CUMBRE DE LA PAPA EN EL CUSCO
En un entorno de agudo incremento de los precios mundiales de los cereales ayer se inauguró en Cusco, Perú, una conferencia internacional sobre un cultivo que produce más alimentos en menos tierras que el maíz, el trigo o el arroz. Ese cultivo, que algunos científicos denominan "el alimento del futuro", es la papa.
La papa, que se cultiva en más de 100 países, ya forma parte importante del sistema alimentario mundial. Es el producto no cerealero número 1 y la producción mundial alcanzó la cifra sin precedentes de 320 millones de toneladas en 2007.
El consumo de papa se extiende vigorosamente en el mundo en desarrollo, que hoy produce más de la mitad de la cosecha mundial, y donde la facilidad de cultivo y el gran contenido de energía de la papa la han convertido en valioso producto comercial para millones de agricultores.
La conferencia de Cusco - actividad de primera importancia del Año Internacional de la Papa, de las Naciones Unidas, que se celebra en 2008 - tiene como objetivo aprovechar el potencial de la papa a fin de incrementar su presencia en la agricultura, la economía y la seguridad alimentaria, en especial en los países más pobres del mundo.
La papa tiene perspectivas brillantes. En el mismo Perú, la inflación de los precios de los alimentos ha estimulado al gobierno a reducir las costosas importaciones de trigo y alentar a la población a consumir pan con harina de papa. En China, primer productor mundial de papa (72 millones de toneladas en 2007), expertos agrónomos han propuesto que la papa se convierta en el principal cultivo alimentario de gran parte de las tierras agrícolas del país.
Sin embargo, dicen los patrocinadores de la conferencia, el Centro Internacional de la Papa (CIP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), extender los beneficios de la producción de papa depende de que se mejoren la calidad el material de siembra, contar con sistemas agrícolas que hagan un uso más sostenible de los recursos naturales, y tener variedades de papa que reduzcan la necesidad de agua, tengan mayor resistencia a las plagas y enfermedades, y capacidad de adaptación ante el cambio climático.
Durante los cuatro días de la conferencia, más de 90 de las principales autoridades mundiales de la papa y de la investigación para el desarrollo debatirán estrategias para aumentar la productividad, rentabilidad y sostenibilidad de los sistemas de producción de papa, prestando especial atención a los países en desarrollo.
Tratarán los desafíos que afrontan tres economías en particular -indicadas en el Informe del Banco Mundial sobre el desarrollo 2008- en materia de fomento de la papa en el mundo en desarrollo. La primera es la de los países agrícolas, principalmente de África, donde la población pobre se concentra en las zonas rurales y produce papa para consumo doméstico y para el mercado local. El CIP y la FAO consideran que para estos países es prioritario contar con resultados de investigación y tecnología, en apoyo a una "revolución sostenible de la productividad", así como establecer nexos entre los productores con los mercados interno y regional.
Son necesarias estrategias diferentes para las "economías en transformación" de África, Asia y el Oriente Medio, donde los sistemas de producción de papa comúnmente son granjas comerciales muy pequeñas de producción intensiva. Para estos países el reto consiste en la gestión sostenible de los sistemas intensivos, aumentar la productividad y reducir al mínimo los riesgos para la salud y el medio ambiente. agroinformacion.com
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