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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

16 PECES

UN PESCADO MUY ROMANO

Madrid, 19 may (EFE).- En la Roma del siglo I antes de nuestra era hay, al menos, dos ciudadanos ilustres llamados Lucio Licinio Murena: el primero fue militar y participó en la guerra del Ponto contra Mitrídates, y el segundo, hijo suyo, sucedió como cónsul a Cicerón en el año 62 de ese siglo. Fijémonos sólo en su apellido: Murena.

Vayamos a Columela y su 'De Re Rustica', escrito más o menos un siglo después de ese consulado: "ya eran célebres las delicias culinarias, construyéndose viveros comunicados con el mar; y los más aficionados a ellos, por ejemplo, Sergio Orata y Licinio Murena, se gloriaban de llevar nombres de peces que habían criado, del mismo modo que antes otros lo hacían con el nombre de pueblos que habían conquistado".

Columela, gaditano que vivió en el siglo I de nuestra era, dedica un espacio de su obra a la cría de peces en cautividad, a lo que hoy llamamos piscicultura. Y nos deja indicado que los dos más frecuentes en esos viveros son "la morena y el lobo marino", es decir, la morena y la lubina, peces "de alto precio", como indica el autor, que advierte de que solo vale la pena criar pescados que se coticen bien.

Como la morena, uno de los pescados favoritos de los muy ictiófagos señores romanos. Otro Lucio Licinio, en este caso Lúculo, cuya fama como gastrónomo es mayor que la obtenida como general, construyó a sus expensas un acueducto para llevar agua desde el mar Tirreno a sus viveros romanos de morenas.

Un pescado que hoy no se valora apenas, en cambio. Es uno de esos que podemos llamar "serpientes de mar", por su forma. Vive en las rocas, en las cuevas y orificios, y su aspecto, además de serpentiforme, es amenazador, ya que cuenta con unos grandes dientes en ambas mandíbulas que hacen que su mordedura sea peligrosa, cosa que saben bien los buceadores; la verdad es que no es agresiva, pero su aspecto impone.

Comparte con la lamprea la leyenda negra de haber sido alimentada con esclavos arrojados a los viveros. Parece algo falso. Sabemos que un tal Asinus quiso hacer esto con un desafortunado esclavo que rompió una valiosa copa de cristal, pero el propio Augusto, presente en la cena, lo impidió y ordenó desmantelar ese vivero. De manera que no parece probable que las morenas comiesen romanos, y sí que es seguro que los romanos comían morenas.

Fundamentalmente asadas o cocidas, a veces también fritas, siempre, como era uso de la época, con salsas más o menos complicadas; Apicio ofrece una receta de morena asada con ciruelas que no tiene mala pinta. Yo solamente la he saboreado frita y, en una ocasión, como protagonista de un arroz marinero, en ambos casos en las islas Canarias, donde abunda y es apreciada.

Frita, en dos veces, está buenísima. Si se hacen con un ejemplar de, pongamos, un kilo, decapítenlo, lávenlo bien, córtenlo en rodajas como de dos centímetros de hueso, salpimiéntenlas y manténganlas así un par de horas en el frigorífico. Pongan en una sartén abundante aceite de oliva y denle aroma dorando en él tres dientes de ajo, cortados en láminas, que retirarán cuando tomen color.

Pasen el pescado por harina y fríanlo ligeramente; retírenlo, suban el fuego y vuelvan a ponerlo en la sartén hasta que la piel quede crujiente y dorada. Pongan las rodajas fritas sobre papel absorbente, para eliminar el exceso de grasa y disfruten como romanos de un pescado delicioso, del que el mismísimo Julio César llegó a adquirir seis mil ejemplares para darlos en una de las cenas con las que, recién nombrado dictador, agasajaba al pueblo de Roma.

