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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

BEBÉS GORDITOS

Aprender a comer. com - Nuestras abuelas solían decir, y aún hoy lo siguen creyendo, que “cuanto más gorditos sean los bebés, es mejor” porque quiere decir que están bien alimentados. Pero, ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

En primer lugar se debe aclarar que, aunque un bebé o un niño esté gordito, esto no quiere decir que esté bien alimentado. Tampoco quiere decir que sea más sano que aquel que está delgado. Una criatura con sobrepeso o incluso con obesidad puede estar desnutrida.

Esto se debe a que llegó a un exceso de peso a través de alimentos con muchas calorías, pero tal vez sin tanta concentración de nutrientes. De esta manera, está “gordito”, pero desnutrido.

Por eso, la creencia que dice que un niño gordo está mejor alimentado que uno delgado, no siempre es correcta.

Por otro lado, el hecho de estar preocupados porque el niño se alimente y aumente de peso, hace que muchas veces se recurra a alimentos que no constituyen opciones saludables para ofrecerles a los más chicos.

Esto no sólo hace que el niño engorde sino que también se evita, de esta forma, que adquiera hábitos de alimentación saludable para que los practique el resto de su vida.

Debido a las altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil que se están viendo cada vez más en los países desarrollados y en vías de desarrollo, está aumentando al mismo paso la cantidad de niños que padece otros problemas metabólicos relacionados con el exceso de peso, como son la diabetes, el colesterol elevado, la hipertensión arterial, etc.

Si bien todas estas enfermedades eran propias de los adultos, la obesidad a edades jóvenes las está convirtiendo cada vez más en patologías comunes de los niños.

Por lo tanto, lo que se recomienda es nutrir al niño a través de la adopción de hábitos alimentarios saludables. Esto se logra fomentando en ellos el consumo de frutas, verduras, vegetales, hortalizas, lácteos, etc. desde que son bien pequeños. De esta forma, el niño se va criando con la costumbre de que esos alimentos sanos estén en sus platos y el día de mañana no le costará consumirlos.

Se debería restringir el consumo de alimentos con mucha cantidad de sal, grasa y colesterol, como por ejemplo: los productos de copetín, las salchichas, las hamburguesas, y otros productos considerados “comida chatarra” o “comida rápida”. Estos hábitos no sólo fomentan el sobrepeso, la obesidad y los problemas metabólicos asociados, sino que no constituyen opciones saludables y además, limitan el consumo de otro tipo de alimentos con mayor concentración de nutrientes.

También se debería limitar la ingesta de gaseosas. Estas bebidas tienen altas cantidades de azúcar que favorecen el aumento de peso, y no aportan ningún nutriente. Además, la presencia de gas genera saciedad precoz en los niños y hace que sea menor el consumo de alimentos con nutrientes. En su lugar, se debería optar por la ingesta de agua o jugos de frutas naturales.

Por último, y con el objetivo de encarar la adopción de hábitos saludables en forma completa, se debería fomentar en los niños la práctica de actividad física en forma de juegos y deportes al aire libre.

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