos grandes de agua al día como mínimo.

- Se activa: El ejercitarse al aire libre es bueno para la circulación, mejora el sistema inmune y el humor y a la vez ayuda a mantener un peso saludable durante los meses invernales. 

- Cuidado con las bebidas muy calóricas como el chocolate caliente, los capuchinos o el café con crema. Prefiere el té o las infusiones a base de hierbas o con sabor a frutas.

- No comas en exceso: es común que en invierno se coma demás y que sumado a la vida sedentaria se agregan algunos kilos. Para evitar comer en exceso, comienza las comidas principales con sopas con semillas o salvado de avena.

- Vence el cansancio: consume 5 porciones entre frutas y verduras al día; estas son bajas en calorías pero están repletas de minerales, vitaminas y antioxidantes que ayudan a mantener el peso y la salud. Las verduras, frutas y los cereales integrales son ideales para aumentar la resistencia a las infecciones.

Con el termómetro en descenso, es fácil recurrir a alimentos más tentadores como chocolates, pastas con crema y platos sumamente calóricos. Pero aprovecha. El invierno es el momento ideal para usar tu imaginación creando ricos platos, saludables y nutritivos para evitar el aumento de peso.

LO IDEAL: 6 COMIDAS DIARIAS

Aprender a Comer.

Hay muchas personas que no desayunan, y su primera comida del día es el almuerzo.

Existen otras tantas que saltean el almuerzo y concentran la mayor parte de su ingesta calórica en la cena.

Muchos son los que no meriendan y también otros tantos los que se van a dormir sin nada en el estómago.

Este patrón alimentario está muy alejado de lo que se recomienda dentro de un hábito de alimentación saludable.

El primer objetivo a lograr es realizar, por lo menos, 4 comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Posteriormente, lo ideal sería llegar a hacer 6 comidas; o sea, agregando 2 colaciones que pueden realizarse entre desayuno y almuerzo; entre almuerzo y merienda; entre merienda y cena; o después de la cena según los horarios y necesidades de cada uno.

La realización de 6 comidas diarias beneficia tanto a los que tienen kilos de más, como a quienes tienen poco apetito.

En el primer caso, al comer cada 2 ó 3 horas, permite sentir una sensación de saciedad permanente y evita los picoteos de alimentos poco adecuados tan característicos de la alimentación del obeso.

Además, las colaciones permiten moderar el consumo de la cantidad de alimentos en las otras comidas.

En el segundo caso, permite que, sin hacer grandes comidas, se pueda llegar a cubrir el requerimiento diario de calorías y nutrientes a través de platos nutritivos y de poco volumen.

 

Por supuesto que una alimentación saludable no sólo implica hacer un número adecuado de comidas diarias, sino también respetar las cantidades recomendadas y hacer una buena selección de alimentos.

LA MIEL DE ABEJAS

Por: Daniel de Girolami

Aprender a Comer - Debido a sus componentes, la miel está clasificada en el grupo de los alimentos ricos en hidratos de carbono, que proporcionan calorías al organismo (100 gramos de miel contienen 325 calorías). También contiene minerales como el potasio (especialmente las oscuras, provenientes de bosques) y el fósforo (elemento importante para la metabolización de los hidratos de carbono); oligoelementos, como aluminio, cadmio, silicio, boro, titanio, plomo, níquel, cinc, litio, estaño, cromo y radio; pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, vitamina C y ácido pantoténico; enzimas tanto vegetales como animales (provenientes del polen de las flores y de las mismas abejas), que son las encargadas de facilitar que el organismo asimile fácilmente los azúcares sin causar problemas digestivos, e inhibinas, las cuales aportan su acción antibiótica y, actuando conjuntamente con los monosacáridos y la acetilcolina, aportan a la miel una acción curativa sobre heridas. Una de las razones por las que se debe evitar someter a la miel a altas temperaturas es que las inhibinas se destruyen por acción de la luz y el calor.

Debido a su alto contenido calórico, es un alimento especialmente recomendable para quienes requieren dosis adicionales de energía, como deportistas, personas que realizan actividades con altas exigencias físicas e intelectuales, niños y ancianos.

Si bien la miel es asimilada perfectamente por la inmensa mayoría de las personas, pueden darse algunos casos en que se presente alguna reacción adversa, como por ejemplo aquellos que son alérgicos al polen y, por supuesto, los diabéticos.

Su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y estimulan el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es un extraordinario reconstituyente.

Otras de sus propiedades son:

  • Facilita la digestión y asimilación de otros alimentos: en el caso de los niños facilita la asimilación de calcio y magnesio.

  • Posee mayor poder edulcorante que el azúcar.

  • Mejora la conservación de los alimentos.

  • Es suavemente laxante (regulariza el funcionamiento intestinal).

  • Posee propiedades sedantes (favorece la absorción de triptofano que es precursor de la serotonina).

  • Es anihemorrágica, antianémica, antiséptica, antitóxica, emoliente y febrífuga.

  • Mejora el rendimiento físico, especialmente, en los deportistas.