Y una cosa más, al plato le va bien una salsita verde de perejil y cilantro y unas papas cocidas, además de un buen blanco fermentado en roble. Diga lo que diga Obélix, en esto no están locos, estos romanos. Por Caius Apicius

LA FANTASTICA VIDA MARINA

¿Cómo contar los peces y los organismos del mar?

Científicos estiman que hay más de 230.000 especies en el mar y miles por descubrir, pero ¿cómo hacen estos cálculos?

El Censo de la Vida Marina acaba de publicar un inventario sobre la distribución y la diversidad de las especies que viven en las aguas del mar.

Se trata de un adelanto de este proyecto -cuyo resultado final se presentará en Londres en octubre- en el que más de 2.000 científicos vienen trabajando desde hace diez años para elaborar un registro de todas las criaturas que habitan los océanos del planeta.

Desde los polos a los trópicos, dicen los investigadores, hay 230.000 especies de plantas y animales, por lo menos mil especies nuevas ya descritas y miles más por descubrir.

¿Pero cómo se hace un inventario de los organismos marinos? Siendo el mar un espacio inconmensurable y sin fronteras, ¿cómo hacen los científicos para contar las especies de moluscos, bacterias y peces sin terminar contándolas dos veces o sin perecer por la confusión en el intento?

"Contar a los organismos en el mar es mucho más difícil que hacerlo en tierra, porque las especies están bajo el agua y nosotros en el agua, obviamente, no respiramos", le dice a BBC Mundo Patricia Miloslavich, Profesora de la Universidad Simón Bolivar de Venezuela e Investigadora titular del Censo de la Vida Marina. "Eso de por sí ya implica una logística mucho más compleja", añade.

Por otra parte, "el océano representa el 70% del planeta", o sea, más del doble que la superficie de tierra y además, si hablamos de criaturas que viven en el mar, "hay que recordar que la profundidad promedio del océano es de 4.000 metros", explica la investigadora.

Métodos variados - Para poder hacer un registro lo más preciso posible los científicos recurren a una variedad de métodos según de qué seres vivos se trate y la región que habiten.

"Para hacer un muestreo de organismos muy pequeños, como los microbios o el plancton, se utilizan redes con mallas de un diámetro pequeño. Se pasan por largas distancias con un barco, durante un tiempo determinado y una velocidad determinada, y luego se ven bajo la lupa", comenta Miloslavich.

En el caso de las bacterias, se toman muestras de agua y se extrae el ADN de las que se encuentran allí.

Si de lo que se trata es de peces, ahí la tarea se torna relativamente más sencilla.

"Por un lado, tenemos muchísima información que proviene de los pescadores, que saben qué peces viven en la región, y las estadísticas pesqueras recogidas a lo largo de 50 u 80 años", dice Miloslavich.

Esto sirve particularmente para registrar el declive en las poblaciones de especies comerciales, como el atún o el tiburón.

Taxónomo, especie en extinción

Las técnicas de muestreo en los peces también varían según la región.

En los medio ambientes costeros, como en los arrecifes de coral, el conteo se hace dentro del agua. "El buzo tira una línea, que se llama transecta, y va buceando a una velocidad constante y anotando en una tablita que se puede sumergir bajo el agua, cuántos animales ve y de qué especies son", le dice a BBC Mundo Miloslavich.

Eso sí, aclara la experta, "la persona debe estar muy bien entrenada, conocer las especies y saberlas identificar. Cuando tiene dudas, trata de recolectar al individuo en cuestión para llevarlo luego a un taxónomo para que lo identifique".

Si bien algunos animales u organismos son más fáciles de recoger que otros, si se trata de especies nuevas, una vez que están fuera del agua, el proceso es el mismo: se suman a una larga fila de especies que, como si se tratara de un consultorio médico, esperan su turno para que el taxónomo trabaje en su clasificación y en la búsqueda de un nombre que las identifique.

