CLASIFICACION DE PECES
Por: Daniel Seminario Ramírez
Según su anatomía y forma, los peces pueden ser clasificados en tres grandes grupos o Clases: los ciclostomata, con formas bastante arcaicas, considerados también como peces sin mandíbula; los condrictios o peces cartilaginosos, y los osteictios o peces óseos.
Ciclostomata
Dentro de los ciclostomata figuran los petromizontidos y los mixinoideos. Estos seres se caracterizan por la simplicidad de su esqueleto, que corresponde al de un vertebrado muy primitivo.
Los petromizontidos tienen un cuerpo anguiliforme, y a pesar de poseer una boca inmóvil, son unos voraces depredadores.
Esto lo han conseguido gracias a que esta estructura tiene forma de ventosa, con dientes córneos muy afilados, por lo que cuando la lamprea, uno de sus integrantes, ataca a su presa, se adhiere fuertemente a la superficie de su cuerpo. Por si esto fuera poco, en su boca poseen unas glándulas cuya secreción impide la coagulación de la sangre, con lo que el pez depredado se desangra con mucha rapidez.
Los mixinoideos o mixinos (conocidos como peces bruja o anguilas babosas) también poseen un cuerpo de forma larga y cilíndrica, aunque más parecido al de un gusano que al de una anguila, pues es más sencillo. Viven en los fondos marinos, incluso a gran profundidad, donde sepultan la mitad de su cuerpo dejando afuera solo el orificio nasal y la boca, preparados para captar el alimento. Este puede ser restos de otros animales que caen al fondo del mar, pero también peces vivos con dificultad para moverse, a los que atacan introduciéndose entre las branquias y segregando un líquido que recubre el epitelio respiratorio, lo que acaba por asfixiar a la víctima.
Condrictios o peces cartilaginosos
Condrictios, una de las tres clases de peces vivientes que se caracterizan por tener un esqueleto cartilaginoso. Todas las especies de condrictios poseen unas escamas afiladas que parecen dientes (llamadas escamas placoideas). A veces, como ocurre en la raya venenosa, estas escamas están modificadas formando púas. Los dientes, que también son escamas modificadas, no suelen estar fusionados a las mandíbulas y se desprenden y reemplazan progresivamente.
Los condrictios carecen de la vejiga natatoria que tienen los peces óseos y que les confiere la capacidad para flotar, aunque su esqueleto cartilaginoso de poco peso les ayuda a mantenerse a flote.
Ciertas especies tienen adaptaciones adicionales para este fin, incluyendo ciertas formas corporales que les proporcionan una ascensión hidráulica cuando están nadando. Sin embargo, otras especies habitan en el fondo. Pertenecen a la clase de los condrictios las quimeras, los tiburones y las rayas.
Los osteictios
La clase de los peces óseos es la más numerosa dentro de la inmensa variedad que existe. Se caracterizan por tener -a diferencia de los peces cartilaginosos- el esqueleto total o parcialmente osificado.
La forma del cuerpo es fusiforme, aunque un poco comprimida sobre todo en la región caudal; pero esta condición no es extensiva para todas las especies, por cuanto unas presentan formas comprimidas, asimétricas, de globo o más sofisticadas, como el famoso caballito de mar o el pez alga.
En el extremo anterior de la cabeza se encuentra la boca, ocupando una posición más o menos terminal. Las aberturas nasales son una a cada lado, detrás de las cuales se ubican los ojos, rodeados de un párpado circular.
Las aletas varían mucho en cuanto a su forma, número y posición, e incluso hay casos donde se encuentran completamente atrofiadas.
En la mayoría de las especies óseas se distribuyen de manera similar que en los peces cartilaginosos, con una, dos o más aletas en el dorso (dorsales), una en el extremo de la cola (caudal), otra más abajo de la región caudal (anal) y dos pares situadas en la región del tronco, las pélvicas en la zona ventral y las pectorales a los costados.
Respecto de las escamas, los peces óseos pueden tener dos tipos: escamas rómbicas o circulares (cicloideas), cubiertas de esmalte duro y ordenadas en forma de mosaico; y escamas más flexibles (ctenoideas), con una superficie lisa y con puntas como peineta en el extremo, que se adhiere al cuerpo.
La reproducción de los peces óseos en casi todas las especies es ovípara y la cantidad de huevos suele ser numerosa, lo que representa una fecundidad enorme.
Su dieta es por lo general de tipo carnívoro y encuentran su alimento en todos los grupos zoológicos. Los peces marinos se nutren de otros peces, crustáceos, gusanos o moluscos; los de agua dulce consumen gran cantidad de crustáceos, insectos acuáticos, larvas de insecto y renacuajos. También hay especies que se alimentan de sustancias vegetales. Los dientes y el tubo digestivo se relacionan igualmente con el régimen alimenticio por lo que las especies carnívoras suelen tener dientes agudos e intestino corto, y los herbívoros dientes cortantes o trituradores y el intestino largo.
0 comentarios