Blogia
INDUSTRIAS DE ALIMENTOS - NUTRICION

04 DIETAS

DESCENSO DE PESO SALUDABLE

Por la Lic. Claudia A. Aronno para Alimentación Sana

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy; si bien es un viejo refrán puede ser útil para aplicarlo al descenso de peso saludable.

No cometas nuevamente el error de querer bajar de peso cuando empieza la primavera y llegan los primeros calores. De esta manera nos apremia el tiempo y recurrimos entonces a dietas mágicas carentes de muchos nutrientes, ayunos y a ejercicio físico extenuante, para lograr la tan querida delgadez.

¿Pero es así como vamos a mejorar nuestra salud y calidad de vida?

Aquí van algunos consejos practicos para reducir el peso y no recuperarlo:

• Establecernos objetivos a corto plazo sobre lo que queremos lograr con el seguimiento de la dieta, por ejemplo bajar 3 kilos en un mes, alcanzar determinada talla de vestido, etc. Tengamos en cuenta que hicimos en el pasado, identificando que factores afectaron el cumplimiento de nuestras metas y aprovechemos de esos errores para no volver a cometerlos. Es importante armarse de paciencia ya que toda modificación de hábitos es un largo camino que requiere voluntad y compromiso. Piensa que no llegaste al estado actual de un momento a otro! Pero ante todo siempre ten una actitud positiva y no claudiques frente a las dificultades.

• No reduzcas las calorías drásticamente. Esto genera una perdida de tejido muscular, que es el primer determinante del metabolismo, es decir de las calorías que quema el cuerpo. La perdida de peso saludable debe realizarse a expensas del tejido graso y esto se logra con una dieta variada mantenido a lo largo del tiempo.

• Cumple con las cuatro comidas del día y sumar de 1 a 2 colaciones. Esto permite estimular al organismo para consumir esas calorías ingeridas, nos permite tener energia para todas las actividades del día y también evita que caigamos en las tan famosas comilonas.

Es importante comenzar el día con un desayuno adecuado, que aporte las calorías necesarias para arrancar el día con energía. Para que sea completo se puede armar con cereales, frutas, y lácteos

• Toma mucho líquido. Se trata de consumir de 2 a 3 litros de agua por día, para favorecer las funciones corporales, además de generar saciedad. Es aconsejable el consumo de agua segura, pero también podemos consumir caldos y sopas, jugos de bajas calorías, infusiones, gelatinas dietéticas y en último lugar gaseosas Light, de las que no es conveniente abusar por su contenido de conservantes.

• Come más despacio y masticar bien los alimentos, esto prepara mejor los alimentos para su posterior digestión además de provocar saciedad. Se debe tener en cuenta que el estómago envía señales de saciedad hacia el cerebro al cabo de 20 minutos de comenzar a alimentarnos. De esta manera si comemos más lento, finalmente comeremos menos cantidad.

• Reduce el tamaño de las porciones. No es necesario excluir todos los alimentos calóricos que tanto nos gustan, si no de saber permitirnos esos alimentos en pequeñas cantidades y de forma esporádica.

• Realiza las comidas siempre sentado a la mesa, esta es una mejor manera de controlar y estar conciente de lo que estamos consumiendo. También es útil llevar un registro de los alimentos que ingerimos, es decir anotar todas las comidas que llevamos a cabo en el día.

• Realizar una actividad física que sea lo suficientemente placentera como para realizarla frecuentemente, por ejemplo bailar, andar en bicicleta, nadar, etc. Se aconseja una rutina de al menos 3 a 4 veces por semana de 45 minutos a una hora. Afortunadamente no es necesario realizar toda la actividad física junto, si no que puede dividirse en intervalos a lo largo del día.

Entonces ya sabes, cualquier momento es bueno para empezar a alimentarse mejor; plantéate metas realistas y próximas; ten como aliado a la paciencia; no te culpes frente a un desarreglo alimentario, sino úsalo para aprender de esa experiencia; y piensa en este último concepto: si somos lo que comemos, nos podemos proponer ser un poco mejor??

www.la-gerencia.com

SOBREPESO, PESADILLA DEL SIGLO XXI

Por: Luis Enrique Lira Suarez.

Una de las pesadillas del siglo XXI es el sobrepeso.

No es una novedad que muchas de las personas con sobrepeso comen de más y llevan una vida sedentaria consumen muchas calorías y queman pocas. Esto se traduce en un aumento de la grasa corporal, lo que a su vez significa un aumento de peso.

