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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

07 TÉ

HISTORIA DEL TÉ

 
 
Revista Mundo Natural
 

 

El té es la segunda bebida más consumida del mundo después del agua. Existen más de 3.000 variedades. Se bebe desde hace miles de años y su consumo se ha extendido a casi todos los paises del mundo.

El término español "té" se deriva del dialecto chino amoy, en el que se pronuncia "tai". Surgió de los primeros contactos entre comerciantes holandeses y chinos del puerto de Amoy, en la provincia de Fujian.
Según la leyenda china, fue el emperador y erudito Shen Nung quien descubrió las propiedades beneficiosas del té. Una de sus sabias normas había sido la disposición de que, durante su reinado, toda el agua destinada para el consumo humano fuera previamente hervida.

Cuentan que un día, cuando Shen Nung estaba descansando junto a un árbol de té silvestre, una ligera brisa agitó las ramas, con tan buena fortuna, que algunas hojas fueron a caer en el agua que estaba hirviendo. La infusión resultante le pareció deliciosamente refrescante y reconstituyente y así fue como descubrió el té.

En ese entonces, la infusión se preparaba como medicina o tónico, con hojas tiernas de árboles silvestres. Para ajustar la oferta a una demanda creciente y garantizar una cosecha regular, los granjeros empezaron a
cultivar arbustos de té en sus pequeñas propiedades y se fue desarrollando un sistema de desecación y fabricación.

La popularidad del té creció rápidamente en China. Se entregaba como presente a los emperadores y empezó a encontrarse en tabernas, tiendas de vino y posadas. Incluso se usaban pastillas prensadas, como trueque en las relaciones comerciales con los turcos.

Los comerciantes de té se enriquecieron y los alfareros, plateros y herreros empezaron a fabricar elegantes artículos para tomarlo, que constituían un indicador de la riqueza y del nivel social de los propietarios.

La "edad de oro" del té corresponde a la época de la dinastía Tang. El té ya no era sólo un tónico medicinal, sino que se bebía tanto por sus propiedades reconstituyentes, como por placer.

Durante este periodo el té adquirió tal importancia, que un grupo de comerciantes encargaron al escritor Lu Yu que compilara el primer libro sobre el té, "Su Cha Ching", conocido como el "Libro Sagrado del Té", que
muestra claras influencias de la filosofía Zen y del Taoísmo. La forma de preparar el té, tan poética y bellamente expuesta por Lu Yu, quien veía en ella un modelo de orden y de la armonía que reina en todas las cosas, fue la que posteriormente sería introducida en Japón, precisamente por monjes practicantes del budismo Zen.

En la época de la dinastía Tang, las hojas tiernas recolectadas se hervían al vapor, se machacaban y se mezclaban con jugo de ciruela, hasta obtener una pasta compacta que se introducía en moldes, donde se prensaba para formar una especie de pastillas que se horneaban hasta quedar secas. Para preparar una infusión, se tostaba la pastilla hasta ablandarla para poder triturarla y se hervía el polvo resultante. Los sabores más habituales se obtenían añadiendo al agua cebollas dulces, jengibre, piel de naranja,
clavos o menta.

Más tarde, durante la dinastía Song, se preferían los aromas sutiles de los aceites esenciales de jazmín, de loto y de crisantemo.

El impacto que el té ha tenido en la historia y la cultura del pueblo chino es enorme. Entre las facetas más notables está su influencia en el desarrollo de una de las más importantes industrias tradicionales chinas: la porcelana. Aunque el arte de la porcelana había sido inventado en tiempos de la dinastía Tang, fue durante la dinastía Song cuando alcanzó el refinamiento que lo caracterizaría ya para siempre.

El té llegó a convertirse en un vehículo para la espiritualidad y la trascendencia. Sin embargo, su esplendor acabó drásticamente cuando en 1279, bajo el mando de Gengis Kahn, las hordas mongoles conquistaron Pekín y más tarde lograron apoderarse de todo el país.

Los invasores se interesaron poco por la cultura y las costumbres locales. La elite gobernante fue ajena a las sutilezas y refinamientos del té y éste pasó a ser un alimento más. Los mongoles lo tomaban con crema, acompañado de arroz o frutos secos. De hecho, cuando Marco Polo llegó a China, ni siquiera lo introdujeron al antaño imprescindible ritual del té. En sus escritos describe los esplendores de las ciudades chinas, pero no hay ninguna referencia al té.

A la muerte de Kublai Khan, sobrino de Gengis, comenzó a gobernar en China la dinastía Ming, que trató de revivir los antiguos esplendores. S volvió a practicar la ceremonia del té, al tiempo que la fabricación de la porcelana conocía un nuevo auge. Fue precisamente en esta época cuando se inventó el proceso de fabricación del té verde, tal como se sigue utilizando en la actualidad.

En 1644, China fue de nuevo conquistada, esta vez por los manchúes, quienes establecieron la dinastía Quing, que permanecería en el poder hasta el año 1912. Durante la dominación Quing, se inventaron los diferentes métodos para controlar la fermentación del té, lo cual dio como resultado las variedades oolong y negro. Desde entonces, las variedades del té se multiplicaron de un modo incesante.

Pero el hecho irreversible es que, al menos en China, el té nunca volvió ya a ser considerado como un refinado elíxir, capaz de estimular la poesía y la espiritualidad más sutil. Pasó a convertirse en la bebida popular por excelencia, como todavía lo sigue siendo en nuestros días.

Origen Japonés

Los japoneses nunca aceptaron por completo la leyenda del descubrimiento del té por el emperador chino Sen Nong. Para ellos, los secretos del té fueron traídos desde la India a China por Bodhidharma, el fundador del budismo Zen.

Se dice que al llegar a Cantón, le ofrecieron a Bodhidarma una celda en un templo de las montañas. Él hizo votos de permanecer nueve años despierto y meditando ; sin embargo, años después el sueño lo rindió. Al despertar, disgustado por su debilidad, se arrancó los párpados y furioso, los arrojó al suelo. En el lugar donde habían caído, nació una planta, como testimonio tanto de la debilidad como del sacrificio de Bodhidharma. Por ello, los monjes Zen recomiendan masticar las hojas en forma de párpado de dicha planta, para mantenerse alertas durante la meditación.

Se cree que las primeras semillas para cultivo las llevó Dengyo Daishi, un monje que estuvo estudiando en China y que a su vuelta las plantó en las tierras del monasterio. Cinco años después, sirvió una infusión elaborada con té de sus primeras plantaciones al emperador Saga, a quien, al parecer, le gustó tanto, que ordenó que se cultivase té en cinco provincias cercanas a la capital.

Cuando las relaciones entre China y Japón se deterioraron, el té dejó de ser apreciado y consumido en la corte japonesa, por tratarse de un producto chino. A principios del siglo Doce, la situación mejoró y otro monje japonés llamado Eisai fue el primero en visitar China. De vuelta, trajo consigo más semillas de té y las enseñanzas del budismo Zen.

El consumo del té y las creencias budistas evolucionaron de manera paralela y los japoneses desarrollaron una ceremonia compleja y única. Hasta la fecha, la ceremonia japonesa del té, Cha-no-yu, implica un modelo definido de comportamiento diseñado para crear un silencioso interludio durante el cual el anfitrión y los huéspedes tratan de revitalizarse espiritualmente y alcanzar la armonía con el universo.

