LAS BEBIDAS ENERGIZANTES
Dr. Alfonso Puiggrós Planas - Instituto de los Andes
Últimamente se ha puesto de moda consumir bebidas, llamadas energizantes, para aumentar la energía, y con eso tener más ánimo y fuerza para realizar las actividades cotidianas. Es más, la juventud la utiliza ahora, para combinarlas con las bebidas alcohólicas, en especial en las discotecas, para continuar bailando y tomando alcohol por más tiempo.
Todo esto está implementado por las campañas publicitarias de las compañías embotelladoras, que las presentan como que son productos para vivir mejor y con más energía, y recomiendan en la práctica su uso indiscriminado, como si fueran bebidas gaseosas inocentes o agua gasificada o agua natural.
La realidad es otra muy distinta, en cuanto a la salud se refiere, ya que en su mayoría, se trata de un agua carbonatada o no, con algún saborizante y grandes cantidades de cafeína, (el equivalente a tomarse varias tazas de café juntas) que es en realidad la que activa las funciones del organismo, y producen la sensación de energía. La cafeína es un producto sano en cuanto se ingiera en dosis moderadas, menos de 200 miligramos por día, y su acción se encamina a estimular los aparatos circulatorio, nervioso, digestivo y renal. Como dijimos ingerido a dosis pequeñas, la estimulación que produce puede considerarse beneficiosa, pero en dosis muy elevadas produce los siguientes efectos sobre los diferentes aparatos;
Circulatorio: La cafeína aumenta el número de contracciones del corazón, y por lo tanto la frecuencia de los latidos cardiacos (taquicardia) y los hace más intensos (palpitaciones), eleva la presión arterial en dosis moderadas, en un 10 % alrededor de los 10 minutos de ingerida y pude elevarla más en caso de una ingesta excesiva de cafeína, y es por eso que se prohíbe su uso en pacientes con hipertensión arterial, o angina o infartos cardiacos, ya que está demostrado que una de las causas que contribuyen a desarrollar insuficiencia cardiaca, angina o infartos de miocardio es la hipertensión arterial.
Sistema Nervioso: La cafeína produce estimulación del sistema nervioso, lo que produce alerta, nerviosismo, ansiedad y adicción. Esta adicción es aprovechada por la industria de bebidas gaseosas, para incluirla en sus fórmulas, con el objeto de crear la necesidad de su consumo y producir cierto grado de estimulación y sensación de bienestar.
Aparato digestivo: Aumenta la secreción gástrica de ácido clorhídrico, por lo que se acostumbra a usar después del almuerzo, y es en muchas ocasiones responsable de gastritis, esofagitis cuando hay reflujo y puede llegar hasta el sangrado del estómago, de consecuencias impredecibles.
Aparato renal: Su consumo aumenta la filtración de agua por los riñones al elevar ligeramente la presión arterial, actuando como un diurético suave en dosis adecuadas, lo cual es beneficioso para el organismo
Con lo descrito, podemos concluir que la cafeína es una sustancia inocua para el organismo cuando se ingiere en dosis adecuadas, pero pude traer trastornos muy serios cuando se ingiere en exceso. En el caso, tan usado ahora por los jóvenes, de mezclarlo con grandes cantidades de alcohol, que también aumenta la presión arterial, produce esofagitis y gastritis, primero estimula el sistema nervioso y luego lo deprime, produce delirio, además de, aumenta la filtración de agua por los riñones, podemos darnos cuenta del riesgo que se corre y lo que se juega al mezclar estas bebidas.
Dr. Alfonso Puiggrós Planas
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