Pero esta ecuación no es PARA NADA absoluta. Tambien actuan ciertas variables tales como el patrón con los que se ingieren los alimentos y el tipos de comida que se ingiere.

Esto es importante porque la obesidad no es solamente un problema estético. Tambien las personas con sobrepeso de todas las edades son más proclives a sufrir desordenes en su corazón, higado, rinones y vias biliares, además de problemas con la alta presión arterial y hernias, entre otros muchos trastornos.

Y aqui volveremos atrás para destacar una de las frases escritas en el parrafo anterior " personas con sobrepeso de todas las edades" , dado que la tasa de obesidad continua creciendo en todo el mundo occidental, los ninos y adolescentes son la excepción.  La obesidad se has vuelto un problema epidémico entre los adolescentes y para ellos verdaderamente constituye una pesadilla. De acuerdo con la Asociación Estadounidense para la obesidad el 30.4% de los adolescentes tienen algo de sobrepeso y un 15.50% es obeso. Estos adolescentes se enfrentan a problemas y desordenes de todo tipo: médicos, psicologicos y sociales.

Todos los días de su vida los anos en los que una persona adolescente y va a la escuela resulta dificiles. Imaginemos que además que esa persona obesa. Y lo que menos importa a las personas frente a esas circunstancias su salud la estética es lo que más les preocupa.

Sin embargo esos son los anos en los que ciertos problemas médicos comienzas a surgir. Las enfermedades como la diabetes, la hipertensión y algunos problemas en el corazón se han vuelto mas que comunes en los jovenes en que anos anteriores y ciertas actividades tipicas de la adolescencia pueden llegar a ser muy difíciles para ellos apresurarse a clases participar en actividades de educación física y hasta subir escaleras en un edificio de la escuela pueden hacerles sufrir falta de aire, mareos y fátiga en un momento de la vida que deberia ser cuando los jovenes se sintieran mejor.

Pero si la obesidad es tan nociva y tan antiestética.  Porque ninos, adolescentes y alumnos siguen siendo tan gordos? . La respuesta es simple: las dietas tradicionales  ya han probado ser nulas.

Los investigadores han llegado a la conclusión que los cambios reales en el aspecto físico y en la salud  de una persona se logran a traves de un nuevo plan en el que si incluyen los alimentos que el sujeto desea comer combinando diversos tipos de calorías y organizando un nuevo patrón de ingesta de alimentos para causar que el paciente pierda y siga perdiendo peso.

UNA DIETA EXITOSA

La dieta Okinawa una de la razones está en su alimentación
/ Nuevoleonenlinea.com

Un grupo de científicos –entre ellos, los médicos Makoto Suzuki, Craig Wilcox y Bradley Wilcox a partir de una investigación que durante 25 años se realizó en la isla de Okinawa, Japón, encontró las claves de por qué esa población era la más longeva, delgada y sana del mundo. Una de la razones está en su alimentación. Este hallazgo se convirtió en un libro –The Okinawa Diet Plan (Random House Inc.), hoy best seller– donde enseñan a bajar de peso poniendo énfasis en el objetivo de mejorar la salud y alcanzar la longevidad, comiendo la misma cantidad de siempre pero con los carbohidratos, las grasas y las proteínas correctas.

“La investigación comenzó con el doctor Suzuki en 1976. En ese entonces, la Escuela Médica de la Prefectura de Okinawa estaba impresionada por la cantidad de ancianos saludables que existían y comenzaron un estudio para descifrar los secretos de su envejecimiento”, explican a Para Ti los doctores Craig y Bradley Wilcox. “En 1994 nos sumamos nosotros, que por ese entonces llevábamos adelante un proyecto de salud sobre gente mayor en la Universidad de Toronto. Uno de nuestros pacientes era un muy saludable okinawense-canadiense de 105 años que había pasado mucho tiempo viviendo ‘a la manera de Okinawa’, y así surgió la idea de que alguien podría vivir a la manera de Okinawa aún sin estar allí”.

 

Los autores explican las claves: “Se trata de una dieta nutritiva, baja en calorías, alta en vitaminas, minerales y micronutrientes. Cuenta con una alta carga de antioxidantes y funciones antiinflamatorias y es la dieta perfecta para envejecer de manera saludable –algunos hasta dirían para no envejecer– y ha sido probada en ensayos clínicos para disminuir los riesgos de varias dolencias asociadas al envejecimiento como la hipertensión o enfermedades cardiovasculares”.

