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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

CLASICOS DE LA COCINA EUROPEA

Destacan platos que no deben dejar de degustar los visitantes
Clásicos de la cocina en 10 países de Europa
 
Los variados platos mediterráneos han conquistado el mundo.
 
 

 

 

 

 

 

 

 

ambito.com - Las corrientes inmigratorias han marcado en la Argentina un amplio abanico de preferencias gastronómicas, fundamentalmente europeas, a las que se han ido agregando por moda o por nuevos arribos de otros orígenes. Así al asado y al puchero (versión criolla del cocido español) se fueron agregando platos provenientes de la cocina italiana, francesa, judía, alemana, árabe, y un largo etcétera en el que se han sumado en los últimos tiempos los de las cocinas orientales. Una reciente guía para viajeros señala aquellos menúes que se deberían degustar por imperdibles y por tradicionales en diez países de Europa, que están entre los más celebrados por el alto nivel de su gastronomía o porque son de paso habitual para buena parte de los viajeros.

En muchos lugares, según la región, el modo de preparar la misma receta puede variar enormemente. Igual ocurre en cada país europeo, aunque se trate de la misma receta, cada uno tiene su propio sello y firma gastronómica. Pero hay ciertos alimentos, algunos modos de elaborar, que han dado sello propio a regiones enteras, como es el caso de la cocina mediterránea. Ofrecemos los platos que «Five Stars International Gourmet» propone que los viajeros tengan en cuenta para probarlos en ciertos lugares de Europa. 

  • Alemania: pescados ahumados, el chucrut, los quesos de la región de Maguncia, las tartas (especialmente la de manzana, el famoso strüdel), y las variadas recetas de la zona del Sarre, que combinan la cocina alemana con platos de origen francés, y las famosas salchichas guarnecidas de mostaza, cocidas, hervidas, secas o fritas. Entre los platos típicos se destacan además, las costillitas de cerdo ahumadas, las albóndigas, la col rellena de carne picada, y los famosos pasteles frankfurter kranz y bethmTMmchen.  

    Austria: platos en base a embutidos, sobre todo salchichas, y los típicos como el rindsuppe, la selchfleish, y el gulash. Postres: vanillekipferl, krapfen y apfelstrudel. Estos platos son válidos para otros países del centro de Europa. 

    Bélgica: se destacan los chocolates, los «speculoos» (galletas de manteca), los quesos (más de 80 variedades, junto al clásico fromage de Herve) y el foie gras. Los platos típicos son el stoemp (papas, zanahoria, cebolla y salchichas), la ensalada liegeoise, las carbonadas flamencas, elaboradas con carne de ternera asada aderezada con finas hierbas y acompañada de cebolla, azúcar, vinagre y salsa de cerveza; los mejillones y la sopa cremosa de rodaballo.  

    España: gastronomía famosa en el mundo y de gran atractivo turístico por su variedad, va de lo más tradicional a la de vanguardia, la molecular. Entre los platos típicos están la famosa tortilla de papas, la paella, los pistos, el gazpacho, las migas, los embutidos (jamón serrano, chorizo, morcilla), los quesos. Son frecuentes los platos con legumbres como base (lentejas, garbanzos, alubias, etc.), los cocidos o potajes, aunque cada región los elabora con sus propias características, por caso la fabada o guiso de porotos con cerdo (en Asturias), platos en base a pulpo o lácteos (en Galicia), legumbres y menestras (en Castilla), la empanada, de cerdo, ternera, sardina, pulpo, bonito, y el pulpo á feira (son algunas de las grandes estrellas culinarias de Galicia). En postres: el flan, las natillas, el arroz con leche, las torrijas, las magdalenas y los churros, son clásicos. 
  • Francia: una de las gastronomías más refinadas y variadas ha difundido por el mundo el foie, las quichés, las crêpes, entre otros productos gourmet. Tanto en la costa noroeste como en la mediterránea hay pescados de calidad, ostras y mejillones, especialmente en la zona de Aquitania, Charente, Normandía y Bretaña. Se destacan la huerta, su variedad ganadera y los productos lácteos, sus más de 400 variedades de quesos, donde están los famosos brie, roquefort, camembert y los de cabra. Cada región posee su propia riqueza gastronómica. Foie gras, choucroute, quiché y tarta flambeada, en Alsacia. Cassoulet, confit de pato y hongos, en la zona del sudoeste. Pescados, mariscos y crêpes, en Bretaña. Los quesos, mariscos y los postres de manzana, en Normandía. Caracoles y ternera, además de su vino, en Borgoña, que es el protagonista del evento más importante de la vendimia cada año. Salchichón, pollo con crema, pularda trufada, en Lyon. Pescados a la parrilla, ensaladas, sopa de pescado, cocina mediterránea en Provenza. Gofres, carbonada de buey a la cerveza y la anguila ’au vert’ en la zona norte. Y en París: sopa de cebolla, sopa de puerro y papa, omelette, Chateaubriand, bife a la parrilla, pato a la naranja, entre otras exquisiteces. 
  • Grecia: ensaladas elaboradas con tomates, aceitunas y queso; los kebabs; los arní sóuvlas, elaborados con carne de cordero, y la moussaká, uno de los platos más populares, que es una especie de pastel de carne horneado elaborado con capas de carne picada de cordero con tomates, alternadas con otras de berenjena o papas y recubiertas de una salsa blanca. Postres: baklavas, pasteles de origen turco, con hojaldre, miel y frutos secos y rosquillas con sésamo. 

    Inglaterra: fish and chips (pescado frito con papas fritas); roast beef, carne asada con papas asadas, verduras y «gravy», salsa de jugo de carne y caldo; el shepherds pie, cordero picado con puré; el pastel de riñones, y las salchichas cocinadas en salsa y acompañadas con puré de papas. 

    Italia: pizza, calzone, lasaña, y todo tipo de pastas, espaguetis, macarrones, carbonadas, arroz, risottos, sopas y minestrones, variedad de carnes y pescados, fiambres como zampone (pie de cerdo relleno de carne), mortadela, salames, prosciutto de Parma (jamón crudo) o de Cecina. En postres se destacan los helados, tiramisú, elaborado con uno de los quesos típicos italianos, el mascarpone; el zabaglione, postre a base de huevo, marsala, azúcar y naranja.  

    Portugal: pescado a la parrilla, arroz con mariscos; cocido a la portuguesa, mezcla de carnes y verdura sabrosamente cocidos; callos al estilo de Porto, una variedad de feijoada, y no deje de probar un pastel de nata.  

    Suiza: rösti papas en juliana y braseada (a veces lleva jamón), es una clásica guarnición. Raclette, queso fundido sobre papa cocida. KTMsefondue (fondue de queso), fondue bourguignon (fondue de carne), papet vaudoir (con puerros y papas), salchichas cocidas y ahumadas. Los célebres chocolates, quesos como el emmental y el gruyére, el merengue de Berna, la tarta de nueces de Engandina y los schaffhausen que son pasteles rellenos de crema.
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