Allí el proceso se vuelve a complicar o, al menos, a demorar. "Es que los taxónomos son en sí una especie en extinción. Las generaciones jóvenes no han tenido mucho estímulo como para pasarse la vida bajo una lupa, contándoles las patitas a un cangrejo o los pelitos a un camarón.... En el mundo quedan muy pocos, e incluso, algunos grupos taxonómicos, ya no tienen expertos", dice la investigadora.

Mientras queden todavía algunos, para las especies, la espera valdrá la pena. Nota de mi especial consideración, espero que el informe diga que la mayor variedad en calidad y cantidad de especies marinas están en los tres mil kilómetros de las costas de nuestro querido Perú. JAC

EL SUSHI ES BUENO

Por BBC Mundo, BBC Mundo

El sushi "transfiere genes" al intestino

Un nuevo estudio dice que la flora intestinal de los japoneses ha evolucionado gracias a los genes de bacterias que se hallan en las algas.

El sushi

"Sushi"

Los japoneses tienen una ventaja natural al comer sushi, afirman los científicos.

Su flora intestinal ha evolucionado gracias a los genes de bacterias que se encuentran en algunas especies de algas marinas que se usan para envolver el tradicional plato. De este modo, pueden digerir mejor el alimento.

Según los expertos, esas bacterias aún no han sido encontradas en otras nacionalidades.

El hallazgo fue publicado por la revista científica Nature.

Según el especialista en temas científicos de la BBC, Matt McGrath, el alga marina que generalmente envuelve al sushi juega un importante papel en la dieta en Japón y se estima que cada ciudadano consume unos 14 gramos diarios.

Alga tradicional

Un equipo de expertos encabezado por Jan-Hendrik Hehemann, de laUniversidad de Pierre y Marie Curie (UPMC) de París (Francia), estudió el alga roja conocida como Porphyra.

Entre los diferentes tipos de Porphyrase encuentra la tradicional alga marina nori, que es utilizada cruda para envolver los rollos de sushi.

Ésta es una de las variedades más consumidas. La Porphyraalberga un familia de bacterias marinas que liberan una enzima que permite absorber los carbohidratos de las algas.

El equipo identificó y aisló esa enzima, a la que bautizó como porphyranasa. Ésta digiere o descompone las fuertes paredes de cada célula del alga, lo que le permite a la bacteria alimentarse.

Seguidamente, compararon el genoma de las comunidades de bacterias que viven en los intestinos de 18 estadounidenses y de 13 japoneses.

Los investigadores franceses encontraron que los genes que ayudan a crear porphyranasa se encuentran en otro microorganismo que habita los intestinos de los japoneses.

Según los científicos, se trata de un claro ejemplo de la evolución darwiniana en acción.

Los expertos hallaron que las bacterias de los intestinos de los japoneses que adquirieron los genes de los microorganismos marinos mostraban una mayor capacidad de supervivencia, ya que eran capaces de digerir más cantidades de la alga marina cruda que la que estaban comiendo sus huéspedes.

Las bacterias intestinales presentes en los estadounidenses carecían de los mismos genes específicos, explicaron los científicos.

Evolución darwiniana

Una de las principales autoras del artículo, la doctora Mirjam Czjzek, dijo que la tradición de comer algas marinas ha jugado un papel importante en el cruce genético.

Czjzek explicó que la ingestión fue "la ruta más probable" de las bacterias marinas al intestino humano, a través de la preparación del sushi japonés.

"El sushi es el alimento en el que se utiliza Porphyria", afirmó. Y cuando se prepara tradicionalmente, las algas son consumidas crudas.

Porphyra leucosticta

"Porphyra leucosticta"

Según Czjzek, estos genes de algas podrían ser beneficiosos al permitir a sus huéspedes humanos extraer nutrientes de material vegetal, que de otro modo no serían capaces de digerir.

De acuerdo con los científicos, estos hallazgos demuestran que los alimentos y su forma de preparación tienen el potencial de influir en la flora de nuestros intestinos.