La ceremonia del té capta los elementos esenciales de la belleza artística y de la filosofía japonesa. Combina cuatro ideas básicas : la armonía con las personas y con la naturaleza, el respeto por los demás, la pureza de corazón y espíritu, así como la tranquilidad. La ceremonia, que puede durar hasta cuatro horas, suele celebrarse en casa, en una habitación especial destinada a tal efecto, o en lo que se conoce como una "casa del té".

La llegada a Europa del té

El comercio con Oriente había estado siempre centrado en Venecia. A esta ciudad llegaban los exóticos tesoros orientales, básicamente seda, tintes y especias, para ser canjeados por mercancías europeas. Los mercaderes árabes fueron pioneras en llegar a China con sus caravanas y las primeras noticias sobre el té que los europeos conocieron fueron transmitidas por ellos.

Cuando el portugués Vasco de Gama logró hacer realidad el antiguo sueño de llegar a China por mar, se estableció una relación comercial con China basada en Macao. Los españoles, holandeses e ingleses se fueron incorporando a esta nueva ruta comercial, siendo recibidos siempre con gran frialdad por parte de las autoridades chinas.

El navegante holandés Jan van Linschooten publicó un relato de sus viajes a Japón, en los que detallaba la ceremonia japonesa del té. En 1606, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales llevaba a Europa el primer cargamento importante de té procedente de China.

Hacia 1630, la alta sociedad de Londres, Amsterdam y París se había aficionado por completo al té. Con la reducción de los precios, en las siguientes décadas el té fue conquistando a todos los países europeos; sin embargo, en muchos de ellos fue una moda pasajera. Alemania, por ejemplo, volvió rápidamente a su bebida tradicional: la cerveza. Francia, España y Portugal regresaron al café y al vino. Sin embargo, en Inglaterra, Irlanda y Rusia, el té llegó para quedarse.

Se dice que Anna, la séptima Duquesa de Bedford, fue quien tuvo la idea de tomar té a las cinco de la tarde, para evitar los tormentos del hambre entre el almuerzo y la cena. Por su parte, el Conde de Sandwich tuvo la idea de poner un relleno entre dos rebanadas de pan, el emparedado que en inglés lleva su nombre. Esta combinación de té y sandwiches pronto sirvió de pretexto para reuniones sociales.

El café Garraway de Londres fue el primer establecimiento público en el que se servía té. Su dueño anunció así la nueva y exótica bebida: "Activa el cuerpo, alivia los dolores de cabeza y la pesadez, elimina las obstrucciones del bazo, depura los riñones y es benéfico para los cálculos, facilita la respiración, protege de los sueños pesados, alerta el cerebro y refuerza la memoria".

Con el tiempo, el té se convirtió en una bebida popular, absolutamente indispensable y parte vital de la cultura en las islas británicas. Se le ligó a las diversiones de los jóvenes, siendo famosos los tés danzantes, que decayeron un poco durante la Segunda Guerra Mundial, pero que en algunas regiones perduran hasta nuestros días.

En un principio, todo el té consumido en Inglaterra era suministrado por los holandeses, pero los ingleses se decidieron finalmente a importarlos ellos mismos. La reina Isabel creó la Compañía de las Indias Orientales. Sus barcos, fuertemente armados para defenderse de los piratas, comenzaron a surcar los mares del Sur, trayendo de China cantidades de té cada vez mayores. Su poderío fue enorme, monopolizando durante 150 años todo el comercio inglés con China.

Los ingleses se dieron cuenta de que su comercio con China les resultaba altamente deficitario. Las importaciones de seda, porcelana y té excedían a sus exportaciones de lana, especias y algunos otros productos menores. La diferencia representaba grandes sumas de dinero. Por ello, en 1773 iniciaron un plan para aficionar a los chinos al opio hindú. El éxito fue inmediato.

Muy pronto, la adicción al opio desequilibró la balanza en sentido contrario y los cofres del tesoro chino comenzaron a vaciarse. Para detener los estragos que el opio causaba entre su gente, en 1800 el emperador prohibió su comercio, pero los ingleses hicieron caso omiso. En 1839 las autoridades chinas confiscaron 20,000 cajas de opio en el puerto de Cantón. Los ingleses atacaron a los chinos, iniciando así la primera de las cuatro guerras del opio.

Al finalizar cada una de ellas, los chinos fueron obligados a pagar fuertes indemnizaciones y a firmar un armisticio cada vez más desfavorable. Pero las desgracias para los chinos no terminaron ahí. En el horizonte se perfilaba ya lo que acabaría con su monopolio de muchos siglos sobre el comercio del té : las plantaciones de la India.

En 1823, unos nativos del norte de la India le ofrecieron cierta infusión al mayor Robert Bruce, de la guarnición de Assam. Convencido de que aquello no era otra cosa que té, pidió que se le mostrara la planta de procedencia y de inmediato mandó una muestra al jardín botánico de Calcuta, donde fue clasificada como Camellia assamica.

En 1838, un cargamento de té de Assam llegó a Londres, provocando los elogios más entusiastas por parte de los expertos, iniciándose a partir de entonces una verdadera "fiebre del té" en la India.

También prosperó en la isla de Ceilán, hoy Sri Lanka, que había sido una gran productora de café, hasta que una plaga destruyó todas las cosechas. Entonces, sus agricultores decidieron optar por el té. Actualmente, Sri Lanka es el tercer productor de té en el mundo.

Debido a los modernos métodos de cultivo establecidos por los ingleses y a la mecanización de los procesos de producción, en el último cuarto del siglo Diecinueve las exportaciones indias del té ya habían superados a las chinas, permaneciendo la India hasta el día de hoy como el principal productor y exportador mundial de té.

Rusia

La infusión llegó oficialmente a Rusia cuando el embajador chino le regaló al zar Alexis varios cofres de té.

En 1689, Rusia y China firmaron un tratado, estableciendo sus fronteras y acuerdos comerciales. Para mantener alejados a los extranjeros, los chinos exigieron que todas las transacciones se llevaran a cabo en un puesto fronterizo, distante casi 2,000 Kilómetros de Pekín y 5,000 de Moscú. El té era cargado en mulas a través de escarpadas montañas y después, a través del desierto del Gobi, era transportado por una caravana de camellos. Los rusos descargaban las pieles y cargaban sus camellos con el té y la seda, viajando de vuelta a través de Mongolia y Siberia, durante un año.

Debido a eso, el té en Rusia fue un artículo de lujo, hasta que la inauguración del ferrocarril transiberiano en 1800 generó una drástica reducción en los precios y la totalidad del pueblo ruso se convirtió en ferviente devota del té, como sigue siéndolo en la actualidad.

El té transportado a lomos de camello no iba en cofres de madera, sino en sacos. El humo de las de los campamentos iba impregnando poco a poco el té, confiriéndole un aroma especial, un poco ahumado, que fue durante muchos años la característica distintiva del té ruso.