 

¿Sus bases? “Comer todo tipo de vegetales, incluidos algas, tofu (rico en proteínas), Omega 3 (que ayuda a la salud cardiovascular), pescados, frutas tropicales y pequeñas cantidades de cerdo”. La licenciada en nutrición Pilar Llanos explica: “La alimentación ha cambiado mucho en el transcurso de los años y no siempre fue para mejor. Y si bien es cierto que la tecnología nos sigue maravillando con sus descubrimientos, también es verdad que las sociedades evolucionadas han exagerado no sólo los consumos de origen animal, sino los consumos de alimentos refinados en detrimento de granos y vegetales que consumían en abundancia las sociedades primitivas”.

 

La pirámide que grafica la Dieta Okinawa de por sí es muy distinta de la tradicional: “La diferencia básica es el énfasis que ponemos en vegetales ricos en antioxidantes, granos enteros que controlan el azúcar en la sangre y comidas ricas en Omega 3, como los que se encuentran en el pescado, el aceite de canola y frutos secos –explica el doctor Craig Wilcox–. Al hacer foco en estos grupos de comidas, mantendremos bajas las calorías y altos los nutrientes, la combinación perfecta para envejecer saludablemente”.

 

La idea también es disminuir el consumo de calorías (obteniendo las necesarias para sentirnos bien durante el día) y aumentar el desgaste de energía (con un programa de gimnasia que combine fortalecimiento de músculos y ejercicios aeróbicos). “Ejercitarnos es tan importante como lo que comemos. Los okinawenses más ancianos han sido extremadamente activos toda su vida. Por consiguiente, la mayoría se ha mantenido delgada y sana, y muy activa hasta el final de sus días”, aseguran los autores. Los nutrientes que necesitamos serán provistos por una ingesta diaria de 1.300 calorías, el cuerpo se mantiene en forma y se puede llegar a bajar hasta 1 kg por semana.“Hay dietas cortas y que no son saludables –asegura el doctor Craig Wilcox–. Lo que la gente necesita son soluciones a largo plazo y éstas sólo llegan a través de cambios globales saludables en nuestro estilo de vida. Es una dieta fácil que sigue un patrón que se va dando naturalmente en lugar de uno restrictivo y diseñado artificialmente”.

 

El abecé

“Comida saludable, reducción de calorías –no de alimentos– y una disminución de grasas animales que lleva a una vida activa, a mejorar el peso corporal y la salud en general”, resume la licenciada Llanos, quien adecuó el sistema para hacerlo viable en nuestro país. La pirámide alimenticia (en la web: www.okinawa-diet.com) propone basar nuestra alimentación en alimentos con alta densidad nutricional. Para llevar adelante este plan alimentario, recordá:

 

1. La mejor energía proviene de legumbres, cereales integrales, pastas integrales y productos elaborados con ellos (panificados de grano entero) y no de sus harinas refinadas. El arroz integral y yamaní, trigo entero, trigo burgol, legumbres (lentejas, garbanzos, porotos y soja), maíz, avena arrollada, cebada y tubérculos son aconsejados, pero se debe recordar que todos ellos tienen también alta densidad calórica y, por lo tanto, sus porciones deben ser pequeñas.

 

2. La mejor complementación de nutrientes (fibras, vitaminas, minerales y fitonutrientes) proviene de los vegetales y las frutas. Debe haber variedad de colores y de origen, y deben tener el mejor tratamiento en la cocina para no perder sus aportes. Las algas son productos vegetales del mundo marino y, como tales, enriquecen la dieta con minerales como el yodo y vitaminas del grupo B. Los brotes son productos vegetales de cereales y legumbres, y son una excelente fuente de proteínas vegetales y minerales. La densidad calórica de los vegetales es baja frente a su alta densidad nutricional, te sacian sin agregarte peso y te protegen contra el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, las porciones pueden ser más abundantes. Los mejores azúcares son los que provienen de las frutas (porque están acompañados de minerales, vitaminas, fibras y fitonutrientes) y por esa razón se indican de 2 a 3 porciones por día.

 

3. Deben participar diariamente los alimentos con flavonoides (fitonutrientes que protegen a nuestros tejidos de la degeneración y del daño oxidativo, como algunos cánceres y enfermedades cardiovasculares). Entre esos alimentos están las cebollas, los cítricos, las manzanas, las uvas o productos de soja como los bebibles o el tofu (que también nos dan proteínas completas).