El profesor Justin Sonnenburg, un microbiólogo de la Universidad de Stanford en California (Estados Unidos), escribió un artículo que acompaña la investigación del equipo de laUniversidad de Pierre y Marie Curie.

Para Sonnenburg, el estudio demostró lo importante que es para las bacterias en el intestino humano adaptarse a un ambiente cambiante y a nuestra dieta.

"Los viajes internacionales y el comercio están proporcionando un acceso inigualable a diferentes comidas y quizás a microorganismos distintos que albergan nuevos genes", agregó.

"Así que la próxima vez que dé un bocado a un alimento que no le sea familiar, piense en las bacterias que también estará ingiriendo, así como la posibilidad de que le proporcione a uno de sus diez billones de amigos cercanos un nuevo conjunto de utensilios digestivos".

FRUTOS DEL MAR

Conoce los mariscos, crustáceos y moluscos

Ya sea por su sabor a mar inigualable o por la gran variedad de especies, los mariscos, crustáceos y moluscos son extraordinarios para preparar las más diversas preparaciones culinarias, apreciadas por los paladares más exigentes.

Delicioso sabor a mar.

Delicioso sabor a mar.

Como mariscos se conocen a todos los animales marinos que no pertenecen a la clase de los peces y se dividen en dos grupos: crustáceos y moluscos. Dentro de los primeros se incluyen langostas, bogavantes, camarones, langostinos (gambas), quisquillas, cangrejos y percebes, entre otros. Casi todos son acuáticos aunque algunos como los cangrejos se han adaptado a la vida terrestre. Existen más de 25.000 especies de crustáceos, de una amplia gama de tamaño pasando por los insectos marinos de pequeñísimas dimensiones hasta llegar a un cangrejo gigante de Japón que puede medir hasta 3,50 metros.

Todos los crustáceos deben estar vivos al momento de la compra y para cocinarlos se los sumerge en un caldo corto con la cabeza y las pinzas hacia abajo. Luego, por ejemplo en el caso de la langosta, se la abre al medio y se la puede preparar a la parrilla pincelada con aceite y lima, asado en el horno o simplemente a la americana. Las langostas pueden medir hasta 50 cm de largo, poseen 5 pares de patas que terminan en pinzas y 4 antenas; dos largas y muy fuertes y dos pequeñas, y una cola larga y gruesa.

Los langostinos miden de 6 a 14 cm de largo con un caparazón que remata en un cuerno largo y dentado. Los camarones son los hermanos pequeños de estos últimos y su tamaño va de 2 a 4 cm.

Olor a marFrescos o congelados deben oler a mar y estar firmes y brillantes al comprarlos. Se pueden conseguir con su cáscara, pelados y limpios pero al cocinarlos se los debe desvenar, es decir, quitarles la vena negra  intestinal que está a lo largo del dorso y luego lavarlos con agua corriente fría. Para hacer una rica salsa o bisque se pueden emplear las cabezas salteándolas con cebollas, zanahorias y puerros que luego  se cocinarán con un rico caldo de pescado y vino blanco. Con ella se pueden elaborar los más sabrosos risottos, o con el agregado de nata o haciendo un roux una buena salsa o sopa para los días invernales.

Los cangrejos son crustáceos de río o de mar que por su caparazón, 5 pares de patas y pinzas, es parecido a la langosta pero de forma redonda. El dicho “rojo como un cangrejo“ se debe al color que toma cuando se cocina. La prima grande de los cangrejos marinos es la centolla o el centollón, de 8 a 15 cm de diámetro con caparazón casi redondo cubierto de pelos y con cinco pares de patas peludas y largas. Su carne delicada es muy apreciada. Ésta vive entre las rocas o piedras y muda su caparazón, ocultándose entre las algas y piedras hasta que el nuevo caparazón se haya endurecido. Antiguamente era considerada como símbolo de la prudencia y el consejo debido a esa característica de esconderse.

