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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

06 NUTRIGENÓMICA

LA NUTRICIÓN MOLECULAR

Avances en nutrición molecular: nutrigenómica y/o nutrigenética

A. Marti, M.ª J. Moreno-Aliaga, M.ª A. Zulet y J. A. Martínez

Dpto. de Fisiología y Nutrición. Universidad de Navarra. Pamplona. Navarra. España.

La aplicación de las técnicas de la biología molecular y el éxito del Proyecto Genoma Humano ha abierto una nueva era tanto en Medicina como en Nutrición. Hasta la fecha, al menos, 1.000 genes humanos causantes de enfermedades han sido identificados y parcialmente caracterizados, el 97% de los cuales sabemos ahora que son causantes de enfermedades monogénicas.

Sin embargo, otras patologías como la obesidad, enfermedad cardiovascular, diabetes, cáncer se deben a complejas interacciones entre diversos genes y factores ambientales.

A pesar de los numerosos estudios de asociación, más de 600 publicados desde 2002, la base molecular de las enfermedades crónicas es todavía incierta.

La información sobre polimorfismos de nucleótidos y mapas de haplotipos son recursos adicionales para identificar genes involucrados en enfermedades. El desarrollo genómico se aproxima, sin embargo, no se conocen con precisión algunos componentes de la dieta y sus mecanismos, que influyen de forma importante en la expresión de la información genética

y en las alteraciones patológicas.

La industria alimentaria tiene la oportunidad de utilizar los componentes bioactivos de los alimentos para mejorar la salud y evitar las enfermedades teniendo en cuenta la constitución genética de los consumidores.

Esta nueva era de la nutrición molecular —interacciones genes-nutrientes— puede crecer en diversas direcciones, aunque hay dos esenciales.

De una parte, el estudio de la influencia de los nutrientes sobre la expresión de genes (nutrigenómica) y de otra conocer la influencia de las variaciones genéticas en la respuesta del organismo a los nutrientes (nutrigenética). 

LA NUEVA ERA DE LA NUTRICIÓN

Por: Dore Ferriz

Nutrigenómica: la nueva era de la nutrición

Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento.

HIPÓCRATES

¡Nos consta! La situación nutricional que les suministramos a nuestros hijos durante su etapa prenatal, influye en su fisiología postnatal. La importancia que se le ha dado al ácido fólico no ha sido en vano. La manipulación del ambiente embriológico, fetal o neonatal, auxilia las funciones cardiovasculares y metabólicas del bebé. La disponibilidad de nutrientes —aunque en periodos cortos como en el desarrollo intrauterino—, capacita al metabolismo contra enfermedades comunes en un futuro.

Es un hecho. La genética y la alimentación van de la mano. Quedaron atrás las dietas vanidosas. Evolucionaron. Se afianzaron a la salud. El estado nutricional es hoy un fenotipo. En otras palabras, está determinado por el intercambio molecular, físico, biológico, emocional y nutricional de cada persona. La variabilidad genética precisa amenidad nutricional. El avance emergente de la nutrigenómica es prometedor. La información fisiológica será determinante para que nuestra alimentación pueda responder a una homeóstasis.

Los alimentos tienen destinos celulares. Sus componentes suministran la expresión genómica al metabolizarse. Pueden activar factores beneficiosos. Puede también intervenir. Bajo ciertas circunstancias y en algunos individuos, la dieta puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades. La interacción nutrigenómica es dinámica al considerar la naturaleza de cada organismo. Diagnostica en base al genotipo individual. Estudia a los alimentos y aplica sus propiedades en beneficio del cuerpo.

Saben que la pectina de las manzanas baja los niveles de colesterol, nivela el azúcar de la sangre y previene enfermedades pulmonares causadas por fumar. Que los carotenoides del mango son la mejor arma contra el cáncer. Están al tanto de que las fresas someten a la diabetes, auxilian la circulación y reducen los daños existentes en el ADN, de cáncer de próstata.

La nutrigenética es una ciencia que explica la interacción molecular entre los alimentos y el genoma humano. Determina dietas acordes a análisis específicos. Tamaño corporal, edad, sexo, actividad física, embarazo o lactancia... Podrá modificar alimentos genéticamente y hasta reconfigurar los suplementos para optimizar la salud.