Estados Unidos

El té era muy popular entre los ingleses que poblaban las nuevas ciudades americanas, sobre todo Boston. Pero en 1773 ocurrió un hecho que cambiaría para siempre la historia del té en los Estados Unidos. Unos colonos, conocidos como "Los hijos de la libertad", para protestar por los elevados impuestos del té, se disfrazaron de indios y echaron al agua un importante cargamento de té que se hallaba a bordo de unos navíos de la Compañía de las Indias Orientales, fondeados en el puerto de Boston. Inglaterra se enfureció y tomó represalias, pues al parecer los impuestos sobre el té eran destinados precisamente para las guarniciones militares de la colonia. El hecho es que la "Boston Tea Party", o "Fiesta de Té de Boston", como es conocido el incidente, fue uno de los sucesos que desencadenaron la guerra de la independencia de los Estados Unidos.

Después de la "Boston Tea Party", todos los patriotas cambiaron el té por el café, por lo que, al contrario de lo ocurrido en otros países colonizados por los ingleses, el consumo de té en los Estados Unidos fue siempre mínimo, aunque recientemente se ha puesto de moda el té verde, recomendado como una bebida sana.

En 1904 aparecieron en los Estados Unidos dos inventos casuales que revolucionarían para siempre el comercio del té en el mundo occidental.

En ese año, el comerciante neoyorkino Thomas Sullivan mandó a sus clientes muestras de sus mezclas de té en bolsitas de muselina. La sorprendente comodidad con que se preparaba el té con aquellas bolsitas hizo que
recibiera en pocas semanas cientos de pedidos. El primero en patentar una bolsita de té fue Thomas Lipton.

Por otro lado, en la Feria Mundial de San Luis, el inglés Richard Blenchynden ofrecía en su stand té de la India. Debido al intenso calor reinante, las ventas no se estaban desarrollando como él esperaba, por lo que se le ocurrió servir el té con hielo. El éxito del té helado fue instantáneo, dando origen a una floreciente industria.

Tipos de té

Todos los tés provienen de las hojas de la Camellia Sinensis, una planta perenne de la familia de las camelias que crece en climas subtropicales. Se clasifican en tres tipos, según cómo se los procese: negro, verde y oolong. Las 3,000 variedades de té se deben a diferencias tales como clima, región y condiciones de suelo.

El verde es té sin fermentar. Las hojas son calentadas con vapor, lo que permite que el color y sabor sean lo más parecido posible a los de las hojas de té en verde.

El té negro se obtiene triturando las hojas recién cosechadas y dejándolas expuestas al aire. Este proceso de fermentación cambia el color de las hojas, de verde a café y, una vez secas, a negro, lo que produce un sabor delicioso y un color profundo.

El procesamiento del té oolog es igual al del té negro, salvo que el tiempo de procesamiento enzimático es más corto, lo que produce un color y un sabor intermedios entre los del té verde y el negro.

Los tés aromatizados son el resultado de mezclar tés ya procesados, con especias, hierbas, pétalos de flores o aceites de frutas.

Entre los tés aromatizados clásicos están los de jazmín y rosas. Entre los nuevos tés aromatizados existe una gran variedad. Los más populares son de cereza, cítricos, canela, menta y frutos del bosque.

El Earl Grey, después de 100 años, sigue siendo el té perfumado más famoso del mundo. Se trata de una mezcla a la que se añade esencia de bergamota. Earl Grey significa Conde Grey y se dice que fue mezclado por un mandarín chino para dicho personaje, quien fuera primer ministro británico, en agradecimiento por haber terminado con el monopolio de la Compañía de las Indias Orientales.

La degustación del té la realizan los corredores de té, quienes los catan antes de la subasta. El degustador actúa de modo similar al catador de vinos: sorbe el té rápidamente, a fin de que llegue a las papilas gustativas y luego hace circular el liquido en la boca para apreciar el sabor, antes de echarlo en una escupidera especial.

Los grandes tés se envasan y comercializan puros; son de excelente calidad, con el nombre de la plantación. Otros se mezclan con tés de otras plantaciones o áreas de producción. La razón es que los tés de cada
plantación, como el vino, pueden variar de sabor y calidad de un año a otro. Algunos prefieren los tés puros y disfrutar de estas sutiles variaciones, mientras que otros prefieren que cada vez que compren un tipo de té, el sabor de la infusión sea idéntico.

Después del agua, el té es la bebida que más se consume en el mundo. Cada día se toman 1,500 millones de tazas de té. Su preparación está abierta a la imaginación y al gusto de cada pueblo.

En China, los tés más populares son los verdes y los aromatizados. En los hogares siempre se ofrece té a las visitas, y en los restaurantes se sirve, antes de la comida y como digestivo. En las fábricas y oficinas hay unas teteras grandes con agua hirviendo y bolsitas de té en cada escritorio. Los trabajadores del campo se llevan calabazas o tarros con té para tomar durante el día.

Casi todos los salones de té tradicionales se cerraron durante la Revolución Cultural, en la que beber té se consideraba una "actividad de ocio improductiva", pero ahora los salones más famosos han sido renovados y han recuperado la popularidad de antaño.

En Japón, el té preferido es el de hoja verde y miles de hombres y mujeres asisten a unas escuelas especiales para aprender a realizar la ceremonia del té. Sin embargo, las cosas están cambiando y ya son muchos los que beben té negro con leche, al estilo británico.

En el Tíbet, el té se considera una ofrenda sagrada y se prepara diariamente con gran esmero. Para preparar el té verde salado o tsampa, se muele un trozo de té prensado, se hierve unos minutos en agua, se cuela y se mezcla con mantequilla de yac, un animal parecido a la vaca, y sal. Se sirve con una tarta de cebada o maíz.

El té es la bebida favorita de los indios. Se sirve al estilo británico, o también se hierve con agua, leche y especias. En los puestos callejeros se vende té muy fuerte con azúcar y leche. También es habitual tomarlo en las estaciones o en los trenes de la India.

En Turquía, se bebe más té que café, a pesar de la creencia popular. La infusión, negra y fuerte, se cuela y se sirve en pequeños vasos curvados. Se toma a cualquier hora en casa, en los restaurantes o en la oficina. El té es tan importante en la vida doméstica, que las madres comprueban que las futuras nueras sepan cómo preparar una infusión.

En Irán y Afganistán, el té es la bebida nacional. El té verde se bebe para saciar la sed, mientras que el té negro se toma para entrar en calor, ambos con mucho azúcar. Los comensales se sientan con las piernas cruzadas en el suelo sobre unas esteras y sorben el té en unos recipientes de porcelana de colores vistosos.

En Rusia, tanto el té verde como el negro se toman sin leche, en vasos con un asa de metal. Antes de sorber el té, los rusos se ponen en la boca un terrón de azúcar o una cucharada de mermelada.

Los egipcios son grandes bebedores de té, amantes de la infusión fuerte, dulce y sin leche. En los cafés se sirve en vasos sobre una bandeja, junto con un vaso de agua, azúcar, una cuchara y menta.

En Marruecos, el té se sirve en vasos sobre bandejas de plata. En los hogares marroquíes, el hombre es el encargado de servir el té y lo hace desde una cierta altura, para que la superficie de cada vaso de té quede
ligeramente espumosa.

