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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

EL CHAMPAGNE Y LA COMIDA JAPONESA

Las doradas y finas burbujas del cava han conquistado la cocina nipona. Muchos restaurantes japoneses de todo el mundo han optado por él como la perfecta bebida para maridar con los platos de éste impresionante país. En el propio Japón hace ya tiempo que el cava se introdujo con un éxito arrollador.

Cada vez más, el comensal busca nuevas tendencias culinarias. Platos originales en los que encontrar sabores y texturas que sorprendan. Y junto a ello, la irrupción del espumoso está desplazando al tradicional sake a la hora de maridar el sushi o cualquiera de los platos de esta rica y sana gastronomía. Sus burbujas y la suave y seca textura en boca lo convierten en el complemento ideal para platos tan exquisitos como el sushi y el sashimi.

01 - El champán o champaña, del francés champagne, es un tipo de vino espumoso con denominación de origen controlada, elaborado conforme al método champenoise en la región de Champaña, Francia. Se trata generalmente de un vino blanco, aunque también existe el champán rosado, que se elabora a partir de varios tipos de uva, la mayor parte tintas.

El cava es refrescante sin que posea demasiado gas, ideal para la cocina asiática en general y la japonesa en particular. Se está apostando por el maridaje de este espumoso con la cocina oriental y es cada vez más habitual que los restaurantes especializados lo ofrezcan junto a sus sofisticadas elaboraciones. Tengamos también en cuenta que la cocina japonesa posee sabores limpios y nítidos, el producto base siempre se distingue, a lo que hemos de sumar que se presenta en formato de bocados listos para ser degustados, por lo que el cava va muy bien al limpiar la boca y permitir apreciarlos. En el caso de los pescados, el cava porta un perfecto equilibrio de sabores al acompañar los diferentes tipos con los que se elabora el sushi y el sashimi. Logra de esta manera que ninguno sobresalga por encima de los demás.

Pero es también importante la nueva forma de tomar este vino, permitiendo la expansión del cava tanto en el mercado interior como en el resto del mundo.  Hasta ahora, se relacionaban los espumosos con fiestas y ocasiones especiales. La variedad de matices y texturas que presenta el cava en sus distintas modalidades lo convierte en el acompañante ideal de prácticamente cualquier comida. Por eso no es de extrañar que la cocina mediterránea también se esté dejando seducir por el encanto de un buen espumoso. Son extremadamente polivalentes, no se quedan cortos ante una carne ni sobresalen con el pescado. Y lo más importante, son de paso fácil e incitan a seguir comiendo y bebiendo.

Pero volviendo a su idoneidad para con la gastronomía de Japón, algunas cifras lo dejan claro. La exportación española a Japón ha venido creciendo exponencialmente año tras año. Junto a Alemania, Bélgica, Reino Unido y EEUU, Tokio se ha convertido en destino de nuestros cavas. En los últimos diez años hemos pasado de exportar a este país de tres millones de botellas a casi ocho millones. Eso sí, este mercado presta especial atención a la calidad, apostando por marcas que no siempre son las más conocidas en el mercado interior de nuestro país, pero que dejan de lado las altísimas producciones y apuestan por la excelencia del producto final. De ahí que pese a que el número de botellas sea inferior al que se exporta a otros países, el monto económico sea mayor al no apostar este mercado por las marcas blancas y si por bodegas que elaboren buenos productos.

Recientemente tuvimos la oportunidad de disfrutar de lo adecuado de este tipo de maridaje y además de comprobar que para ello no todos los cavas son iguales. Manrique Busto, director de Rincón Asturiano, llevó a cabo una excelente velada en la que los cavas se dieron la mano con el sushi y otros platos de factura oriental de una forma sublime. Pero como hemos afirmado, sólo las mejores elaboraciones han de ser elegidas en estos casos. Y con creces, los cavas de Oriol Rossell, dieron la talla. Representados por Jesús Colorado Naranjo, Director Comercial en Málaga de la distribuidora Millán Gourmet, esta bodega presentó cuatro espumosos que unidos a los platos que los acompañaron, hicieron las delicias de los comensales que, en esta ocasión, disfrutaron de la espléndida zona de terraza de este prestigioso establecimiento.

La familia Oriol Rossell elabora cavas y vinos de una calidad impresionante procedentes exclusivamente de las uvas de las 85 hectáreas que poseen. Practicando una viticultura cuidadosa y respetuosa con el entorno y la tradición, consiguieron unirse a esa otra tradición ancestral de la cocina japonesa con tal perfección, que estamos convencidos que productos de éste nivel son más que ideales para acompañar a cualquiera otra gastronomía en la que, como en la japonesa, la excelencia del producto junto a la maestría en la elaboración, sean norma.     

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