También sería útil para homogeneizar —bajo ciertos factores— valores nutricionales en los tamizajes poblacionales o grupales. Pero persistiría una variable genética propia. Los valores prediseñados sirven. Los aportes nutricionales a los que estamos acostumbrados pretenden abarcar 95% de una población sana. Pero la nutrigenética varía de una persona a otra.

En los próximos años el ADN especificará dietas antipatógenas. La nutrigenética promete alimentar de acuerdo a funciones moleculares individuales. Su intervención genética podrá prevenir, mitigar o curar enfermedades crónicas. Esto nos lleva a pensar… la dieta “rebotó” a su origen griego. Volverá a ser una forma de vida. Renunciará a la exclusiva de ser “régimen para bajar de peso”. Porque con una ligera modificación de nuestro hábito alimenticio podremos tratar ciertas enfermedades.

Los avances tecnológicos ocurren simultáneamente. La genómica nutricional romperá modelos dietéticos. Las nuevas evidencias favorecerán la salud del planeta. Mudará la configuración nutricional poblacional. Nos veremos beneficiados de requerimientos genéticos. La ciencia del siglo XXI es la “nueva era de la nutrición”.

GENÓMICA NUTRICIONAL

 

La Genómica Nutricional estudia la interacción entre los alimentos y sus componentes con el genoma, a nivel molecular, celular y sistémico. El objetivo de la Genómica Nutricional es utilizar la dieta para prevenir y/o tratar enfermedades (1). Dentro de la Genómica Nutricional existen dos campos de acción y de investigación diferentes: la Nutrigenética y la Nutrigenómica (2).

La Nutrigenómica estudia el efecto de los alimentos, nutrientes y componentes alimentarios bioactivos sobre el genoma (el ADN), el proteoma (las proteínas) y el metaboloma (los metabolitos) (3). Es decir, analiza el efecto de los nutrientes en la expresión y respuesta de nuestros genes: si éstos se activan o se inactivan, y con qué frecuencia.

La Nutrigenética estudia el efecto de la variación genética en la interacción entre la dieta y la enfermedad. Esto incluye la identificación y caracterización de las variantes genéticas de cada persona, asociadas a las diferentes respuestas a los nutrientes. El objetivo de la Nutrigenética es elaborar recomendaciones sobre riesgos y bene-ficios de dietas concretas o de componentes dietéticos aislados para cada persona teniendo en cuenta sus genes. Por eso también se la conoce como "nutrición personalizada o individualizada". De los dos campos la Nutrigenética es la única que tiene una aplicación práctica para cada persona.

Una de las primeras referencias en la literatura científica a estas ciencias es de DellaPenna y data de 1999 (4). Ello nos da una idea de la juventud de estas ciencias y de la gran cantidad de estudios y de investigación en estos campos que se están llevando a cabo en la actualidad. La Genómica Nutricional es un área de investigación en rápido desarrollo, con un tremendo potencial de aportar resultados que podrían cambiar la manera en que se establezcan y se lleven a cabo las recomendaciones dietéticas y las recomendaciones personales en el futuro. Fuente: Nutrigenética.

LA NUTRIGENÓMICA DEL VINO

 Instituto de los Andes - Panel: Nutrigenómica

Fuente: EFE

Los compuestos fenólicos del vino, en concreto las procianidinas, pueden modular los lípidos plasmáticos (triglicéridos y colesterol) y, por lo tanto, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, según una tesis del doctorando de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona Josep Maria del Bas.

El estudio se sitúa dentro el marco de la nutrigenómica o genómica nutricional, que utiliza técnicas de biología molecular, bioquímica y biología de sistemas para entender como los nutrientes pueden interactuar con vías de señalización intracelular o factores de transcripción, modulando la expresión de nuestros genes.

Como resultado, se ha podido determinar que los compuestos fenólicos que contiene el vino "mejoran los índice de riesgo cardiovascular y disminuyen los triglicéridos plasmáticos", según recoge la tesis.

Una parte de este efecto "es consecuencia de que las procianidinas interaccionan en el hígado con dos importantes receptores nucleares", que reciben el nombre de SHP y FXR y que "controlan la expresión de genes que intervienen en la síntesis de lípidos en el hígado y su secreción hacia la sangre".

De esta manera, se han determinado los mecanismos moleculares que utilizan las procianidinas para hacer sus efectos metabólicos y se establecen las bases moleculares de los efectos beneficiosos del vino sobre el metabolismo del colesterol y los triglicéridos.

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