El té sigue siendo la bebida favorita de los británicos, a pesar de que su consumo está experimentando un ligero descenso. La costumbre de añadir leche al té se originó a finales del siglo Diecisiete y, en la actualidad, casi todas las mezclas destinadas al mercado británico están concebidas para tomarse con leche.

Propiedades

La cafeína es uno de los componentes más importantes del té y actúa como un estimulante suave. Todos los tipos de té la contienen, pero el té verde tiene menos que el oolong y éste menos que el negro. El té contiene la mitad de cafeína que el café. El cuerpo absorbe rápidamente la cafeína del café, lo que provoca un inmediato incremento de la actividad cardiovascular. En cambio, los efectos de la cafeína del té se dan más lentamente, pero son más duraderos.

Quienes toman té dicen que puede estimularlos o calmarlos, dependiendo de la ocasión. Otros lo consideran una bebida refrescante. Estos efectos, aparentemente contradictorios son conocidos como las "3 eres" del té:
revive, relaja y refresca, que se resumen como "restauración".

La sabiduría popular atribuye al té beneficios para la salud. La investigación más reciente ha descubierto que su consumo contribuye a un menor riesgo de enfermedades cardíacas, ya que contiene antioxidantes benéficos denominados flavonoides, que ayudan a mantener sanas las células y los tejidos.

El té no contiene calorías, pero sí varias vitaminas y minerales, incluyendo flúor, que ayuda a proteger el esmalte de los dientes de las caries y fortalece los huesos.

En los últimos años se ha producido un creciente interés por el té y ha aumentado la demanda de tés puros de calidad, lo que ha dado lugar a una mayor variedad en el mercado. La elección individual del té debe basarse exclusivamente en las preferencias y gustos personales.

Los que prefieran un té ligero y con un sabor suave, optarán por los tés oolong. Para quienes aprecian las cualidades refrescantes y aromáticas del té verde, son ideales los tés de China y Japón. Los aficionados a las infusiones más fuertes elegirán el té negro.

Como conservarlo y tomarlo

El té debe guardarse en un lugar seco y fresco, alejado de fuertes olores, ya que absorbe los aromas con gran facilidad.

La calidad del té en bolsitas ha mejorado durante los últimos años, ya que algunas compañías las confeccionan con tés puros de gran calidad, conscientes de la demanda existente, dada su comodidad.

Las bolsitas de té proporcionan una infusión más rápida y fuerte, pero sin la sutileza y calidad del té de hoja suelta. Pierden su aroma y calidad con mayor rapidez que el té de hoja suelta; este último se conserva hasta dos años y las bolsitas sólo de 4 a 6 meses.

El té debe preparase con agua hirviendo, no caliente, ya que requiere de una alta temperatura para extraer la escencia de las hojas.

A pesar de que la adición de leche a una taza de té es una simple cuestión de gusto personal, hay que tener presente que la leche estropea el sabor de los tés más ligeros.

En cuanto a la cuestión de qué debe servirse primero en la taza, la tradición insiste en que debe ser la leche, para reducir el riesgo de que se quiebre la porcelana al verter el té caliente. Además, así se mezclan mejor. En cualquier caso, no existen normas estrictas.

LA CULTURA DEL TÉ

 
Mucho más que una infusión que se toma caliente, el té es cultura, historia, filosofía, tradición y costumbre. Tomar una buena taza de esta bebida nos relaja, y estimula todos nuestros sentidos.

TEXTOS. SOLEDAD GARNERO - EL LITORAL.COM

“....El sabor del té posee un encanto sutil que lo hace irresistible y muy particularmente susceptible a la idealización. El té no tiene la arrogancia del vino, el individualismo conciente del café ni la inocencia sonriente del cacao...”

Okakura Kakuzo.

La palabra castellana “té” proviene del término “t’e” (pronunciado “tai”) perteneciente al dialecto chino amoy.

La palabra pasó a Europa como resultado de los primeros contactos entre los comerciantes holandeses y los barcos chinos del puerto de Amoy, en la provincia china de Fujian. Dichos comerciantes adoptaron la palabra en la forma holandesa “thee”, que los alemanes transformaron en “tee”, los españoles en “té”, los italianos en “tè”, los daneses, noruegos y suecos en “te” (igual que los malayos), los húngaros e ingleses en “tea”, los franceses en “thé”, los finlandeses en “tee”y los lituanos en “teja”. Fuera de Europa, la palabra tampoco perdió su raíz original, convirtiéndose en “ta” en coreano, “tey” en tamil y “thay” en cingalés. El lenguaje científico mantuvo el término “thea”.

Pero también el chino mandarín tenía un término parecido para denominar a esta planta, que era “c’a”. Este derivó a “ch’a” en cantonés y pasó como “cha” al portugués (ya que Portugal comerciaba en Macao, de habla cantonesa), al persa, al japonés y al hindi; y evolucionó a “shai” en árabe, “ja” en tibetano, “chay” en turco y “chai” en ruso. Del portugués se tomó la forma castellana “cha”, empleada en el siglo XVII y en la Nueva España.

BREVE RESEÑA

En China se bebe té desde tiempos inmemoriales. Hay registros que datan del siglo X antes de Cristo, pero que mencionan que dieciocho siglos antes había chinos que vertían agua recién hervida sobre hojas secas de té y luego se la tomaban entre manifestaciones de gusto y de tibieza.

A principios del siglo IX, se dice que llega a Japón a través de los monjes budistas, quienes pasaron de contrabando por la frontera hojas escondidas bajo sus túnicas. Los monjes lo utilizaban como estimulante para estar alertas en sus horas de meditación, ya que para ellos tomar el té era una ceremonia ligada al espíritu.

Esta infusión llegó a Europa mucho después, a través de los holandeses y los portugueses, en el siglo XVII. En la década de 1650, Inglaterra se convirtió en la mayor potencia europea del té, gracias -en parte- a su especial relación con sus colonias en la India. Los ingleses exportaron su costumbre de beber té a Norteamérica.

LA PLANTA DEL TE

El té es un arbusto de la familia de las camelias (Camellia Sinensis) de hoja pequeña, resistente al frío. En estado silvestre puede alcanzar de diez a quince metros de altura pero la planta bajo cultivo es podada para limitar su porte, favoreciendo la generación de nuevos brotes y hojas, y facilitando la cosecha.

Aunque originario de los bosques montañosos situados en los límites de India y China, el té se produce hoy en los cinco continentes. Se cultiva con éxito desde el nivel del mar hasta los 2200 metros de altitud, obteniéndose producciones de alta calidad en las zonas de alturas superiores a los 1200 metros. La región tealera argentina comprende las provincias de Misiones y Corrientes.

TIPOS DE TÉ

Es un error considerar que los distintos tipos de té (blanco, verde, oolong y negro) provienen de plantas diferentes. En realidad, éstas son variedades de la misma planta que adquieren diversos colores, sabores y aromas debido a los distintos procesos a los que son sometidas las hojas de la Camellia Sinensis, en las distintas etapas de su elaboración.

Las hojas pueden presentarse enteras o partidas, fermentadas total o parcialmente, o sin ningún grado de fermentación.

Los distintos tés cambian su sabor y características por la región de donde provienen, por eso son conocidos por su denominación de origen.

