Hong Kong avanza hacia su meta de ser un paraíso de la gastronomía y el vino

Hong Kong avanza hacia su meta de ser un paraíso de la gastronomía y el vino

Hong Kong, 29 oct (EFE).- El secretario de Finanzas de Hong Kong no duda que la urbe asiática pueda ser promocionada como "un paraíso culinario y vitivinícola", y razones prácticas no le faltan, siendo la eliminación local de los gravámenes al vino la piedra angular del discurso, y en torno a la cual florecen actividades y réditos.

Por segundo año consecutivo, Turismo de Hong Kong ha organizado el Festival de la Gastronomía y el Vino, una cita para el último fin de semana de octubre y para la cual se han asociado estratégicamente con la región de Burdeos, acercando a la ciudad del sur de China el sabor y el modo de vida del sur de Europa.

El lugar elegido ha vuelto a ser el paseo marítimo West Kowloon Waterfront Promenade, ajeno a la circulación y a los característicos enjambres de rascacielos, y con vistas al fondo más fotografiado del Puerto Victoria.

Este año, el evento ha crecido tanto en días (del 28 al 31 de octubre), horas (hasta las 11 de la noche), espacio y expositores.

El festival, que en 2009 superó con creces las expectativas de los organizadores en cuanto a afluencia de público se refiere, reúne estos días 172 casetas dedicadas al vino, con bodegas de Argentina, Chile y España, si bien son las francesas las que dominan el recinto, aunque también pueden encontrarse de Canadá, China y Hungría.

El lado culinario de la cita está representado por 63 casetas de cocinas chinas, de otras regiones asiáticas y occidentales, muchas de las cuales presentan a los visitantes una selección de platos premiados por el gremio de los fogones.

Los jamones serranos e ibéricos, agua palentina y aceite murciano son algunos de los embajadores españoles en el Waterfront.

Pero además de la capa olfativa y del paladar, los organizadores han vuelto a ocuparse de los oídos y otras fibras sensibles con música y entretenimiento en vivo, algo inusual en el cotidiano hongkonés, donde la música al aire libre está asociada casi exclusivamente a la mendicidad.

Es más, los intrépidos artistas que osan tocar en público, suelen toparse con el rechazo del vecindario de turno, menos tolerante con los acordes musicales que con la asumida contaminación acústica que caracteriza a Hong Kong.

El festival de la gastronomía y el vino es parte de un calendario de actividades (que se alargará hasta finales de noviembre) centrado en el fomento de la cultura del vino en Hong Kong; con la Feria Internacional de Vino y Espirituosos, entre el 4 y el 6 de noviembre, como otro de los grandes exponentes.

Según datos del responsable de Finanzas, John C Tsang, desde la eliminación de los impuestos al vino en febrero de 2008, "la industria ha encontrado nuevas oportunidades de negocio. Desde la distribución, al almacenamiento, mercadotecnia, educación, etc", y 2010 "se perfila como otro año extraordinario" para el sector.

En los primeros ocho meses del año, las importaciones de vino a Hong Kong han aumentado un 73 por ciento con respecto al mismo periodo de 2009, hasta los 4.000 millones de dólares hongkoneses (unos 513 millones de dólares, 374 millones de euros).

En lo que se refiere a subastas de vino, la ex colonia británica (con 34 subastas en los últimos dos años y medio, y un neto de 192 millones de dólares, 140 millones de euros) se sitúa por detrás de la líder mundial, Nueva York, tras haber superado a Londres.

Tsang, tan pragmático como sus conciudadanos, ordenó y resumió ayer jueves, en plena inauguración del festival, las razones para celebrar un desarrollo aún mayor de la industria vitivinícola en Hong Kong.

"La primera es la creación de empleo. La segunda es que genera una actividad económica substancial. La tercera es celebrar el aumento de la notoriedad de Hong Kong como centro de subastas de vino. Cuarto, reúne comida maravillosa, buenos vinos y grandes amigos. Quinta y última, haber inspirado este gran festival".

Un orden que deja entrever la todavía incipiente cultura local del vino.