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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

LA FOCACCIA, AYER Y HOY



Por: Andrea García Noli

La focaccia es una especie de pan plano, originalmente cubierto con cebollas blancas en juliana y especias, pero hoy en día se le han dado variaciones. Este plato tiene su origen en Italia, y se dice que es el antecesor de la pizza, puesto que tienen las masas de igual contextura, ambas llevan harina de alto contenido de gluten, aceite, agua, azúcar, sal y levadura y además tienen sobre ellas algún tipo de salsa o relleno. El secreto de su éxito: el aceite de oliva y la sal gruesa.

La focaccia generalmente se aliña con aceite de oliva y hierbas locales al que se añade queso y carne todo ello aromatizado con diversos vegetales. Hoy tiene un uso parecido al de la pizza, por lo que se dice que es su rival natural, en algunos países es utilizada como sándwich.
Se dice que el origen de su receta se encuentra en los Etruscos o antiguos griegos, aunque se conoce como platillo típico de Liguria, en la que se denomina fûgassa en lengua ligur. La especialidad local denominada "focaccia con formaggio" (focaccia con queso) se elabora frecuentemente en Recco, localidad cercana a Génova. Se dice que los romanos la preparaban cocinándola sobre un lecho de hojas de laurel. En algunas regiones de Italia se realiza sobre hojas de castaño
En la actualidad se consume mayormente en Europa y Argentina, que como se sabe, ha tenido una gran influencia italiana ya que colonos italianos partieron a esas tierras.

Masa básica de una Focaccia
Ingredientes:
500 gramos de harina
20 gramos de levadura fresca
1 cucharadita de orégano
1 taza de agua
100 mililitros de aceite de oliva
Sal gruesa, cantidad necesaria
200 gramos de queso mozzarella rallado grueso
Romero para espolvorear, a gusto
Preparación:
Colocar la harina en un bol y hacerle un hueco en el centro. En el medio colocar la levadura, el aceite, el orégano y el agua. Mezclar bien y verter la masa sobre una superficie enharinada. Amasar hasta que esta quede elástica y homogénea. Dejar leudar tapada con un paño en un lugar cálido, hasta que aumente al doble de su tamaño.
Quitar el aire y estirar. Colocar en una asadera aceitada y salpicarla con la sal gruesa y abundante aceite de oliva. Cocinar en horno a temperatura media-alta hasta que se dore ligeramente.
Retirar del horno, cubrir con la mozzarella y espolvorear con el romero. Llevar al horno hasta que el queso se derrita. Servir enseguida.
Fuente de la receta: http://www.cocina.org

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