- Té blanco: originario de China, se elabora con los capullos más pequeños y jóvenes de la planta que no estuvieron expuestos al sol. Cuando los brotes empiezan a despuntar, se recolecta a mano el retoño, recubierto de unos finos vellos de color blanco plateado. La cosecha se seca al sol; no se la somete a la acción del calor, ni al enrollado o prensado. Los brotes se conservan enteros confiriéndole al té un fino aroma floral. Las hebras tendrán un color verde con tonalidades blancas y plateadas y su licor será de un amarillo pálido.

- Té verde: se elabora aprovechando sólo las dos primeras hojas y el brote. Se somete un instante al calor de vapor para detener la oxidación, luego se enrolla y se seca al sol y/o a la sombra. Las hebras son verdes con un brillo apagado. Los mejores provienen de China (Dragonwell, Yunnan) y Japón (Gyokuro, Genmaicha, Matcha).

- Té oolong: significa “dragón negro”. Los brotes tiernos son secados al aire libre entre 30 y 60 minutos y luego se los deposita en una habitación cerrada durante unas horas. El tratamiento continúa con un secado a 70º durante algunos minutos. Al resecarse, el proceso de fermentación se detiene. Su elaboración, semifermentada, es una de las más difíciles y costosas. Se caracteriza por mantener un gran perfume y un gusto muy aromático en la taza. El principal productor de esta variedad es Taiwán.

- Té negro: las hebras están fermentadas entre un 80 y 100%. Luego de la recolección sus hojas se secan unas horas y luego pasan por un período de fermentación más prolongado, lo que le confiere su color dorado y su intenso sabor. Estas cualidades hacen de ésta la variedad más elegida y consumido en el mundo. Los más conocidos son Lapsang Souchong (China), Darjeeling (India) y Ceylón (Sry Lanka).

- Té Pu-Erh: (erróneamente conocido como té rojo) lleva el nombre de una pequeña ciudad de la provincia de Yunnan, China. Es famoso como té medicinal. Se prepara con la cosecha de verano, sometiéndolo a la acción del vapor y luego al tratamiento con hongos. Luego se envasa un tiempo prolongado, conservando así su color rojo y su sabor terroso.

PROPIEDADES

El té blanco es llamado también “de la longevidad” ya que es el antioxidante más potente que nos ofrece la naturaleza por su alto nivel de polifenoles.

El té verde es diurético, mejora la circulación, previene la diabetes y la presión alta. Tiene un alto contenido de flúor. Alivia los síntomas de la menopausia, previene la artritis, refuerza el sistema inmunitario, alivia cefaleas y elimina toxinas reduciendo la absorción de colesterol y triglicéridos. Es un aliado contra las enfermedades cardíacas, el envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas. También es anticancerígeno.

El té negro ayuda a prevenir la osteoporosis, las caries y el cáncer de colon. Mantiene la mente despierta, alivia la fatiga, aumenta la irrigación cerebral y combate las cefaleas.

El Pu-Erh ayuda a combatir el sobrepeso, elimina el colesterol nocivo, los triglicéridos y el ácido úrico en la sangre; desintoxica y depura, ayudando a eliminar el alcohol almacenado en el organismo, combate depresiones ligeras.

En síntesis, el té es mucho mas que una infusión que se toma caliente. El té es cultura, historia, filosofía, tradición y costumbres. Por último recuerden que tomar una buena taza de té nos relaja y estimula todos los sentidos.

PUROS Y BLENDS

Un té puro es aquel que desarrolla sus características originales, auténticas de cada variedad de la Camellia Sinensis, sin agregado alguno. Un blend resulta de combinar diferentes variedades e ingredientes como especias, dulces, esencias, flores o frutos; aunque siempre las hojas de té son el insumo principal.

 
 

Los distintos tés cambian su sabor y características por la región de donde provienen. son conocidos por su denominación de origen.

 

Rooibos

El Rooibos (Aspalathus Linearis) es una planta de origen sudafricano cuyo nombre en idioma afrikáans significa “arbusto rojo”. Con las hojas de este arbusto se prepara una infusión que no contiene cafeína y es pobre en taninos, conocida como “té rojo” (aunque nada tiene que ver con la Camellia Sinensis). Las hojas del árbol se dejan oxidar al sol y se refiere popularmente a este proceso como una especie de fermentación. Esta técnica oxidativa es la que le proporciona a la planta el sabor y el color rojo característico. Existe igualmente una producción no fermentada (es decir, no oxidada) que se denomina “Rooibos verde” (pretendiendo hacer una denominación similar con el té verde); esta variedad se comercializa a un precio mayor que la variedad fermentada y posee un color amarillento.

El Rooibos tiene un efecto relajante y antiespasmódico. Es eficaz contra los cólicos y rejuvenece la piel. Posee un alto contenido de antioxidantes, de minerales (hierro, flúor, potasio, etc) y vitamina C. Es una infusión que puede ser consumida por niños (no posee cafeína).

CEREMONIA DEL TÉ

Durante la XXXVIII semana cultural del Japón se realiza el viernes 05 una ceremonia del té a las 17:00 horas en el auditorio Dai Hall - del Centro Cultural Peruano Japonés situado en la residencial San Felipe en Jesús María - www.apj.org.pe - es una reunión muy importante para los aficionados al té.

TÉ FASHION

Tamara Armada/ES, http://www.grupoq.com.ar/

A la hora del té

El té es más que una bebida o infusión: es una buena costumbre, y no sólo entre las personas de Inglaterra, Japón o China. En la siguiente galería, te mostramos diseños elegantes y románticos para armar una mesa a la hora del té.

 

A la hora del té

 

Jarra y bandeja elaboradas en zinc y con la técnica del decoupage de Milagros Deco

Frascos rococó - 2 (Milagros Deco www.milagrosdeco.com.ar)

Set de té individual - 3 (Aires de Bohemia de www.airesdebohemia.com)

Juego de té - 4 (La Serine Deco www.laserinedeco.com)

Agarradera rococó - 5 (La Serine Deco www.laserinedeco.com)

Campana de cristal - 6 (Milagros Deco www.milagrosdeco.com.ar)

Jarritas - 7 (Milagros Deco www.milagrosdeco.com.ar)

Carameleras - 8 (Milagros Deco www.milagrosdeco.com.ar)

Caja para sobrecitos - 9 (Caja para el té de ABC Home www.abchome.com.ar)

LA HISTORIA DEL TÉ

El saber si ocupa lugar - El té es una infusión preparada a partir de hojas secas de la Camellia sinensis, una planta arbórea de la familia de las teáceas. Consumido por aproximadamente la mitad de la población mundial, su historia se remonta a hace más de 5.000 años.

Según la mitología popular, el emperador chino Shen Nung fue el primero en descubrir el buen sabor del té cuando, de manera accidental, cayeron unas hojas de un árbol en el recipiente donde hervía agua. Sin embargo, otra leyenda japonesa dice que fue el monje budista Bodhidharma quien, disgustado por haberse dormido durante su meditación, se cortó los párpados. De estos, al caer al suelo, crecieron unos arbustos cuyas hojas inmersas en agua caliente producen una bebida que combate el sueño (el té contiene un bajo porcentaje de cafeína).

