Creer que una comida es saludable da más hambre

www.neomundo.com.ar

Cuando el objetivo es bajar de peso podría ser contraproducente darse ánimos pensando que los alimentos dietéticos son sanos. Se descubrió que las personas que comen un plato que consideran "sano" podrían, más tarde, tener más sensación de hambre que aquellos que disfrutaron del mismo alimento pensando que era "delicioso".

A dichas conclusiones llegó un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago (Estados Unidos) que analizó el impacto de las percepciones de la comida sobre la sensación del hambre o saciedad.

"Cuando una persona come un alimento saludable siente más hambre que si no hubiera comido nada o si hubiera optado por un plato que no asociaba a la salud", sostuvo Ayelet Fishbach, el principal autor del estudio.

UNA PATOLOGÍA PREVENIBLE

El diseño de dietas efectivas para bajar de peso es muy importante hoy en día debido a la actual epidemia de obesidad. La Organización Mundial de la Salud calcula que actualmente hay 1.600 millones de adultos con sobrepeso y 400 millones con obesidad. Esta institución predice que este serio problema seguirá empeorando, ya que estima que para 2015 estas cifras crecerán a 2.300 millones de adultos con sobrepeso y 700 millones con obesidad.

Para combatir esta enfermedad, que trae múltiples problemas de salud, los especialistas recomiendan cambiar las pautas alimenticias para disminuir el consumo de calorías de las grasas, ingerir menos azúcar, reemplazar las grasas saturadas por las insaturadas, y comer más frutas, verduras, granos integrales y legumbres. Hacer actividad física regularmente también es un factor fundamental para recuperar y mantener un peso normal.

HAMBRE Y SALUD

Los investigadores de Estados Unidos realizaron una serie de experimentos. En el primero de ellos todos los voluntarios, que eran estudiantes universitarios, probaron la misma barra de proteínas.

Sin embargo, los científicos dijeron a la mitad de ellos que esta barra era un alimento sano, mientras que la otra mitad de los participantes escuchó que la misma comida era "saludable". Un rato después, los jóvenes que comieron la barra "saludable" tenían más hambre que los voluntarios que ingirieron esta comida pensando que era muy rica.

Un tercer grupo de voluntarios no comió la barra pero los investigadores les pidieron que la inspeccionen. Más tarde, resultó que estos estudiantes tenían la misma hambre que los participantes que habían ingerido la barra creyendo que era saludable.

Al ver estos resultados, los científicos concluyeron que comer pensando que el alimento es saludable genera tanto hambre como no ingerir nada.

El otro experimento siguió las pautas del primero, es decir que los voluntarios comieron un pedazo de pan descripto como saludable o delicioso. Pero para medir su hambre, los científicos contaron la cantidad de pretzels que los participantes comieron un poco después. Los que habían ingerido el pan considerado delicioso agarraron muchos menos pretzels.

"Uno de los desafíos de perder peso es que las personas tienden a compensar sus éxitos parciales comiendo de más, y terminan ganando más y más peso", afirmó Fishbach.

Más información y noticias de salud en WWW.NEOMUNDO.COM.AR