La variedad de moluscos es muy grande muchos de los cuales poseen una concha calcárea como los caracoles, navajas, ostras, vieras, almejas, berberechos y mejillones. La almeja es un molusco blanquecino con valvas de 3 a 4 cm, ovaladas, verde negruzco y con estrías. Deben estar vivas al comprarlas y reaccionan cerrándose cuando las tocas. Al igual que las vieras y mejillones debes desechar las que no se hubieran abierto durante la cocción. El mejillón tiene dos valvas simétricas ovaladas de color negro azulado, siendo  su carne rojiza o blanca grisácea. La ostra es otro molusco marino con caparazón casi circular que tiene uno de los lados muy rugoso, de carne blanca y brillante y aspecto gelatinoso es una delicia, generalmente se come cruda en su propio jugo y unas gotas de limón y un toque de salsa tabasco.  Las vieras se pueden o no comer con el coral pero les debes desechar una pollerita que las rodea (tejido duro) y por supuesto deben tener olor a mar, a fresco.   Siguiendo con esta fauna marina, muy populares también son los calamares y pulpos quienes pertenecen a la familia de los cefalópodos. Tienen cuerpo oval en forma de bolsa en cuya abertura está la cabeza que posee tentáculos. Su carne es blanda y los tentáculos también son comestibles, además poseen una bolsita con tinta negra muy rica para preparar salsas o integrar en la cocción de los arroces en las paellas. Los calamares pequeños se llaman calamaretis o chipirones.

Los pulpos tienen en la cabeza un pico y posee también una bolsita con tinta en su cuerpo, con 8 tentáculos que poseen dos hileras de ventosas. Su carne se ablanda congelándola o golpeándola, deben hervirse calculando media hora por Kg, pero para ablandarlo se debe sostener con una pinza y sumergirlo tres veces en el agua hirviendo “para asustarlo” y luego continuar con la cocción. Una vez hervida la carne se puede comer en rodajas con aceite de oliva y pimentón, a la parrilla o ser parte de una riquísima cazuela.

Los mariscos se pueden incluir en deliciosas tapas con el aperitivo, en ensaladas, ceviches, sushis y los más refinados platos como por ejemplo una langosta a la maitre de hotel.

EL SEVICHE

Por: Cecilia Portella Morote

Desde los Chimúes hasta nuestros días, el pescado se ha constituido en una de las carnes más cotizadas del menú diario.  Los hay para todos los gustos y bolsillos, las exigencias y las mesas.  En un inicio se conoció la forma de mantener el pescado, salándolo para luego utilizarlo con menjunjes ya explicados en la edición 66 de nuestra revista, artículo escrito hace poco más de un año.  Luego, siglos mas tarde, el pescado fresco y su forma de consumo, revolucionaron con la tradicionalidad de comerlo cocido.

Es cierto que no somos el único país que lo prepara de esta manera: México, Panamá y otros países de Centroamérica, además del  lejano Japón, conocen de sus delicias.  Pero los peruanos le hemos añadido lo nuestro: Un pescado fresco, alimentado en el interminable Pacífico, insumos naturales como el limón, la cebolla y el ají, mejorados con las herramientas que nos ha dado la experiencia, y nuestros fecundos suelos; camotes dulces y de un color inigualable, choclos de grandes y jugosos maíces, y ese sabor particular, originado en un paladar exquisito que solo sabe de buen gusto.

Pero no todo lo que habla del seviche, se origina en el plato: El ambiente que lo rodea, es compañero indiscutible de sus innumerables andanzas.  No imagino comer uno, en un lugar cerrado, sin música, ni gente que contagie alegría, mucho menos probar sus exóticos picores sin la compañía de una bebida que aplaque la sed y algo más.  El seviche, es sinónimo de júbilo, de días soleados, aunque ahora se invite también a su consumo nocturno. 

