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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

SOBRE LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS

Me permito enviarte unas líneas para discrepar democráticamente con lo planteado por tu amigo David, en aras de la transparencia y veracidad que debemos mantener en la información que difundimos por esta vía a los compañeros de la promoción. Mucha de la información que se difunde por los opositores no está debidamente acreditada a nivel científico yo ha sido refutada por los expertos internacionales en cada tema (e.g. los artículos de Arpad Pusztai).

En el debate actual sobre la tecnología de los cultivos transgénicos subyace esencialmente el innato temor del hombre a lo desconocido ante la aparición de una nueva tecnología.  Esto es natural y ya ha ocurrido en el pasado con otras avances tecnológicos como el telar mecánico, el tren, las vacunas, la energía nuclear, el micrroondas y el celular, por mencionar algunas. En todos los casos mencionados, se trató de una situación temporal que en relativamente pocos años fue superada a la luz de la realidad.  Por tanto, estoy convencido de que la única forma de combatir estos temores es mediante una honesta y sostenida campaña de información y educación a todo nivel basada en información veraz, comprobada y acreditada.

Lamentablemente, este temor natural a lo desconocido es alentado por algunas ONGs ambientalistas internacionales que no están difundiendo la información científica veraz, sino que están desinformando al público en todo el mundo con artículos pseudocientíficos.  Esto se viene haciendo esencialmente por razones políticas (e.g. barreras no arancelarias a OGMs de Europa a EEUU, donde este ultimo ganó la última instancia ante la OMC, con el apoyo de Perú) pero también ideológicas (el ambientalismo radical ha sustituído al comunismo como bandera), y la consecuencia es que se está retrasando el desarrollo, y al mismo tiempo la salud de la humanidad y del medio ambiente están siendo seriamente afectados.  Ellos tratan de acorralar a los científicos con la etiqueta de vendidos a las transnacionales (Monsanto), pero no aclaran porqué no se oponen con igual virulencia a otras transnacionales que operan en todo el mundo gracias a innovaciones tecnológicas propias o adquiridas (e.g. Microsoft). Los científicos que en el Perú apoyamos el desarrollo de la biotecnología moderna no tenemos ningún vínculo con estas empresas, y lo hacemos porque estamos convencidos que es necesaria y urgente para apoyar el desarrollo económico y social del pañis.  Eso sí, nos gustaría que esta tecnología ayude -con tiempo- a generar una transnacional peruana en algun nicho de oportunidad como nuestra biodiversidad.

La realidad en este tema de los transgénicos es la siguiente:

  • los cultivos y alimentos transgénicos comerciales han sido objeto de los estudios de bioseguridad más amplios, profundos, avanzados y prolongados por parte de las agencias responsables en los países que los producen, antes de ser aprobados para su cultivo y consumo, solamente después de haberse comprobado que los riesgos al ambiente son mínimos y manejables, y que los riesgos a la salud humana son inexistentes.
  • los transgénicos comerciales son inocuos a la salud: luego de 14 años de consumo de alimentos transgénicos en buena parte del mundo no ha ocurrido un solo caso de intoxicación, enfermedad o muerte.
  • la tecnología de los cultivos transgénicos es una herramienta segura e importante para alcanzar las metas del Milenio, en cuanto a alimentación y reducción de la pobreza rural.
  • la tecnología de los cultivos transgénicos es una poderosa herramienta para poner en valor nuestra agrobiodiversidad y poder alcanzad la competitividad global en algunos nichos específicos como la fibra de camélidos, acuicultora altoandina, alimentos andinos/amazónicos funcionales y nutracéuticos.

Lo anterior está debida y ampliamente fundamentado por miles de publicaciones científicas acreditadas internacionalmente (aquellas arbitradas e indizadas) y por las decisiones informadas adoptadas por las principales agencias de bioseguridad internacionales (e.g. APHIS-USDA, CFIA-Canada, EFSA-Union Europea, AESA-España, SAGPyA-Argentina, CTNBio-Brasil), y por las posiciones publicas adoptadas por las academias científicas más serias y avanzadas del mundo (e.g. Reino Unido*, Francia, Vaticano) y las organizaciones internacionales como la OMS** y la FAO.

En el área ambiental, es bueno recordar que el potencial flujo de genes de una variedad de cultivo transgénico a un pariente convencional es el mismo que pudiera existir entre un campo sembrado con una variedad fitomejorada por medios convencionales a un pariente silvestre o convencional. Sin embargo, dicho flujo de genes que es mínimo pero real, en la práctica no ha ocurrido en el mundo, porque para ello el agricultor debe "ayudar" y si no lo hace no ocurre.  Esto se comprueba en por ejemplo el valle de Urubamba donde subsisten cultivos de maiz gigante con otras variedades locales, coexisten sin problemas de "contaminación". El Proyecto LAC-Biosafety está investigando estos riesgos a nivel científico en Brasil, Costa Rica, Colombia y Perú, para evaluar hasta qué punto se produce o no una "contaminación" real cuando se trata de variedades fitomejoradas, con el fin de aportar conocimientos a las agencias reguladoras de bioseguridad de estos países para la evaluación de solicitudes de liberaciòn de cultivos transgénicos comerciales de cultivos que son de nuestra agrobiodiversidad: algodón, papa, maíz, yuca y arroz.  Ver:
www.lacbio.org

