Hay tres países principales donde la tradición del té es más acusada, son China, Japón y la India, que son la cuna del cultivo de las variedades del té más extendidas en el Mundo.
Pero hablar del origen del té nos obliga a centrarnos en China.
El té está asociado a la cultura china desde sus inicios, tanto es así, que el nacimiento del té es mitológico. Esto se lo debemos al Emperador mítico Shen Nong (2738-2696 a.C.), perteneciente al período legendario que la historiografía ha denominado de los Tres Augustos y los Cinco Emperadores, pertenecientes a la dinastía Xia, que bajaron a la tierra cuando Pangu se paró a descansar, que según el mito creó el universo separando el cielo de la tierra.
Al Emperador Shen Nong, también llamado el Agricultor Prodigioso, en la mitología china le presentan como el inventor de la Medicina y de la Agricultura, y se le adjudica la escritura de libros como “Clásico de las raíces y hierbas” y el “Herbolario (Pen Tsao) o Compendio de materia médica”, donde se enumeran todos los animales, plantas y otros productos naturales, entre ellos el té, con sus correspondientes propiedades medicinales. Desde entonces, China comenzó a practicar la medicina tradicional y todo el desarrollo subsiguiente se basa en este compendio.
- Las fuentes
Antes de relataros el mito sobre el té, me gustaría hacer un inciso en relación a las fuentes en las que encontramos los mitos, son principalmente fragmentos breves en obras de Historia, filosofía o literatura, así podemos mencionar “Investigaciones en el mundo de los espíritus y las divinidades” del siglo IV d.C., “Libro del maestro Lie” o la “Historia general” del historiador Sima Qian (145-90 a.C.) y no podemos dejar de mencionar “Libro de los montes y los mares” iniciado entre el siglo VI y II a.C., obra que se revisó y se reescribió a lo largo de varios siglos.
- Mito sobre el origen del té
Se cuenta que el Emperador viajaba con su escolta y que después de tan largo viaje decidió descansar a la sombra de unos árboles para protegerse del sol y se sentó bajo un arbusto que no conocía. Entonces pidió un tazón de agua hirviendo, ya que tenía sed y era el único remedio que conocía para apagar la sed. Se lo llevaron y en ese momento cayó una hoja en el tazón del Emperador, de lo que no se dio cuenta y cuando comenzó a beber observó que desprendía un aroma a la vez dulce y amargo. Inspeccionó el fondo de su tazón y encontró la hoja culpable de ello. Y así, fruto de la casualidad nació el té.
Como vemos el origen del té nos lleva a tiempos remotos, pero que nos ayuda a ver, como nos cuenta Kakuzo Okakura en su obra “El libro del té” que el primer uso del té fue medicinal y fue más tarde cuando se extendió la costumbre de beberlo, y aunque en la cultura occidental hoy en día se vea mayoritariamente como una simple bebida o infusión, hemos de señalar que en la oriental no es así, podemos observar la importancia tanto socioeconómica, cultural y medicinal en las ceremonias china y japonesa del té, por ejemplo. Y debemos recordar que Shen Nong, al que tienen como inventor del té es también el inventor de la Medicina y de la Agricultura. Mito y realidad se funden alimentando el misterio y la magia que envuelven al té.
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