  • Estimula el vigor sexual.

  • Se utiliza para el tratamiento de faringitis, laringitis, rinitis, gripes, estados depresivos menores, úlceras, gastritis, quemaduras, entre otras.

  • Es utilizada para el tratamiento de personas que padecen astenia o estados de cansancio tanto en la esfera física como psíquica y en la desintoxicación de alcohólicos.

  • Estimula la formación de glóbulos rojos debido a la presencia de ácido fólico.

  • Estimula la formación de anticuerpos debido al ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc.

EL LECHAZO

Noventa restaurantes de toda España se han unido para promocionar el lechazo. Bajo el distintivo`Asador de Lechazo de Castilla y León' ofrecen un menú completo donde no falta este manjar de nuestra gastronomia.

 

Pocos platos hay tan suculentos y tan sencillos de hacer como el lechazo. Lo básico, lo que nos va a garantizar más de la mitad del éxito es una carne de calidad. El cordero debe tener entre 20 y 30 días y estar alimentado sólo con leche. En estos noventa restaurantes, un sello de garantía lo acompañará desde el campo a la mesa. 

Además del lechal de la tierra es muy importante el horno y la paciencia. El horno tiene que ser de leña. A doscientos grados tarda en hacerse unas dos horas. Y ya está, o casi. Porque cortarlo y comerlo también tiene su truco.

Y aunque no forme parte del protocolo, el sentido común recomienda reservar mesa con antelación para que el asado esté en su punto a la hora precisa. Sería todo un pecado tomar este plato frío. antena 3

El tipo de ganado apto para la producción de la Indicación Geográfica Protegida Lechazo de Castilla y León procede de corderos de las razas Churra, Castellana y Ojalada, admitiéndose únicamente los cruces entre estas razas. El 'lechazo' es la cría de la oveja, genéricamente 'cordero', que se alimenta sólo de la leche de la madre, pero el 'lechazo churro', además, debe ser hijo de una hembra ovina de raza Churra.

BEBÉS GORDITOS

Aprender a comer. com - Nuestras abuelas solían decir, y aún hoy lo siguen creyendo, que “cuanto más gorditos sean los bebés, es mejor” porque quiere decir que están bien alimentados. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

En primer lugar se debe aclarar que, aunque un bebé o un niño esté gordito, esto no quiere decir que esté bien alimentado. Tampoco quiere decir que sea más sano que aquel que está delgado. Una criatura con sobrepeso o incluso con obesidad puede estar desnutrida.

Esto se debe a que llegó a un exceso de peso a través de alimentos con muchas calorías, pero tal vez sin tanta concentración de nutrientes. De esta manera, está “gordito”, pero desnutrido.

Por eso, la creencia que dice que un niño gordo está mejor alimentado que uno delgado, no siempre es correcta.

Por otro lado, el hecho de estar preocupados porque el niño se alimente y aumente de peso, hace que muchas veces se recurra a alimentos que no constituyen opciones saludables para ofrecerles a los más chicos.

Esto no sólo hace que el niño engorde sino que también se evita, de esta forma, que adquiera hábitos de alimentación saludable para que los practique el resto de su vida.

Debido a las altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil que se están viendo cada vez más en los países desarrollados y en vías de desarrollo, está aumentando al mismo paso la cantidad de niños que padece otros problemas metabólicos relacionados con el exceso de peso, como son la diabetes, el colesterol elevado, la hipertensión arterial, etc.

Si bien todas estas enfermedades eran propias de los adultos, la obesidad a edades jóvenes las está convirtiendo cada vez más en patologías comunes de los niños.

Por lo tanto, lo que se recomienda es nutrir al niño a través de la adopción de hábitos alimentarios saludables. Esto se logra fomentando en ellos el consumo de frutas, verduras, vegetales, hortalizas, lácteos, etc. desde que son bien pequeños. De esta forma, el niño se va criando con la costumbre de que esos alimentos sanos estén en sus platos y el día de mañana no le costará consumirlos.

Se debería restringir el consumo de alimentos con mucha cantidad de sal, grasa y colesterol, como por ejemplo: los productos de copetín, las salchichas, las hamburguesas, y otros productos considerados “comida chatarra” o “comida rápida”. Estos hábitos no sólo fomentan el sobrepeso, la obesidad y los problemas metabólicos asociados, sino que no constituyen opciones saludables y además, limitan el consumo de otro tipo de alimentos con mayor concentración de nutrientes.

También se debería limitar la ingesta de gaseosas. Estas bebidas tienen altas cantidades de azúcar que favorecen el aumento de peso, y no aportan ningún nutriente. Además, la presencia de gas genera saciedad precoz en los niños y hace que sea menor el consumo de alimentos con nutrientes. En su lugar, se debería optar por la ingesta de agua o jugos de frutas naturales.

Por último, y con el objetivo de encarar la adopción de hábitos saludables en forma completa, se debería fomentar en los niños la práctica de actividad física en forma de juegos y deportes al aire libre.