Es natural que un peruano privado de su suelo, al pisar nuestra tierra, una de las primeras cosas que haga, sea ir en busca de un buen plato de seviche.  Por estos y muchos otros motivos, se decidió hacerle justicia y dedicarle un día para su homenaje, para que en cada barrio, ciudad o región se recuerde que este plato, es uno de los que ha elevado a Lima a la categoría de Capital Gastronómica de América.  Por ello, cada 28 de junio a partir de este año, de todas maneras "por razones de patriotismo- estamos invitados a celebrar comiendo seviche, no importa si es de pescado, mixto o de conchas negras.  La obligación moral así nos lo indica.

HOMENAJE NACIONAL

No es nuestro estilo que en este espacio informemos con tonos formales y oficialistas aunque de gastronomía se trate, sin embargo debemos anotar con datos exactos -como bien se constituyen las ordenanzas, decretos o resoluciones- que las celebraciones de este día, tienen como objetivo fundamental, fortalecer el posicionamiento del Seviche a nivel mundial, como plato bandera del Perú, fomentando su consumo a toda hora y en toda época. 

Las informaciones señalan que el consumo del pescado se reduce a 22.5 kilos anuales por habitante, con relación a los 130 kilos que demanda el pollo.  Parece ser que desperdiciamos la posibilidad de estar bien nutridos al tener un limitado consumo de fósforo y otras de sus bondades.

Instaurar una fecha para su homenaje, es una forma de reclamar su paternidad, basada por el derecho de identidad.  La mejor prueba de ADN, sin duda, sus insumos de la mano de su consumo.  A ello le añadimos que Perú recuperó el Record Guiness del Seviche más grande del mundo: Con siete toneladas de pescado, tres toneladas de limón, dos toneladas y media de cebolla, 200 kilogramos de sal e igual cantidad de ají limo, este fue preparado por más de 400 chefs, entre chalacos y limeños.  Siguiendo con los números, diremos que fue servido en 14 fuentes de casi dos metros y medio de largo por 90 centímetros de ancho que, colocadas de manera consecutiva, hicieron una fuente de cerca de 50 metros de largo.

A pesar de que inicialmente, cuando comenzó a popularizarse este plato, la forma de escribir "Seviche", era con "C" y con "B" "pues era como lo encontrábamos en las rústicas pizarras del puerto del Callao, además de los mercados y a lo largo del distrito de Chorrillos- Cabe indicar que mediante Resolución Directoral Nacional N° 241/INC, de fecha 23 de marzo de 2004, el Instituto Nacional de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al "Seviche: Comida tradicional del Perú".  Así, escrito de la forma que ahora debe generalizarse.  Esto, respaldado por las tradiciones y la historia, en donde Ricardo Palma y Juan de Arona, ambos, miembros de la Academia Peruana de la Lengua, lo escribieron con "s" y "v", según consta, desde 1887.

Y así como el Estado tomó parte importante en esta y otras celebraciones, no podemos pasar por alto la iniciativa de la empresa privada y de los entusiastas y febriles personajes identificados con este fascinante mundo de la gastronomía peruana, por ello diversas instituciones, de la mano de sus respectivas municipalidades han decidido celebrar la promulgación de la Resolución Ministerial 708-2008 del Ministerio de la Producción, que -repitiendo hasta el cansancio- establece el 28 de junio de todos los años, el Día Nacional del Seviche.

EN TODOS LOS RINCONES DEL PERÚ

No solo la Costa, con sus muelles, malecones y ciudades tienen la exclusividad; a la celebración estamos todos convidados.  Por ello la invitación se extiende además  hasta la Sierra con su variante de Trucha o con la particularidad del Tarwi o Chocho, inclusive a la Selva, con el Paiche y su ají charapita o con el llamado "pipí de mono".   Por su parte, los vegetarianos hacen alarde de un finísimo Seviche de Champiñones y los más criollos, con el Seviche de Pato; todos indistintamente, buscando "a su particular modo- ser partícipes de una fiesta que congrega, en común acuerdo, a todos los peruanos, que gracias a este plato, ostenta un motivo concordante, por el cual sentir orgullo.