A pesar de las diferentes creencias sobre el origen del té, lo cierto es que los chinos fueron los primeros en consumirlo. Ya durante la dinastía Ming (1368-1644), los chinos empapaban las hojas de té en el agua que hervía en una improvisada tetera, construida a partir de su tradicional jarra de vino con tapa. No es extraño, pues, que etimológicamente todas las palabras usadas en diferentes idiomas para designar el té provengan de t´e, procedente de un dialecto chino.

A principios del siglo XVII, los comerciantes holandeses y portugueses introdujeron el té chino en Europa. Sin embargo, los europeos preferían el sabor del café y solo pocos aristócratas lo consumían. En cambio, los rusos se aficionaron pronto al té que les llegaba de China transportado por caravanas de camellos. Por su parte, los ingleses tardaron medio siglo en comercializar el nuevo producto. Aunque algunas casas de café ya ofrecían a sus clientes la nueva bebida, no fue hasta que Carlos II se casó en 1662 con la princesa portuguesa Catalina de Braganza, una ávida consumidora de té, cuando se introdujo en los círculos cortesanos británicos.

En el siglo XVII no se podía beber agua sin un peligro real de infección. El té se hacía con agua hirviendo, lo que garantizaba la muerte de las bacterias. Esta característica le dio un gran potencial de mercado que podía dañar las ventas de la cerveza, así que el gremio de los cerveceros presionó para que se impusieran fuertes impuestos al té. Además, el hecho de que la Compañía de las Indias Orientales tuviera el monopolio del comercio británico con el Lejano Oriente encareció más el precio del té e hizo que éste únicamente estuviera al alcance de las clases altas.

Fue en 1706 cuando Thomas Twinning compró la casa de café Tom´s, del Strand londinense. El establecimiento ofrecía, además de café y licores, un exquisito té cuya fama hizo que las clases altas que vivían entre Westminster y la City acudieran en masa para comprarlo. Pronto Thomas vendió más té seco que preparado y en 1717 abrió una nueva tienda dedicada en exclusiva al té seco y al café: el actual número 216 del Strand. Sobre el dintel de la puerta puso la escultura de un león dorado, que se convertiría en el emblema de la compañía. El negocio fue tan bien que Thomas abandonó la casa de café para concentrarse en la venta del té seco, un negocio que las siguientes generaciones de la familia Twinning se encargarían de hacer prosperar.

A lo largo del siglo XVIII aumentó el consumo y se abrieron los jardines de té. Aun así, la importación seguía en manos de la Compañía de las Indias Orientales. Sus barcos tardaban dos años en hacer el viaje a China, muchos tripulantes morían y los que sobrevivían sólo eran recompensados con su paga si el té llegaba a su destino. A medida que se incrementaba el consumo de té, los elevados impuestos hacían que también crecieran el contrabando y la adulteración del producto.

En parte, fueron los impuestos sobre el té una de las causas de la independencia americana. Después de varias revueltas de los colonos contra el envío a Inglaterra de los impuestos, tuvo lugar en 1773 la Boston Tea Party. En este motín un grupo de colonos, disfrazados de indios mohawks, tiró por la cubierta 342 cajones de té de los barcos británicos anclados en el puerto de Boston. Protestaban así contra la Ley del Té que daba a la Compañía de las Indias Orientales el monopolio de la distribución del té en América a un precio inferior al de contrabando, pero que garantizaba la remisión a Londres de los ingresos tributarios. En represalia, el Gobierno británico aprobó una serie de medidas que desembocaron en enfrentamientos directos y, posteriormente, en la Declaración de Independencia de América (1776).

Fue después de estos sucesos cuando William Pitt, primer ministro inglés, siguió el consejo de Richard Twinning. En 1771, Richard Twinning había heredado el negocio de su madre, Mary Little, la segunda esposa de Daniel, que a su vez era el hijo del fundador Thomas Twinning. Richard, como presidente de los comerciantes de té en Londres, convenció al primer ministro inglés, William Pitt, para que recortara los impuestos sobre el té. Su idea era que, al reducir las tasas, los ingresos aumentarían a la vez que disminuiría el contrabando. Y eso fue lo que sucedió cuando en 1784 se aprobó la Ley de Conmutación, que rebajó los impuestos del té. A partir de entonces, al bajar el precio, el consumo de té se extendió y las importaciones se duplicaron. Sin embargo, aún faltaba más de un siglo, con la llegada del té indio, para que éste se convirtiera en producto de mercado de masas.

A principios del siglo XIX, la demanda de té era tan grande que los distribuidores tenían problemas para satisfacerla. Cuando se puso de manifiesto que el té de la China no era suficiente, se descubrió que en la India también se podía cultivar. Poco después, en 1834, la Compañía de las Indias Orientales dejó de tener el monopolio comercial con China y, en 1849, fueron revocadas las leyes sobre navegación que daban a los barcos británicos la exclusividad del comercio del té. Esta liberalización coincidió con una mejora en la circulación marítima: primero los clípers y después los barcos de vapor que pasaban por el recientemente inaugurado canal de Suez (1869) redujeron el tiempo de entrega de las nuevas cosechas.

Según la leyenda, en 1840, Ana, la séptima duquesa de Bedford, fue la primera en tomar el té de las cinco. A media tarde, para aliviar el hambre que sentía, se tomaba en la intimidad de sus aposentos un té acompañado de un tentempié. Esta costumbre personal se extendió a los salones de la alta sociedad de Londres a partir del día en que la duquesa compartió con una amiga el té de las cinco.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, las damas victorianas eran las encargadas de la ceremonia del té vespertino. Surgió la pasión por poseer todos los accesorios necesarios para tomarlo de forma adecuada (desde tazas hasta coladores y servilletas) e, incluso, se creó el vestido del té. Las mujeres de cierto estatus social competían entre ellas por tener la mejor porcelana china y aparecieron numerosos salones de té. Pero el té de media tarde (el afternoon tea), consistente en una comida ligera a base de sándwiches y pastel, era una costumbre exclusiva de las clases medias y altas. Para los obreros, la hora del té (el high tea) era por la noche y constituía la comida más elaborada del día.
En el siglo XX, el consumo y la producción de té siguieron aumentando. Después de más de trescientos años, en 1998, desapareció la London Tea Auction, la subasta de té de Londres, ya que esta operación se realizaba con mayor frecuencia cuando la mercancía aún se hallaba en su contenedor en alta mar o incluso en los propios países productores. Un año antes, las principales compañías de té del Reino Unido se habían asociado para garantizar buenas condiciones laborales en las plantaciones.

Actualmente, en todo el mundo se cosechan cerca de tres millones de toneladas de té cada año. La India y Sri Lanka proporcionan la mayor parte de la producción, seguidos por Kenya, Turquía, Indonesia y Japón. Su consumo en las islas Británicas sigue siendo el más importante.

QUE BUENO ES EL TÉ

Neomundo para Periodismo.com

Tomar té parece prevenir el cáncer de ovario

El viejo y querido hábito de tomar un té parece ser especialmente bueno para las mujeres. Las damas que consumen más de 4 tazas al día de té verde, negro o de hierbas parecen tener un riesgo marcadamente menor de desarrollar cáncer de ovario.

