DIETAS BAJAS EN FOLATOS Y VITAMINAS
Las dietas bajas en folatos y en vitaminas B6 y B12 están relacionadas con un mayor riesgo cardiovascular
Así lo ha dado a conocer el doctor Manel Esteller en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, que también ha destacado que el ambiente y el estilo de vida “pueden influir en la expresión y actividad de determinados genes que no vienen determinados por el ADN” |
Madrid - AZPrensa - El director del Laboratorio de Epigenética del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, el doctor Manel Esteller, ha señalado, en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, que tanto el ambiente como el estilo de vida “pueden influir en la expresión y actividad de determinados genes que no vienen determinados por el ADN, es lo que los científicos conocen como alteraciones epigenéticas".
Los expertos se cuestionan cómo se produce exactamente la interacción entre factores externos y genes. “Cuando se descubrieron los oncogenes, hace 25 años, se pensó que ya se había descubierto la causa del cáncer. Después se vio que no era así”, ha destacado el doctor Esteller. Los genes y sus mutaciones son sólo parte de la historia del cáncer, “la otra son cambios epigenéticos”. Aparte de en Oncología, es posible conocer algunas alteraciones de este tipo asociadas a enfermedades neurodegerativas y cardiovasculares. Esteller ha explicado que “en la formación de la placa de ateroma se han identificado algunas alteraciones concretas relacionadas con dietas bajas en folatos y en vitamina B6 y B12 que provocan una pérdida de metilación del ADN y se asocian a un mayor riesgo cardiovascular”.
El experto ha añadido que otras variantes genéticas como la MTHFR son también responsables de un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y "existen otras lesiones relacionadas con la modificación de las histonas que pueden estar provocadas por elevados niveles de LDL o VLDL”.
En lo referente a la aplicación de la genética en el manejo de ciertas enfermedades, el doctor José María Ordovás, director del Laboratorio de Nutrición y Genómica de la Universidad de Tufts, en Boston, ha explicado que “por primera vez podemos empezar a sentirnos optimistas con los resultados de estudios genéticos aplicados a enfermedades complejas como las patologías cardiovasculares. Los avances son espectaculares y ocurren casi a diario teniendo en cuenta, además, que estas enfermedades son las que lideran el conocimiento científico al tratarse de una patología muy extendida y de alto impacto en la salud pública”. El problema de esta profusión científica, ha comentado, es que la cantidad de datos generados es totalmente inmanejable debido a que la tecnología ha experimentado un salto increíble que no ha sido acompañado por las técnicas estadísticas.
0 comentarios