En donde haya un peruano, siempre se hablará de seviche.  Pues si hay algo con lo que nos identifican en el orbe planetario, es gracias a La Flor de la Canela de la siempre recordada Chabuca Granda; al Pisco, fino destilado de la uva y al Seviche, emblema de un país, que tiene en su gastronomía, uno de los pilares más importantes en los que se sostiene su cultura, tradiciones y turismo. 

Este es el mismo seviche de pescado, que hoy vemos en cada restaurante peruano alrededor del mundo.  El mismo que come el pobre, el rico, el indio, el blanco, el cholo o el zambo.  El plato de seviche, que con su canchita serrana tostada y su vaso de cerveza helada hace el deleite de los comensales.  Este es el mismo seviche que se encuentra en versos, coros, estrofas y al que cantan criollos compositores.  El seviche que une a familias y amigos.  El seviche protagonista del reencuentro con la peruanidad y las tradiciones.  Un seviche tuyo y mío, un seviche motivador, emotivo, pícaro.  Un seviche de pescado, que une generaciones y razas, que deshace diferencias, un seviche peruano puesto en bandeja para el mundo.

! A COMER PESCADO !

SIDNEY (Reuters) - ¿Está buscando mejorar su memoria y su concentración? Según un sondeo realizado en Australia, es mejor optar por comer pescados grasos dos veces por semana que consumir píldoras o suplementos de aceite de pescado.

El grupo de consumidores australiano Choice evaluó varios suplementos y halló que dos porciones semanales de pescado rico en ácidos grasos omega 3, como las sardinas y el salmón, puede mejorar la función cerebral tanto o más que las píldoras con ginkgo biloba y aceite de pescado.

"Los suplementos o productos en base a hierbas no son una opción inteligente. Pero comer más pescado realmente lo es", dijo el portavoz de Choice, Christopher Zinn, en un comunicado.

El informe señaló que los habitantes de Australia gastan casi 1 millón de dólares australianos (unos 930.200 dólares estadounidenses) al año en suplementos de ginkgo biloba, que se comercializan con avisos de que ayudan a mejorar la "agudeza mental" y la "memoria y la concentración".

Pero la revisión indicó que la evidencia es controvertida y que "hay pocos (fundamentos) para recomendar su uso".

No obstante, debido al poco consumo de frutos de mar y pescados que brinden suficiente omega 3 en Australia, Choice dijo que los suplementos de aceite de pescado serían una alternativa viable para los habitantes de ese país.

"Hay otras formas de mantener el cerebro en forma y la agudeza mental a medida que se envejece", dijo Zinn.

"Comer bien, permanecer socialmente conectado y ejercitar la mente y el cuerpo; todo cuenta", finalizó el portavoz.

CLASIFICACION DE PECES

Por: Daniel Seminario Ramírez

Según su anatomía y forma, los peces pueden ser clasificados en tres grandes grupos o Clases: los ciclostomata, con formas bastante arcaicas, considerados también como peces sin mandíbula; los condrictios o peces cartilaginosos, y los osteictios o peces óseos.

Ciclostomata

Dentro de los ciclostomata figuran los petromizontidos y los mixinoideos. Estos seres se caracterizan por la simplicidad de su esqueleto, que corresponde al de un vertebrado muy primitivo.

Los petromizontidos tienen un cuerpo anguiliforme, y a pesar de poseer una boca inmóvil, son unos voraces depredadores.

Esto lo han conseguido gracias a que esta estructura tiene forma de ventosa, con dientes córneos muy afilados, por lo que cuando la lamprea, uno de sus integrantes, ataca a su presa, se adhiere fuertemente a la superficie de su cuerpo. Por si esto fuera poco, en su boca poseen unas glándulas cuya secreción impide la coagulación de la sangre, con lo que el pez depredado se desangra con mucha rapidez.