 

4. También deben estar presentes a diario alimentos que provean calcio (que asegura la salud de los huesos, previene la osteoporosis y tiene participación indiscutida en el logro de reducir el peso corporal) productos lácteos muy magros (queso, yogur y leches descremadas), calcio vegetal (brócoli y berro) y alimentos de origen animal que lo refuerzan (sardinas, cornalitos y pescados envasados).

 

5. Tenés que sumar alimentos con Omega 3 –tanto los ácidos grasos EPA como DHA– que nos proveen los pescados grasos de mar y los moluscos (atún, caballa, arenque, sardinas, calamares), así como también el ácido alfa-linolénico (vegetales de hoja verde, frutas secas y semillas).

 

6. Hay que sumar aceites vegetales (oliva, canola, soja, girasol) y mayonesas elaboradas a base de esos aceites. Para reforzar el sabor usá hierbas, especias y productos de bajo sodio. Todo manejado con moderación (una cucharada sopera en cada comida).

 

En el extremo superior de la pirámide están indicados aquellos alimentos que en esta dieta no debemos incluir a diario sino espaciarlos a una vez por semana: carnes rojas, huevos, aves, dulces y repostería. A diario se recomienda como bebida el té verde, rico en antioxidantes y en un tipo de flavonoides: las catequinas, sustancias que se consideran quimiopreventivas, ya que ayudan a prevenir el cáncer y los problemas cardíacos.

LO LIGHT NO ES MÁGICO

 
Por: Roberto Guzmán - El diario del itsmo - Mexico - Sin duda, el desarrollo del conocimiento ha tenido uno de sus mayores impactos en lo que comemos, pues cada bocado está cargado de ciencia y tecnología, nutrimentos, cultura e historia, globalización y, desde luego, placer. Así que hoy todos los aspectos relacionados con los alimentos son igualmente relevantes y deben ser sujetos de reflexión siempre que nos encontremos a punto de elegir alguno de ellos, ya sea estando frente al menú o refrigerador, o empujando el carrito dentro del supermercado.

Desafortunadamente, no damos a cada faceta de la comida la importancia debida, pues lo que supuestamente sabemos -o, mejor dicho, nos han hecho creer sobre comestibles y Nutrición- domina a nuestro criterio al momento de elegir. En este contexto destacan los productos light, los cuales son fundamentales en los regímenes de adelgazamiento debido a su reducido aporte de calorías.

Sin embargo, desde que se lanzaron fueron vistos como “santo remedio” para bajar de peso “mágicamente” sin controlar la cantidad de alimento ingerida, situación que condujo a muchas personas a comerlos sin medida, así que en vez de perder peso, ganaron más del que tenían a causa de consumir porciones exageradas de dichos productos, las cuales aportaron mayor número de calorías que uno en versión normal.

Realidad
Tratándose de alimentos, la palabra light significa que a cierto producto le han eliminado, reducido o sustituido la cantidad de grasa o azúcar que suele contener, con el fin de que aporte menos calorías; de ahí que las etiquetas de estos artículos incluyan leyendas como: “bajo en calorías o en colesterol”, “sin grasa” o “alto contenido de fibra”.

Incluso, dicho término puede significar dos cosas: que el comestible aporta sólo la tercera parte de calorías o la mitad de grasa del producto original.

En México las fórmulas light ingresaron al mercado en la década de 1980, y desde entonces ganaron la aceptación de muchas personas.

IDEA FALSA
Ahora bien, conviene señalar que existe falsa idea asociada al consumo de este tipo de artículos y la salud, la cual establece que “para prevenir elevados niveles de colesterol y grasas en sangre, enfermedades del corazón y obesidad, se ha tomado como única medida la ingestión de productos light”. Como consecuencia, cierto porcentaje de la población evita consumir alimentos necesarios, como frutas, verduras, grasas y proteínas de origen animal y vegetal, además de abandonar la práctica cotidiana de ejercicio.

Al respecto, debemos mencionar que investigaciones realizadas en Estados Unidos revelaron que en dicho país la gente engorda a base de alimentos sin grasa, a causa de que los consumen exageradamente y sin vigilar la dieta.
Aspectos a considerar

Es indispensable aclarar que los productos referidos no son dañinos en sí mismos, lo verdaderamente malo radica en que son vistos como alternativa para perder peso sin esfuerzo, es decir, sin alimentarse balanceadamente ni hacer ejercicio. Otra cuestión digna de tomar en cuenta se refiere a que, si bien son inofensivos para niños, adolescentes y mujeres embarazadas, no se recomienda su consumo porque estos grupos se encuentran en etapas de la vida en las que el organismo requiere mayor aporte de calorías para realizar todos sus procesos.

