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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

FRUTAS Y VERDURAS PARA LOS NIÑOS

MADRID, 8 (EUROPA PRESS) - Los padres tienen que ser "inflexibles" a la hora de incluir frutas y verduras en la dieta diaria de sus hijos si quieren que en el futuro "gocen de una buena salud", según afirmó hoy a Europa Press la coordinadora de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la doctora Lucrecia Suárez.

Esta experta considera que la propuesta realizada hoy en la Comisión Europea de cofinanciar con 90 millones de euros planes de distribución gratuita de frutas y verduras en los colegios europeos, con el objetivo de crear hábitos saludables entre los escolares y combatir la obesidad infantil, es "ideal" siempre y cuando se acompañe de otras acciones y no se quede en un mero "gesto simbólico", comentó la doctora Suárez.

"Invertir 90 millones de euros en fomentar el consumo de frutas y verduras es la mejor forma que tiene Europa de invertir en la futura buena salud de sus ciudadanos", aseguró la experta. No obstante, "para que esta inversión produzca beneficios visibles es imprescindible que los padres se involucren y se empapen con este tipo de propuestas", añadió.

"Es necesario que los padres reciban una educación saludable para que, cuando el niño empiece a rechazar y a aceptar determinados alimentos, ellos tengan el criterio suficiente para saber que el niño no puede decidir la alimentación que le conviene y no puede comer sólo lo que le gusta", dijo la doctora.

La opinión de la AEP es que todas las estrategias encaminadas a llamar la atención sobre el problema del sobrepeso, intentar modificar los "malos hábitos alimentarios" para prevenir el sobrepeso (y corregirlo cuando exista) son "positivas" para tratar un problema que afecta a más de 1.000 millones de personas en el mundo.

RECUPERAR LAS PAUTAS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA.

En la misma línea, el secretario general de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), el doctor Manuel Gargallo, comentó que "no se debe criticar esta medida de manera aislada". Es una propuesta "positiva" porque en los países occidentales la calidad de la alimentación infantil "se ha ido deteriorando de manera progresiva", explicó el doctor Gargallo.

"Hemos evolucionado hacia una alimentación con un fuerte protagonismo de la comida rápida y los alimentos hipercalóricos e hipergrasos, todo ello con una influencia claramente comercial que ha propiciado que la incidencia de la obesidad infantil se este disparando en los últimos años", aseguró.

El consumo de frutas y verduras es "muy importante" porque todas las encuestas coinciden al decir que a los niños de ahora "no les gustan ni las frutas ni las verduras", a lo que los padres responden escogiendo la "vía fácil", "si no les gustan, que no las coman", sentenció el doctor.

"Regresar a los orígenes", volver a la dieta mediterránea, a las frutas, las verduras y el aceite de oliva, sería algo "realmente positivo para la juventud", aseveró el experto. Sin embargo, por mucho que lo intenten las administraciones públicas, "será difícil cambiar los malos hábitos alimenticios de los jóvenes sin contar con una colaboración activa de los familiares", afirmó.

Para el doctor Gargallo, el rol de los padres es "trascendental" si tenemos en cuenta que este tipo de medidas, si no consiguen convencer e involucrar a los padres para que las prolonguen en los hogares, están "condenadas al fracaso". Una buena opción sería sensibilizar a los progenitores a través de los hijos, "a modo de toque de atención". "Si los padres ven que en el colegio los niños comen fruta, se pueden animar a hacerlo también en casa", dijo.

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