Tomar té parece prevenir el cáncer de ovario

www.neomundo.com.ar

El viejo y querido hábito de tomar un té quizás sea especialmente bueno para las mujeres. Las damas que consumen más de cuatro tazas al día de té verde, negro o de hierbas parecen tener un riesgo marcadamente menor de desarrollar un cáncer de ovario, concluyó una nueva investigación.

Christina Nagle, del Instituto de Investigación Médica de Queensland (Australia) explicó que estudios previos en animales habían sugerido este beneficio del té, "pero nuestra investigación apoya la idea de que los antioxidantes del té pueden ser beneficiosos en la lucha contra el cáncer en los humanos".

UN MAL PARA TEMER

El cáncer de ovario es una patología a tener en cuenta ya que representa el quinto cáncer con más incidencia en las mujeres. Además, el 75% de los casos se diagnostica cuando la enfermedad se encuentra en una fase avanzada, por lo cual generalmente ya se expandió a los otros órganos del cuerpo.

Este mal no es fácil de identificar debido a la ambigüedad de sus síntomas, que incluyen principalmente la distensión del abdomen, las molestias al comer y el dolor en la pelvis o el abdomen. En algunos casos va acompañado de ciclos menstruales irregulares, estreñimiento, falta de hambre, náuseas, dolor en el abdomen y sangrado vaginal, entre otros.

"Cuánto más pronto sea el diagnóstico, mejores son las posibilidades de sobrevivir. Cuantas más mujeres sepan del cáncer de ovario y de sus síntomas, mejor será", dijo Nagle.

LOS MEJORES TÉS

Para analizar el posible rol del té en la prevención de esta patología, los investigadores trabajaron con 2.700 mujeres. La mitad de ellas sufría de cáncer de ovario y la otra mitad estaba sana. Cada voluntaria respondió un cuestionario detallado sobre su dieta y estilo de vida, incluyendo el consumo diario del té.

"Nuestros resultados indican que tomar más de cuatro tazas por día de té negro, verde o de hierbas reduce el riesgo de sufrir cáncer de ovario en un 30%", dijo Nagle.

"Se cree que el té verde es el más sano de todos. Aunque los resultados de nuestro estudio no muestran un efecto más fuerte del té verde, la combinación de la evidencia de todo el mundo sugiere que tomar una o más tazas por día de esta infusión podría reducir en un 40% el riesgo de desarrollar un cáncer de ovario. Sin embargo, esto debe ser confirmado con más investigaciones", concluyó la autora.

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HISTORIA DEL TÉ EN LA CHINA

Historia del té en China

historia del té en China es largos y el complejo. Los chinos han gozado del té por milenios. Los eruditos granizaron la elaboración de la cerveza como curación para una variedad de dolencias; la nobleza consideraba la consumición del buen té como marca de su estado, y el pueblo gozó simplemente de su sabor.

El té primero fue descubierto por el chino Emperador Shennong en 2737 A.C. Se dice que el emperador tuvo gusto de su agua potable hervida antes de que él la bebiera así que estaría limpia, de modo que sea lo que lo hicieron sus criados. Un día, en un viaje a una región distante, él y su ejército pararon para reclinarse. Un criado comenzó el agua hirvienda para que él beba, y una hoja muerta del té salvaje arbusto cayó en el agua. Dio vuelta a un color pardusco, pero era inadvertido y presente al emperador de todos modos. El emperador lo bebió y lo encontró muy el restaurar, y el cha (té) fue llevado.

Mientras que históricamente el origen de como medicinal hierba útil para permanecer despierto es confuso, China se considera para tener los expedientes más tempranos del té el beber, con uso registrado del té en su historia que data de primer milenio A.C. Dinastía de Han té usado como medicina. El uso del té como bebida bebida para el placer en ocasiones sociales fecha de Dinastía de la espiga o anterior.

El escritor de la dinastía de la espiga Lu Yu de s (729-804) Cha Jing el es un trabajo temprano sobre el tema. (Véase también Obras clásicas del té) Según Cha Jing el escribir, alrededor del ANUNCIO 760, el beber del té era extenso. El libro describe cómo las plantas del té fueron crecidas, las hojas procesadas, y té preparado como bebida. También describe cómo el té fue evaluado. El libro también discute donde las mejores hojas de té fueron producidas.

En este tiempo en la historia del té, la naturaleza de la bebida y el estilo de la preparación del té eran absolutamente diferentes de la manera que experimentamos té hoy. Las hojas de té fueron procesadas en forma comprimida de las tortas. El teacake secado, llamado generalmente té del ladrillo fue molido en un mortero de piedra. La agua caliente fue agregada al teacake pulverizado, o el teacake pulverizado fue hervido en las calderas de la loza de barro entonces consumidas como bebida caliente.

Una forma de té comprimido designada el té blanco era producida desde Dinastía de la espiga (618-907 A.D.). Este té blanco especial de la espiga fue escogido en resorte temprano, cuando los arbustos del té tenían crecimientos abundantes que se asemejaron a las agujas de plata. Estos “primeros rubores” fueron utilizados como la materia prima para hacer el té comprimido.

Asación y elaboración de la cerveza

Cocer al vapor las hojas de té era el proceso primario usado por siglos en la preparación del té. Después de que la transición del té comprimido a la forma pulverizada, a la producción del té para el comercio y a la distribución cambiara de nuevo. El chino aprendió procesar té de una diversa manera en el siglo de mid-13th. Las hojas de té entonces fueron asadas y se desmenuzaron más bien que cocieron al vapor. Éste es el origen de tés flojos de hoy y de la práctica del té elaborado cerveza.

En 1391, Ming la corte publicó un decreto que solamente el té flojo sería aceptado como “tributo”. Consecuentemente, producción floja del té creciente y técnicas de proceso avanzadas. Pronto, la mayoría del té fue distribuido en la lleno-hoja, forma floja y empapado en recipientes de la loza de barro. Esto era un proceso eficaz.

Fermentación

Después de cortar, el té se sujeta a una “fermentación supuesta.” Este proceso no es realmente a fermentación, que es anaerobio proceso, pero algo enzimático oxidación de polyphenols en las hojas de té, rindiendo theaflavins y thearubigins. Cuando las hojas de té son secas, la fermentación para, permitiendo un cierto control del proceso por la manipulación de la tarifa de sequía o agregando el agua después de secarse. La fermentación se puede también interrumpir por el calor, por ejemplo cociendo al vapor las hojas de té. En China del 17mo siglo los avances numerosos fueron hechos en la producción del té. En la parte meridional de China, las hojas de té eran haber fermentado secada al sol y entonces media, produciendo tés negros del dragón u Oolongs. Sin embargo, este método no era común en el resto de China.

Té en mitología

  • Lu Yu escribió en Cha Jing: “Té como a bebida fue originado de Shen Nung "
  • Un libro “Shen Nung Ben Chao” de la medicina indicó eso”Shen Nung los centenares probados de hierbas, él encontró setenta y dos venenos diariamente, él utilizó té como antídoto"
  • En leyenda china, Shen Nung murió en condado de la colina del té (Cha Lin) de Hunan provincia.