A quienes luchan por eliminar la grasa corporal debemos recordarles que incluso dormidos requerimos la energía que ésta aporta; a su vez, las vitaminas A y D se disuelven en dicha sustancia para ser aprovechadas, y existen ácidos grasos de suma importancia en el organismo. Por ello, lo más recomendable es comer de todo, pero en raciones moderadas.

ADELGAZAR SIN HACER DIETA, PROS Y CONTRAS

Delgado - Vitónica

 

comida sana.jpg

Por todos es sabido que la base de una buena salud y el mantenimiento de un peso correcto es seguir una alimentación sana y variada combinada con ejercicio habitual. Estos principios son la base de una buena dieta a través de la que conseguiremos mantener nuestro peso.

Pero antes de nada debemos empezar por adquirir buenos hábitos alimenticios. Es fundamental tener una adecuada educación nutricional para no poner en peligro nuestra salud. Hay que comer de todo pero en su justa medida y a sabiendas de los beneficios que tendrá ese alimento para nuestro organismo. De hecho la mayoría de las personas que han perdido peso y lo mantienen a lo largo de su vida no han seguido nunca una dieta alimenticia, sólo han aprendido a comer correctamente.

Seguir una disciplina alimenticia tiene sus pros y contras. Si no seguimos ninguna dieta específica, pero por el contrario comemos correctamente nunca pasaremos hambre, evitando de esta manera los trastornos que el hambre causa al organismo que tiende a acumular grasa para épocas de escasez. Además, si comemos correctamente disfrutaremos de todos los alimentos en su medida.

Al recibir nuestro cuerpo todo tipo de nutrientes no estaremos de mal humor ni irritables como las personas que siguen una dieta para adelgazar. Si seguimos una alimentación correcta nunca recuperaremos los kilos perdidos, pues al no pasar hambre nuestro cuerpo no tiene la necesidad de guardar para periodos de hambre y escasez. Esto es lo que suele suceder con las dietas yo, yo, que se pierden muchos kilos a base de pasar hambre y cuando empezamos a comer normalmente los recuperamos amentados en un 10%.

Además, si seguimos una alimentación correcta nunca sentiremos cansancio ni falta de energía. Al no perder peso de forma rápida nunca tendremos estrías ni descolgamientos de la piel, pues la pérdida de peso es progresiva y totalmente natural, ya que nuestro cuerpo se reajusta a la nueva alimentación.

Pero hay algunos contras como que los resultados no son tan inmediatos como en una dieta de adelgazamiento. Los kilos que perdemos no te garantizan tener un cuerpo perfecto, pues nuestro organismo se ajusta a la nueva alimentación y llega un momento en el que no adelgazamos más al estabilizamos. Este proceso es diferente en cada persona, ya que cada uno adelgaza de una manera, por lo que no se garantiza una pérdida de peso.

A pesar de todo, si seguimos una dieta equilibrada y hacemos ejercicio físico todos los días nos sentiremos mejor y conseguiremos estar en nuestro peso ideal además de aumentar nuestra salud.

LA CONCIENTIZACIÓN

La falta de concientización conspira a favor de la obesidad

Autor: Cecilia Suárez
Fuente: PortalFitness.com
http://www.portalfitness.com 
Si había que encontrar algo más para criticar el uso excesivo de la televisión, el especialista en endocrinología, Felipe Casanueva Freijo, lo encontró: comer frente a la televisión, es un hábito que incita a ingerir más de lo necesario.
 
En declaraciones a Europa Press, el jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), destacó que para frenar la obesidad y reducir el sobrepeso, hay que concientizar sobre los factores que la provocan e implementar una política para prevenir la obesidad infantil, que generalmente continúa cuando el niño obeso crece.
 
Tener una televisión en la habitación de los más pequeños o comer frente a ella, conspira a favor de la obesidad provocando trastornos en el sueño que pueden derivan en obesidad. Por eso, el doctor Casanueva aconseja consumir con moderación, reducir la cantidad de grasas y azúcares, aumentar la ingesta de verduras, frutas y pescados, y sobre todo, realizar ejercicios físicos.
 
