LOS JUNK FOOD
Instituto de los Andes - Panel: Dietética
Por Virginia Montet WASHINGTON (AFP) - Once grandes marcas estadounidenses de alimentación prometieron esta semana sumarse a la lucha contra la obesidad infantil y abstenerse de hacer publicidad de sus barritas de chocolate, cereales azucarados o patatas 'chips' con demasiada grasa.
Para evitar que una disposición legal les imponga el silencio, McDonald's, Coca-Cola, Mars y Kellog, entre otras, se comprometieron "voluntariamente" a restringir sus anuncios publicitarios de productos poco sanos ('junk food') en emisiones infantiles.
Cadbury anunció que "a partir de marzo de 2008" retirará de las pantallas la publicidad de sus chicles de mascar hiperdulces. Pepsico solo promocionará sus patatas ligeras en grasa y una bebida energética que será lanzada con imágenes de prácticas deportivas. La iniciativa, anunciada esta semana, fue promovida por la Comisión Federal de Comercio y el Consejo del Better Bussines Bureau, una organización de autorregulación de la publicidad, mientras que los anuncios de alimentos dietéticamente cuestionables fueron incluidos en la 'lista negra' por numerosos estudios.
Cerca de 20% de los niños estadounidenses padece obesidad, un porcentaje que se triplicó en 40 años. Los jóvenes se exponen a 3.000 mensajes publicitarios por día en la televisión, internet, en las revistas e incluso en los autobuses escolares, destacaba recientemente un estudio de pediatras estadounidenses. En los programas infantiles de la televisión, un tercio del tiempo de publicidad está dedicado a golosinas, otros tercio a cereales y el 9% a comida rápida.
Una promoción tanto más importante cuanto que los niños tienen una influencia considerable sobre la compra de patatas y cereales, que representan un mercado de 500.000 millones de dólares. "Es un gran avance que estas compañías acepten vincular su publicidad a normas nutricionales", declaró a AFP Elaine Kolish, directora de la iniciativa en el Better Business Bureau. "Queremos tomar parte en la solución y queremos ayudar a las familias a hacer buenas elecciones", afirmó en un comunicado Chris Shea, vicepresidente de General Mills, uno de los grandes fabricantes de cereales chocolatados y multicolores.
Las reglas son flexibles, lamentan por su lado las organizaciones de consumidores, poco impresionados por un proceso que es enteramente voluntario. "Cada empresa define sus propios criterios nutricionales", critica Susan Linn, fundadora de la organización de defensa de los consumidores Campaña por un Infancia Libre de Publicidad (CCFC), con sede en Boston. "Este enfoque individual de cada empresa sembrará la confusión entre los padres", señaló en un comunicado la organización internacional Consumers International, con sede en Londres.
"Lo que sucederá es que los fabricantes modificarán la presentación de sus productos para adaptarse. En lugar de 13 gramos de azúcar por porción, pasarán a 12 gramos por ejemplo", explica Linn a AFP.
Linn prevé asimismo la aparición de anuncios publicitarios de juguetes con el nombre de las marcas en reemplazo de los productos mal vistos de estas marcas. "Se verán juguetes M y M's o Coca-Cola. !Ya se los puede ver en internet!", afirma. "Continuaremos presionando para (que se apruebe) una legislación", indica la fundadora de CCFC. "Es un error esperar que los empresarios sean los guardianes de la salud pública", agrega.
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