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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

VITAMINA E

La vitamina E - Es liposoluble, se compone de un grupo de compuestos denominados tocoferoles, de las cuales hay 7 formas en la naturaleza. De todas ellas, la denominada alfa es la forma más potente de vitamina E y además es la que tiene el mayor valor nutricional y biológico. Las mayores concentraciones de tocoferol se encuentran en los aceites vegetales prensados en frío, todas las semillas germinales enteras: cacahuetes, soja, arroz. El aceite de germen de trigo fue la primera fuente de vitamina E.  

 

La vitamina E es un antioxidante, lo que significa que impide los procesos de oxidación que ocurren en el cuerpo. Dado que el envejecimiento de las células se debe primariamente a la oxidación, la vitamina E es muy útil para retardar ese proceso. El proceso involucra un compuesto denominado oxidante que ataca a otro compuesto quitándole un electrón. La oxidación de las grasas forma radicales libres que son moléculas muy destructivas para el cuerpo humano; pudiendo causar desde cáncer hasta coágulos sanguíneos e inclusive dañar el ADN. La vitamina E evita que los ácidos grasos saturados y la vitamina A se descompongan y se combinen con otras sustancias perjudiciales para el cuerpo.  

 

La vitamina E tiene la habilidad de combinarse con el oxigeno impidiendo que este se convierta en moléculas tóxicas; permitiendo a los glóbulos rojos tener una provisión completa de oxígeno para ser transportados al corazón y otros órganos.   La vitamina E juega un rol destacado en la respiración celular de todos los músculos, especialmente los cardíacos y los del esqueleto. La vitamina E les permite a esos músculos funcionar con menos oxígeno, aumentando de esta manera su resistencia y vitalidad. En el torrente sanguíneo, la vitamina E es una efectiva antitrombina, inhibiendo la coagulación de la sangre al impedir la formación de coágulos. También colabora en el fortalecimiento de las paredes capilares y protege a los glóbulos rojos de su destrucción por envenenamiento mediante el peróxido de hidrógeno en la sangre.   Una cantidad adecuada de vitamina E reduce los requerimientos de vitamina A. También es efectiva en promover la cicatrización en caso de quemaduras y disminuir la formación de escaras. Protege a los pulmones y otros tejidos del daño que causa la polución ambiental. En estudios realizados con animales, la vitamina E resultó tener un efecto dramático en los órganos reproductivos al ayudar a prevenir los abortos, aumentar la fertilidad de machos y hembras y en restituir la potencia masculina.   Es probable que la vitamina E se encuentre relacionada con el metabolismo del calcio pues se ha observado tanto la remoción de depósitos anormales de calcio de las paredes de arterias endurecidas como el depósito de calcio en los huesos débiles.  

 

Absorción y almacenamiento. Para una correcta absorción de la vitamina E, como otras vitaminas liposolubles, es necesaria la presencia de las sales de bilis y de grasa (ya que es liposoluble). Es transportada al hígado por el torrente sanguíneo como tocoferol donde es almacenada en grandes concentraciones. También se acumula en los tejidos adiposos, el corazón, los músculos y las glándulas pituitarias. En forma de linimento se absorbe a través de la piel y las membranas mucosas. Los excesos de vitamina E se excretan mediante la orina y todos sus efectos desaparecen al cabo de tres días.   Varias sustancias interfieren y hasta causan una disminución de vitamina E en el cuerpo. Por ejemplo, cuando se la administra conjuntamente con el hierro. El Dr. Wilfred Shute, en "Vitamin E for Ailing and Healthy Hearts" sugiere que para una correcta absorción, la dosis de hierro se debe tomar entre 8 y 12 hs después de la vitamina E. El mejor momento para tomar la vitamina E es antes del almuerzo o de irse a dormir. El cloro presente en el agua de beber y los compuestos inorgánicos del hierro, destruyen la vitamina E en el cuerpo.   Las dietas con cantidades excesivas de grasas poliinsaturadas o de aceites, aumentan la tasa de oxidación de la vitamina E; cuanto más aceites o grasas insaturadas se consumen, más vitamina E se necesita. El estrógeno (la hormona femenina) es uno de los antagonistas de la vitamina E.  

 

Dosage y toxicidad. La ingesta diaria recomendada por el National Research Council se basa en el metabolismo y en el nivel de ácido grasos poliinsaturados presentes en la dieta y no en el peso o la ingesta calórica.   La dosis recomendada para infantes es de 4 a 5 UI diarias, los niños y adolescentes necesitan entre 7 a 12 UI diarias, los hombres adultos necesitan 15 UI diarias y las mujeres, 12 UI diarias; durante el embarazo o la lactancia, la dosis aumenta a 15 UI diarias. Muchos nutricionistas consideran que estas dosis son extremadamente bajas y recomiendan 30 UI diarias para infantes y niños y 100 para adolescentes y adultos. En caso de enfermedad, los médicos recomiendan entre 300 y 600 UI diarias. La necesidad de esta vitamina se incrementa en condiciones de polución.   La vitamina E tiene tendencia a subir la presión sanguínea cuando es suministrada en dosis grandes a personas que no están acostumbradas a ella; por ello es conveniente que la ingesta inicial sea pequeña e ir aumentando la dosis a medida que aumenta la tolerancia.   La vitamina E es considerada no tóxica, sin embargo es necesario tomar precauciones en los pacientes con presión alta y en los que presentan problemas de sangrado (como los hemofílicos o los que padecen úlceras sangrantes).  