“Antes en España el ejercicio era visto como una pérdida de tiempo y aunque hoy hay poco deporte infantil, debería crearse el hábito desde pequeños porque sino de mayores tampoco lo harán”, explicó.
 
El experto, también indicó que espera un plan de estudios que incluya más horas de ejercicio físico, y una administración que ponga en marcha una política intervencionista que promueva la cultura del deporte y requiera expertos en nutrición para asesorar los menús de los comedores escolares.
 
La dieta gallega - En la actualidad los estudios sitúan la prevalencia de la obesidad en un 25 por ciento en el caso de la población infantil gallega y por encima del 15 por ciento en los adultos, colocándose Galicia en la cima de otras comunidades, salvo las Islas Canarias que tiene 'la tasa más alta'.
 
Felipe Casanueva recalcó que si bien la dieta mediterránea es muy saludable si se consume en cantidad adecuada, las fiestas gastronómicas habituales de Galicia motivan a que la gente coma en grupo y aumente su dieta

LA DIETA DE LA LUNA


Es una de las famosas dietas milagro que consiste en ayunar durante uno o tres días que han de coincidir con el cambio de ciclo lunar. Durante ese período no debe ingerirse ningún alimento, a excepción de líquidos sin azúcar porque el organismo metaboliza los alimentos a un ritmo más lento, igual que el nivel del mar sube menos.

Los defensores de este régimen aseguran que se pierden hasta tres kilos y que no se recuperan ni se corre ningún riesgo para la salud. ¿Es cierto? Normalmente no. Las dietas milagro se caracterizan por comer muy poco, por lo que parecen ser efectivas pero sólo es eso, apariencia. Al dejar de comer o ingerir muy pocas calorías el cuerpo aprovecha las reservas que tiene almacenadas en los músculos. Lo que se pierde no es grasa sino masa muscular, muy rica en agua, por lo que el peso baja de forma muy rápida y llamativa. Al mismo tiempo, esa restricción drástica de nutrientes desequilibra completamente el metabolismo. avance.com

DIETAS POR ZONAS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 MÉXICO, D.F., (EL UNIVERSAL).- La dieta de La Zona está basada en la forma de perder peso en determinadas zonas del cuerpo. Y se comienza desde el brazo derecho, posteriormente el izquierdo, la cintura, el abdomen y las piernas.“Es como si se dibujara la letra Z” explicó Belén Reyes Hiriart, especialista en nutrición clínica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Para cada de zona del cuerpo, dijo la experta, se prescribe una dieta diferente.

Por ejemplo, detalló, para reducir la masa corporal de la cintura, se prescribe una dieta donde no haya carnes rojas; para los brazos, una dieta de cítricos o de carbohidratos simples, como frutas (papaya o melón).

Esta dieta de La Zona nació hace más de 15 años en Estados Unidos, con el Doctor Barry Sears y es actualmente la dieta favorita de las estrellas de Hollywood.

Y es que, a diferencia de otras dietas, la de La Zona evita la rápida pérdida de peso y aboga por una pérdida de peso gradual.

La clave de este régimen reside en mantener las correctas proporciones de manera estricta de macronutrientes: 40% de carbohidratos, por su rápida asimilación, 30% de proteínas y 30% de grasas, de acuerdo a sus creadores.

Esclavos de los alimentos

Sus críticos advierten que está puede convertir a la persona “en una esclava de su dieta”, ya que debe estar conscientes de cada alimento que ingiere.

Al día, la persona debe hacer cinco comidas, dos de las cuales deben ser ligeras. El menú de La Zona es rigurosamente individual, las cantidades de alimentos se basan en tu peso, porcentaje de grasa corporal y actividad física.

Al ingerir más carbohidratos que proteínas, el organismo usa la grasa de sobra para transformarla en energía diaria, logrando que el metabolismo llegue a un equilibrio adecuado.

Entrevistada sobre el tema, Belén Reyes alertó que este tipo de dietas pueden ser riesgosas para quien busca reducir de peso, ya que tiene que dejar de comer muchos alimentos necesarios para el organismo.

“Al excluirlos, no hay un aporte correcto de nutrientes y se presentan problemas de salud. Por ejemplo, cuando hay deficiencias de zinc o de calcio, hay desprendimiento de cabello o de uñas”, expuso la nutrióloga.

Desde su experiencia, es mejor tener una dieta balanceada, ya que para una persona es difícil bajar de peso por los malos hábitos alimenticios, además que “los mexicanos son muy flojos para llevar una dieta”.