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INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

LA GRASA EN EL ABDOMEN

(www.saludyciencias.com.ar) Un curioso descubrimiento médico parece apuntar a que las grasas extras que llevamos acumulados en el abdomen, formando el antipático cinturón o salvavidas pueden generar compuestos metabólicos hormonales que activan la sensación de hambre. Esto, a su vez, estimula la acumulación de más grasas y un circuito cerrado que tiende a generar una mayor obesidad.

Este raro fenómeno estimulante del apetito está siendo estudiado por el doctor Yaiping Yang y sus colegas del Lawson Health Research Institute, que pertenece a la Universidad de Western Ontario, en Canadá.

Básicamente, el trabajo de Yang identificó que los tejidos grasos abdominales pueden reproducir una hormona que estimula, a su vez, la producción de nuevos tejidos grasos. Y, como suele ocurrir en un tema tan sensible a la estética y a la salud, Yang y sus colegas se esperanzan con el hecho de que este descubrimiento ayude a cambiar la manear en que se previene, y se trata la acumulación de grasa abdominal.

Neuropéptidos en el cerebro y en el abdómen - En esencia, Yang y tu equipo lograron identificar que los tejidos grasos del abdomen generaban una hormona denominada Neuropeptido Y (NPY). Hasta ahora se pensaba que esta molécula solo se generaba en el tejido cerebral.

Y según escribió Yang en un artículo publicado en la revista médica The FASEB Journal, este novedoso descubrimiento podría llevar a desarrollar nuevos blancos terapéuticos para tratar la obesidad.

Usualmente, se pensaba que una de las principales razones por la que la gente con sobrepeso come en forma mórbida es porque su cerebro produce cantidades excesivas de esta hormona. Y, su abundancia, desata una serie de acciones neuronales que terminan generando en la persona una fuerte sensación de hambre.

Pero Yang y sus colegas estudiaron el metabolismo de ratas obesas y comprobaron que la NPY también se generaba en forma local en el tejido adiposo abdominal de las ratas.

Se genera así una especie de círculo negativo ya que la NPY que se genera en el cerebro estimula la creación de células de grasas. Pero luego esas células generan más NPY, que a su vez- causan más sensación de hambre y el círculo negativo se reproduce.

La peor de todas - Hace ya tiempo se sabe el estar pasado de peso, independientemente del lugar del cuerpo donde la grasa de más se encuentre en el cuerpo, es perjudicial para la salud.

Sin embargo, debido a su ubicación anatómica y sus derivados, la grasa abdominal o la forma de manzana es conocido por ser la más peligroso. Las personas predispuestas a la forma de manzana se encuentran ante un un elevado riesgo de enfermedades del corazón y la circulación, diabetes tipo 2, hipertensión y algunos tipos de cáncer.

Ahora, los investigadores quieren comprobar si esta hormona NPY producida por la grasa corporal se libera y circula por el cuerpo a través del sistema circulatorio. "Queremos saber si la NPY podría ser transportado en la sangre al cerebro, donde a su vez tiene un impacto sobre el cerebro para estimular la sensación de hambre", explica Yang.

Si los investigadores constatan que la NPY, de hecho, se transporta por medio de la circulación sanguínea entonces podría pensarse en desarrollar una simple prueba de sangre para detectar el aumento de los niveles de NPY. "Si se puede detectar NPY e identificar más fácilmente a los que están en riesgo de obesidad abdominal, podríamos entonces mejorar y prevenir de manear más eficaz esta causa de obesidad, tratando de modular la producción de NPY.

Sería mucho más fácil recurrir a medicamentos para prevenir la obesidad que a tratar a las enfermedades causadas por la obesidad.

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