Justo en el área netamente ambiental, es donde los cultivos transgénicos se han convertido en los mejores aliados de la preservación y mejora del medio ambiente, y por cierto en aliados potenciales de los cultivos orgánicos. En efecto, el cambio global del clima nos plantea grandes desafíos en agricultura, alimentación y salud, sobre todo a nuestro país que depende en gran medida de los glaciares andinos para su seguridad alimentaria y para la agroexportación, pero nuestros glaciares ya tienen los días contados. La biotecnología moderna, incluyendo los cultivos transgénicos, es una de las pocas tecnologías que nos puede ayudar a enfrentar con éxito estos desafíos mediante:

  • la adaptación de los cultivos a las crecientes áreas desérticas, a las sequías, a la salinidad de los suelos y a las heladas, con lo que se puede mantener y aún elevar los niveles actuales de productividad y producción, sin tener que depredar la Amazonía o gastar miles de millones de dólares en obras gigantescas de irrigación en Costa con una vida limitada....
  • la generación de cultivos resistentes a a las plagas actuales y nuevas, con dos beneficios importantes:  (a) la reducción de pérdidas de cosechas, y (b) la reducción del uso de plaguicidas y la contaminación ambiental.
  • el aumento de productividad en los cultivos para producir más con la misma tierra sin tener que depredar el bosque tropical,
  • la adición de valor agregado a nuestra rica biodiversidad conociendo y manejando mejor sus genes útiles, única manera de preservar nuestra ventaja comparativa y así evitar que lo hagan solo los países desarrollados y "se nos acabe el queso",
  • mediante el aumento de la produccion y calidad de alimentos y fibras, a fin de evitar, por ejemplo:
(a) que nos devuelvan containers de Panamá con papas podridas por insectos,
(b) que dependamos de costosas importaciones de maiz duro para alimento animal (casi 2M de toneladas/años), 
(c) que entre en crisis nuestra industria textil y la agricultura de algodón, y
(b) que nuestros campesinos andinos estén condenados a vivir en la pobreza con tecnología agrícola y ganadera arcaica.

Sobre los transgénicos lo más democrático es dejar que sean los propios actores -agricultores, industriales y consumidores- quienes tomen ellos mismo las opciones tecnológicas que consideren más adecuadas.  Me explico, ¿porqué se trata de prohibir los transgénicos y no se deja la libre opción a los campesinos de decidir?  ¿no es esto profundamente antidemocrático?

Por otro lado, Perú no es una isla sino que actúa en un mundo globalizado donde la competitividad es la única vía para asegurar la sostenibilidad a futuro.  Se trata de integrarnos a la Sociedad del Conocimiento: el mundo ya está embarcado en la sociedad de la información y ahora estamos dando los primeros pasos en la nueva sociedad de la bioeconomía.  Tanto países desarrollados como emergentes están invirtiendo fuertemente en generar las capacidades humanas y materiales para competir con éxito en esta nueva bioeconomía.  China, India, Brasil han apostado por la biotecnología moderna, incluyendo los transgénicos, para su desarrollo.

En China, en noviembre de 2009 se aprobó la comercialización de una variedad de arroz transgénico Bt resistente a insectos, y una variedad de maíz transgénico con fitasa que permite a los cerdos digerir mejor los fosfatos (se potenciará el crecimiento animal y se reducirá la contaminación por fosfatos).  En la India han adoptado hace 5 años el algodón GM resistente a insectos y han abaratado los costos de producción, hecho que ha creado serios problemas a la industria textil peruana.  En el caso del Brasil, apuntan a la caña de azúcar para asegurar su dominio global en la tecnología del bioetanol, y a la yuca biofortificada para asegurar alimento básico a la población, entre otros desarrollos. Colombia ya adoptó el algodón GM y el maíz GM. Todos los países de América del Sur -con excepción de Perú, Ecuador y Venezuela- ya están produciendo transgénicos.  Casi todos los países latinoamericanos están dedicando importantes recursos para investigar la aplicación de los transgénicos a sus propias necesidades, por ejemplo en la vid y las plantaciones forestales en Chile.

Recordemos una regla de oro en el desarrollo económico:  se debe siempre sopesar los costos por la demora en la adopción de tecnologías.  La moratoria por 8 años en Brasil les costó más de US$3,000 millones solamente por no haber adoptado a tiempo la soya GM; en ese mismo período (1998-2005), Argentina percibió más de US$ 20,000 millones en beneficios directos y $ 40,000 millones en beneficios indirectos.  En el Perú la no adopción ya le está costando enormes sumas aún no cuantificadas a nuestros agricultores de algodón, maíz y papa, así como a los industriales textiles, de alimento animal, y de alimentos humanos, así como a la sanidad humana y ambiental.

Finalmente, en archivo adjunto les envío un reporte de consultoría sobre algunos mensajes que se dirigen especialmente a las preocupaciones de los ciudadanos y consumidores acerca de los cultivos genéticamente modificados o transgénicos. Espero que sea útil para aclarar conceptos.

Un abrazo,

Ing. Javier Verastegui


*   Royal Society, UK: 
http://www.ecologiablog.com/post/2447/la-royal-society-apoya-los-transgenicos
**  Ver:  http://www.who.int/foodsafety/publications/biotech/en/20questions_es.pdf 

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