Los mixinoideos o mixinos (conocidos como peces bruja o anguilas babosas) también poseen un cuerpo de forma larga y cilíndrica, aunque más parecido al de un gusano que al de una anguila, pues es más sencillo. Viven en los fondos marinos, incluso a gran profundidad, donde sepultan la mitad de su cuerpo dejando afuera solo el orificio nasal y la boca, preparados para captar el alimento. Este puede ser restos de otros animales que caen al fondo del mar, pero también peces vivos con dificultad para moverse, a los que atacan introduciéndose entre las branquias y segregando un líquido que recubre el epitelio respiratorio, lo que acaba por asfixiar a la víctima.

Condrictios o peces cartilaginosos

Condrictios, una de las tres clases de peces vivientes que se caracterizan por tener un esqueleto cartilaginoso. Todas las especies de condrictios poseen unas escamas afiladas que parecen dientes (llamadas escamas placoideas). A veces, como ocurre en la raya venenosa, estas escamas están modificadas formando púas. Los dientes, que también son escamas modificadas, no suelen estar fusionados a las mandíbulas y se desprenden y reemplazan progresivamente.

Los condrictios carecen de la vejiga natatoria que tienen los peces óseos y que les confiere la capacidad para flotar, aunque su esqueleto cartilaginoso de poco peso les ayuda a mantenerse a flote.

Ciertas especies tienen adaptaciones adicionales para este fin, incluyendo ciertas formas corporales que les proporcionan una ascensión hidráulica cuando están nadando. Sin embargo, otras especies habitan en el fondo. Pertenecen a la clase de los condrictios las quimeras, los tiburones y las rayas.

Los osteictios

La clase de los peces óseos es la más numerosa dentro de la inmensa variedad que existe. Se caracterizan por tener -a diferencia de los peces cartilaginosos- el esqueleto total o parcialmente osificado.

La forma del cuerpo es fusiforme, aunque un poco comprimida sobre todo en la región caudal; pero esta condición no es extensiva para todas las especies, por cuanto unas presentan formas comprimidas, asimétricas, de globo o más sofisticadas, como el famoso caballito de mar o el pez alga.

En el extremo anterior de la cabeza se encuentra la boca, ocupando una posición más o menos terminal. Las aberturas nasales son una a cada lado, detrás de las cuales se ubican los ojos, rodeados de un párpado circular.

Las aletas varían mucho en cuanto a su forma, número y posición, e incluso hay casos donde se encuentran completamente atrofiadas.

En la mayoría de las especies óseas se distribuyen de manera similar que en los peces cartilaginosos, con una, dos o más aletas en el dorso (dorsales), una en el extremo de la cola (caudal), otra más abajo de la región caudal (anal) y dos pares situadas en la región del tronco, las pélvicas en la zona ventral y las pectorales a los costados.

Respecto de las escamas, los peces óseos pueden tener dos tipos: escamas rómbicas o circulares (cicloideas), cubiertas de esmalte duro y ordenadas en forma de mosaico; y escamas más flexibles (ctenoideas), con una superficie lisa y con puntas como peineta en el extremo, que se adhiere al cuerpo.

La reproducción de los peces óseos en casi todas las especies es ovípara y la cantidad de huevos suele ser numerosa, lo que representa una fecundidad enorme.

Su dieta es por lo general de tipo carnívoro y encuentran su alimento en todos los grupos zoológicos. Los peces marinos se nutren de otros peces, crustáceos, gusanos o moluscos; los de agua dulce consumen gran cantidad de crustáceos, insectos acuáticos, larvas de insecto y renacuajos. También hay especies que se alimentan de sustancias vegetales. Los dientes y el tubo digestivo se relacionan igualmente con el régimen alimenticio por lo que las especies carnívoras suelen tener dientes agudos e intestino corto, y los herbívoros dientes cortantes o trituradores y el intestino largo.