Orígenes de la planta del té en China

  • En ANUNCIO 760, El Lu Yu observó ya: El té es un árbol magnífico el del del sur, alto a partir del uno, de dos, y hasta varios docena Chi. Algunos con circunferencia encima de dos metros.
  • A. Wilson en su exploración del área suroriental de China descubrió arbustos del té hasta diez pies de alto en montañas en Sichuan
  • En 1939, los botánicos descubrieron un árbol salvaje del té de 7.5 metros en el condado de Wuchuang de la provincia de Guizhou.
  • En 1940, en la vieja montaña del águila del condado de Wuchuang, un árbol salvaje alto del té de 6.6 metros fue descubierto.
  • En 1957, un árbol salvaje del té de 12 metros fue descubierto en el condado de Cheshui de Guizhou.
  • En 1961 mil setecientos años, treinta dos metros de alto y más de un diámetro del metro que el árbol salvaje del té fue encontrado en la selva tropical de Yunnan, éste es el rey de los árboles del té.
  • En 1976, un árbol salvaje del té de 13 metros fue encontrado en el condado de Daozhen, en una montaña en la elevación de 1400 metros.
  • Árboles más salvajes del té fueron encontrados en las montañas de los provincies de Sichuan, de Yunnan, y de Guzhou, muchos de ellos más de diez metros de alto.

El origen de la palabra Cha

  • El té fue llamado “tu” (en la obra clásica antigua china Shi Jing (El libro de canciones).
  • El té también fue llamado “jia” en la obra clásica china antigua Er Ya compilado durante la dinastía temprana de Han: “Jia es tu amargo”. El tu de la palabra fue anotado más a fondo por un erudito de Jin, PU de Guo (ANUNCIO 276-324): “Tu es una planta pequeña, sus hojas se puede elaborar cerveza en una bebida”.
  • El té también fue llamado “She en una monografía del oeste de Han en dialecto: Colmillo Yian.
  • Durante Dinastía de Han, el tu de la palabra adquirió una nueva pronunciación, “cha”, además de su vieja pronunciación “tu”.

El fonema “tu” se convirtió más adelante en “te” en el dialecto de Fujian, y más adelante “té”, “te”.

El fonema que “ella” hizo más adelante “soh” en la provincia de Jiangsu, “Sakh” de Suleiman también vino de “ella”.

Jia del fonema el “(檟) se convirtió en más adelante “cha” y “chai” (Rusia, la India).

Durante Sui y Espiga las dinastías, té que bebía se convirtieron en un costumbre extenso, después extensión del oeste a Tíbet.

El primer uso de la palabra Cha en vez del “tu” para el té estaba en Cha Jing, la obra clásica del Lu Yu del té del ANUNCIO 760.

Períodos en la historia del té

  • A partir de tiempo prehistórico a Período del resorte y del otoño (221 A.C.) Tu fue utilizado como sacrificio para la ceremonia
  • Según expediente histórico chino, el ca 1000 A.C., allí era ya granjas del té en Sichuan y Yunnan
  • De finales del período del resorte y del otoño a la dinastía occidental temprana de Han, Tu fue utilizado como alimento vegetal en la tabla
  • Del annal histórico “Yianzhi Chunchiu”: el primer ministro del Chi (547 BC-490 A.C.) comía el alimento del huevo y del té en su tabla.
  • Tratado de Xia Zhong en el alimento: “Desde la dinastía de Jin, la gente de Wu (ahora Suzhou hojas de té cocinadas de la ciudad) como alimento, y llamado lo caldo del té ".
  • Del principio de Han occidental a Han occidental medio, Tu fue utilizado como medicina
  • De la última dinastía occidental de Han al período de tres reinos, el té era bebida imperial
  • De la dinastía occidental de Jin a la dinastía de Sui, el uso del té como bebida se separó en la población china
  • A partir del período de la espiga hacia adelante, el té se convirtió en uno del siete esencial de la vida de cada día
  • Durante la dinastía meridional de la canción un japonés del monk Eisai (Yosai): vino a Tiantai montaña de Zhejiang para estudiar Chan (Zen) Buddhism (ANUNCIO 1168); cuando él volvió a casa en el ANUNCIO 1193, él trajo té de China a Japón, plantado le y escribió el primer libro japonés en té: tratado en el té que bebe para la salud. Éste era el principio de la cultivación del té y de la cultura del té en Japón
  • En la dinastía de la canción, el té era una exportación importante buena, a través del camino de seda en tierra y del camino de seda en el mar, del té separado a los países árabes y de África.
  • En el noveno siglo mediados de, el viajero Suleiman mencionó que la gente en China bebe “Sakh”, vendido en ciudades del imperio.
  • Algunos historiadores creen Marco Polo té encontrado en su recorrido. Otros historiadores precisan que sus escrituras no pueden mencionar té en todos.
  • En 1559, Giovanni TA Ramusio mencionó “chai” en “Delle Navigatione et Viaggi,” vol. 6.
  • 1579, dos viajeros rusos introdujeron Cha a Rusia

Producción en masa del té blanco

los tés blancos del Moderno-día se pueden remontar a Dinastía de Qing en 1796. Entonces mueva hacia atrás, los tés fueron procesados y distribuyeron como té flojo que debía ser empapado, y fueron producidos de “chaicha,” un arbusto del té de la mezclar-variedad. Diferenciaron de otros tés verdes de China en que el proceso blanco del té no incorporó el de-enzyming por cocer al vapor o la cacerola-leña, y las hojas fueron formadas. Los tés blancos de la aguja de plata que fueron producidos de los arbustos del té del “chaicha” eran finos, pequeños y no tenían mucho pelo plateado-blanco.

No era hasta 1885 que los varietals específicos de los arbustos del té fueron seleccionados para hacer las “agujas de plata” y otros tés blancos. Los brotes grandes, carnudos “blanco grande,” “de los arbustos blancos” y del “narciso” pequeños del té fueron seleccionados para hacer los tés blancos y todavía se utilizan hoy como la materia prima para la producción del té blanco. Antes de 1891, la aguja de plata abajo-cubierta grande, plateado-blanca fue exportada, y la producción del Peony blanco fue comenzada alrededor de 1922.

La primera monografía del té

La primera monografía Cha Jing del té del escritor de la dinastía de Tang Lu Yu fue terminado alrededor del ANUNCIO 760. Éste es más de cuatrocientos años anterior que la primera monografía japonesa del té cerca Eisai Ninguna monografía india antigua sabida en té existe.

Había cerca de cientos monografías del té de la dinastía de la espiga a la dinastía de Qing. Este tesoro sobre cultura del té está comenzando solamente a atraer el interés de eruditos occidentales.

Vea también

  • Té chino
  • Lu Yu
  • Obras clásicas del té
  • Historia del té del consejo BRITÁNICO del té.

Referencias

  1. P.O. Owuor e I. McDowell (1994). “Cambia en la composición y la astringencia del theaflavin durante la fermentación del té negro”. Química alimenticia 51 (3): 251-254. doi:10.1016/0308-8146 (94) 90023-X. 
  • Cha Jing (》 del 茶经 del 《), ISBN 957-763-053-7
  • La obra clásica del té: Orígenes y rituales (ISBN 0-88001-416-4) Lu, Yu; Carpintero, Francis Ross; Nueva York, los E.E.U.U.: Presión de Ecco. 1995

Acoplamientos externos

LA HISTORIA DEL TÉ