NUTRICION EN EL TERCER MILENIO
El correo digital - Una persona sana no se define sólo por la ausencia de una enfermedad, también por su aspecto, su peso y su alimentación. Lo que comemos define en gran medida lo que somos, según puso sobre la mesa ayer Margarita Alonso, directora de la diplomatura de Nutrición Humana y Dietética, en el curso de verano 'Ciencia y salud'
-¿Nos alimentamos bien?
-La obesidad surge en los países desarrollados porque hay un aumento de la oferta alimentaria. Tal y como dice la Organización Mundial de la Salud se está convirtiendo en la epidemia del siglo XXI porque es causa del 66% de las muertes a nivel mundial y si no se interviene en el 2020 será del 73%.
-Una cifra muy elevada
-Sí. Pero además se está constatando que la obesidad está aumentando en todos los países pero que en España, sobretodo entre los niños, se ha incrementado de forma muy llamativa. A nivel infantojuvenil, se ha pasado de un 4,9% de la población que era obesa en 1984 al 13,9% que lo era en el 2000 cuando ya el 26% tenían sobrepeso.
-¿Qué causas justificarían ese ascenso tan fuerte?
-Hemos cambiado mucho. No sólo a nivel socioeconómico con la globalización de los mercados y por la influencia de la televisión, también por el sedentarismo. Por ejemplo, disponer de mando a distancia y no tener que levantarnos para cambiar de canal supone a lo largo del año dejar de recorrer unos cuantos kilómetros
-Para revertir esta situación, ¿qué tendríamos que hacer en el plano físico y en el alimenticio?
-A nivel alimentario lo único que hay que hacer es mantener una dieta saludable, con 4 ó 5 comidas diarias, porque cada vez que ingerimos alimentos se gasta un poco más y además se evita la sensación de hambre que lleva a comer más. Es mentira que se engorde más si se come más veces. También sería muy importante reducir las raciones y cambiar el tipo de alimentos. Por ejemplo, las grasas tienen más del doble de las calorías que los hidratos de carbono, pero cada día se consumen más porque los alimentos que las contienen son más fáciles de conservar y de recalentar.
-¿Cada vez tenemos menos tiempo para cocinar?
-Sí. El ritmo de vida y la desaparición del ama de casa como tal ha influido mucho en el cambio de dieta. En los estudios europeos antes siempre destacaba la calidad de las elecciones alimentarias de las mujeres españolas.
-¿La situación es igual en el medio rural y en el urbano?
-Sí. Hemos hecho un estudio nutricional con 5.127 niños de Castilla y León de 0 a 18 años de los medios rural, urbano y suburbano hay muy pocas diferencias.
-¿Qué papel debería jugar la escuela?
-Uno fundamental porque cada vez hay más niños que comen en los comedores escolares. Esos espacios deberían ser una verdadera escuela de aprendizaje sobre la forma de comer y el valor de una buena alimentación.
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