En plena crisis mundial de alimentos, la papa está siendo revalorizada como un regalo de la naturaleza. Es el tercer cultivo alimenticio más importante del planeta después del trigo y el arroz, y viene en tal variedad, que tan sólo en la región andina existen más de 5.000 tipos diferentes. Cada año se producen más de 320 millones de toneladas de este producto en el planeta y es una planta resistente a las sequías. En la India es parte importante de la dieta de millones, tanto como vegetal como alimento básico. Los países en desarrollo producen más papa que los países ricos. Esto no sólo provee un importante alimento sino que es una potencial fuente de ingresos, como en Kenia. La patata, como también se le conoce en España, se produce en 130 países, desde Chile hasta Groenlandia. Es ingrediente fundamental de la dieta de muchas regiones, como Asia Central. La papa fue domesticada en los alrededores del Lago Titicaca hace unos 10.000 años. La gente aprendió a usar las bajísimas temperaturas de la noche y el calor del día para deshidratar el tubérculo y almacenarlo seco. Una de las técnicas todavía vigentes consiste en caminar descalzo sobre las papas para descascararlas. Debido a su adaptabilidad a muchos terrenos, la papa en general no suele ser un producto de exportación. Esto ha permitido que su precio se mantenga relativamente estable, al tiempo que el precio de otros alimentos básicos se ha puesto por las nubes. La papa produce más, en menos tiempo y en menor espacio que cualquier otro cultivo alimenticio. Países como China se han volcado a este tubérculo para alimentar a sus crecientes poblaciones. Es también el mayor productor en el mundo, con una producción anual de 70 millones de toneladas. Una papa de tamaño medio hervida contiene casi 3 gramos de proteína, la mitad de la dosis diaria de Vitamina C, además de una buena cantidad de Vitamina B, así como hierro, potasio y zinc. No tiene grasa y equivale a 100 calorías. Según el Centro de la Papa, el tubérculo no sólo está alimentando a millones de personas hoy, sino que es el alimento del futuro. |
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