 

Deficiencia y síntomas. Existen solo tres motivos para tener deficiencia de vitamina E : cuando se tiene un problema de absorción de las grasas (como en la fibrosis quística); los niños prematuros con bajo peso al nacer y los que sufren trastornos raros del metabolismo de las grasas.   Sin suficiente cantidad de vitamina E, los ácidos grasos esenciales son alterados y las células sanguíneas se estropean, deteriorando la formación de hemoglobina. Además, varios aminoácidos no pueden ser utilizados y la pituitaria y las glándulas adrenales reducen su funcionamiento. La absorción de hierro también se debilita.   Una deficiencia severa puede causar daño a los riñones y al hígado. En el caso de los hombres, la falta de esta vitamina puede causar daños en los tejidos de los testículos, no hay una terapia que pueda reparar el daño permanente y estos hombres quedan estériles. En el caso de las mujeres, una severa deficiencia de vitamina E causa la imposibilidad de llevar a término los embarazos, que a menudo terminan en abortos naturales. Muchos de los partos prematuros se producen por este motivo, siendo el bebe mas susceptible a tener anemia.   La deficiencia de vitamina E también puede producir problemas de corazón. Según el Dr. Wilfred Shute, la falta de vitamina E en la dieta de los norteamericanos se debe principalmente a los procesos de molienda que elimina el germen de trigo. Cerca del 90% de la vitamina E se pierde en ese proceso.  

Efectos beneficiosos en el tratamiento de algunas enfermedades. La vitamina E se utiliza en la prevención de enfermedades como trombosis coronaria dado que esta vitamina causa la desintegración de los coágulos. También la angina pectoral es exitosamente tratada con alfa tocoferol.   La vitamina E es beneficiosa para las personas que sufren de arteriosclerosis si la terapia se inicia antes de que ocurra un daño irreparable. Alivia el dolor en las extremidades, acelera el flujo sanguíneo y reduce las tendencias a formar coágulos. Previene o reduce las cicatrices en las paredes arteriales causadas por sustancias toxicas.  

Los radicales libres producen arrugas en la piel, por eso la vitamina E es una ayuda en los casos de envejecimiento prematuro de la piel. Es útil aplicar vitamina E en la piel en forma de crema o ungüento al mismo tiempo que se la toma oralmente, porque afecta la formación de células reemplazando la de las capas más superficiales de la piel. También ayuda a contrarrestar la declinación gradual en los procesos metabólicos durante el envejecimiento. La picazón y la sequedad de la piel son a menudo parte del proceso de envejecimiento; los ungüentos con vitamina E ayudan a aliviar la picazón.  

En condiciones normales, la vitamina E reduce la formación de trombina, un agente coagulante, este tiende a reducir las posibilidades de una trombosis, que es la formación de un coagulo de sangre. El consumo de estrógeno, contenido en las pastillas anticonceptivas, puede neutralizar el efecto de E de vitamina.   El agregado de vitamina E a la dieta, puede corregir el ritmo menstrual. Es un tratamiento reconocido para las olas de calor y los dolores de cabeza durante la menopausia. También resultó exitosa en el tratamiento de quistes no cancerosos de las mamas. La vitamina E también disminuye la blandura de las mamas experimentadas durante la premenopausia.   También se ha utilizado la vitamina E para prevenir la calcificación de los riñones causados por excesiva vitamina D o por sustancias tóxicas. Como alternativa a la cirugía, se utilizó la vitamina E para ayudar en el tratamiento de las venas varicosas. Resultando también exitosa en el tratamiento de trombosis y flebitis.  

 

Las personas afectadas por distrofia muscular se benefician de dosis masivas de vitamina E, también ayuda a restituir las funciones de los hígados dañados. Estimula las defensas contra las infecciones virósicas.   Las vitaminas A y E resultan beneficiosas para bajar el colesterol al evitar los depósitos de grasas, también ayudan a balancear la acumulación de colesterol depositado en las paredes arteriales.   Las vitaminas C y E trabajan conjuntamente para mantener los vasos sanguíneos flexibles, saludables y menos propensos a alteraciones dolorosas.   Para los fumadores es esencial la adición de vitamina E, ya que el monóxido de carbono del humo de los cigarrillos destruye la habilidad de la sangre para transportar oxígeno.   La vitamina E, junto con la A y la C, forma el grupo de las antioxidantes. Fuente: alimentacion-sana.com.arg 

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